Salud Mental no tiene táctica ni estrategia. Ni siquiera tiene un plan. Si no me creen, vayan a la página del Gobierno de la Ciudad, tipeen por gusto “Plan de Salud Mental”. Y quédense esperando, porque no van a encontrar nada.
Ya lo sabían Colón y Roca: mata indios y tendrás la tierra. Porque en definitiva, todo se reduce a ganar espacios y posiciones. Después, se ve.
El desafío es avanzar a partir del logro colectivo que significó la sanción de las leyes de salud mental, considerando a las mismas como un punto de partida y no de llegada
La política de Salud Mental, como parte de un proyecto político, debe definir los problemas a atender, las prioridades y los principios bajo los cuales se debe organizar la atención. El desarrollo de una política de salud mental, puede promover o violar los derechos humanos, dependiendo de cómo se formule o ponga en práctica. Por ello, la legislación en salud mental debe codificar y consolidar los principios, los valores y los objetivos, para llevar adelante un cambio de paradigma en la atención.
Paco: Según el Observatorio de drogas se trata de una sustancia adictiva cuya composición química es predominantemente a base de cocaína alcaloide puro, muy similar al “crack.[1]
Paquito: Llámese así al consumidor de paco en jerga médico hospitalario.
Paquita: 1) Bailarina de la famosa cantante brasilera Xuxa.
Así como en todo el continente, el cuidado de los pacientes mentales en Brasil se concentró a lo largo del siglo XX en los grandes hospitales psiquiátricos. Desde 1852, año de inauguración del Hospital Pedro II en Río de Janeiro, la política asilar fue hegemónica en los tratamientos de la locura.
El propósito de este texto es retomar una publicación anterior[1], y a la vez contribuir al intercambio que se viene dando alrededor de los procesos de transformación de la Salud Mental en Argentina y en Trieste, Italia.
La función de rehabilitación es un proceso que individua como objetivo la restitución/reinserción del individuo, en el modo más completo posible, en el contexto social de pertenencia utilizando “áreas intermedias” de prueba, para experimentar el rol a través de ocasiones de resocialización, con la prospectiva de una posible inserción laboral/productiva
Hace poco más de un año publiqué en estas páginas el artículo “Ley Nacional de Salud Mental: ¿Qué Estamos Discutiendo?”(Revista Topía Nº 61 de Abril 2011) donde -en el cuadro de un debate que se venía desarrollando en la Revista, inclusive previamente a la aprobación en noviembre del 2010 de la Ley 26.657-[1], me permití advertir las consecuencias “no deseadas” en la aplicación de la misma, en particular pretendiendo anticipar una particular “interpretación de la letra” por parte de las autoridades
¿Cómo puede ser que en el hospital donde Florencio Escardó a partir de 1956 introdujo la internación conjunta madre-hijo como hito fundamental para prevenir el hospitalismo en los niños, sean los padres más vulnerables, los de Terapia Intensiva, los que aún no tengan una sala para estar y dormir cerca de sus hijos, mientras éstos se debaten entre la vida y la muerte?
Los que hacemos la revista Topía apoyamos esta declaración que pone en evidencia la preocupante situación de la Salud Mental. No sólo no se cumple con la Ley Nacional de Salud Mental, sino que además, se avanza con el deterioro y la privatización de la atención. Lamentablemente hechos como este se dan no sólo en la ciudad de Buenos Aires, sino también en diferentes lugares del país. Es necesario poder hacer públicas estas situaciones que sólo pueden avanzar en tanto haya silencio.
En las intersecciones de las calles 512 y 175 de Melchor Romero -a pocos kms. de la ciudad de La Plata- se alza un puente, verde enrejado, que une las áreas que conforman al Hospital Dr. Alejandro Korn: el sector general y el neuropsiquiátrico. Este último, presidido por la directora asociada de psiquiatría Cecilia López Santi, coordina 22 salas, de hombres y mujeres, conectadas por largos caminos de tierra, bordeados de viejos eucaliptus.
Hace un año se aprobó la Ley Nacional de Salud Mental. Su destino parece seguir los pasos de la Ley 448 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Buenas intenciones en los papeles pero ningún cambio efectivo.
El último viernes 23 de septiembre la «compania de la follia» presentó en París un espectáculo que ya han mostrado en muchos lugares del mundo, se trata de su obra sobre la vida de Franco Basaglia.
La «compania de la follia» es (como muchos lectores de Topía deben saberlo) el Grupo de Teatro de Trieste, ese que acompañó la gesta de Basaglia en el cierre de los manicomios. A la velada asistían los «históricos» de Trieste, como por ejemplo Pepe Dell’Acqua, entre otros. De qué manera una tal velada terminó en profunda mufa y bronca… es lo que trataremos de contar.
Enero en el hospital es un playón lleno de turistas. En otros términos: la mayoría estable raja en cuanto puede, especialmente los que tienen antigüedad desde la Edad Media y gozan del privilegio de 50 días de vacaciones. Claro que esto rige más para los pediatras. Para los de Salud Mental, que somos nuevos, la cosa es más escueta: dos semanitas.
Así que acá estoy yo; sola, con Sonia, el reemplazo de Cristina, la trabajadora social y sin psiquiatra porque hay una sola suplente que también se fue de vacaciones. O sea, si hay brote, llame al SAME o rece.
Pensar el lugar del psicólogo en atención primaria de la salud no es tarea fácil, mucho menos poder llevarlo a la práctica cuando nuestra formación académica está centrada principalmente en el aspecto clínico. Es por esto que cuando somos convocados a trabajar por fuera del espacio del consultorio, aparecen más preguntas que respuestas y nos vemos enfrentados al reto de repensar nuestro lugar allí.
Miguel Benasayag es filósofo y psicoanalista. Nació en la Argentina y se exilio en Francia a fines de la década de los‘70. Es autor de más de veinte libros de ensayo, podemos destacar Le Mithe de l`individu, Résistir cést créer (en colaboración con Florence Aubenas). Su último libro publicado en castellano fue Las pasiones tristes. Sufrimiento psíquico y crisis social (en colaboración con Gérard Schmit).
Este relato de experiencia da cuenta del trabajo realizado en el barrio La Rana (San Martín) por las residencias de Medicina General, Psicología y Trabajo Social del Centro de Atención Primaria de la Salud Nº 3 (CAPS 3). Consiste en un diagnóstico de situación con el objetivo de planificar intervenciones que tengan impacto en salud, construir vínculos entre el equipo de salud y las familias que favorezcan la referencia y el acceso al CAPS 3.
La Ley Nacional de Salud Mental, aprobada a fines del año pasado por el Congreso Nacional, hay que entenderla en el interior de la lógica actual del sistema capitalista que en nuestro país conlleva el deterioro de la Salud Pública desde hace muchos años. Hasta la actualidad la gestión de gobierno no ha modificado el modelo productivo ni las bases económicas y financieras de las políticas neoliberales. En la Salud Pública las acciones implementadas apuntan a transferir recursos públicos al sector privado.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra