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Topía en la Clínica

Al rescate de la Técnica Psicoanalítica

I-
La técnica psicoanalítica tiene desde hace tiempo muy mala reputación en nuestro país entre los psicoanalistas. No siempre fue así. En las décadas del 50 y 60 era un tema de ferviente investigación dentro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Inclusive hubo pioneros a nivel mundial como Heinrich Racker con sus Estudios sobre Técnica psicoanalítica. Allí daba una vuelta de tuerca sobre el tema de la contratransferencia, librándola de ser sólo un obstáculo y redefiniéndola como instrumento en el contexto del tratamiento psicoanalítico.

Un caso clínico de Marie Langer

“Cuándo y por qué sirve el psicoanálisis... cuando se está angustiado, mucho y a menudo, cuando se tiene miedo: miedo de salir solo a la calle, de quedarse solo en casa, miedo de tomar un avión. O cuando, estando sano y fuerte, se teme morir, despacito, de cáncer o de golpe, del corazón. Hay muchos “cuandos”. Por ejemplo cuando pasa en la vida, repetidamente, una historia de letra de tango: que el mejor amigo se quede con la mujer de uno. Pero también cuando en un examen preparado te quedas en blanco; o cuando en un examen mal preparado no entiendes por qué te bocharon de nuevo.

Insomnios sureños

Esa escondida, evanescente, Argentina extraña para los ojos de quien no quiere ver, da siempre que hablar. El tema que nos ocupa es la cantidad de insomnes en un pueblo del sur argentino, de la Patagonia más precisamente. Allí se detecta una epidemia de insomnio de origen desconocido. Se trata de un pueblo aislado, distante muchos kilómetros de otros pueblos también lejanos y aislados. En fin, es sabido que en la Patagonia todo es distancia, viento y enigma.

El giro del psicoanálisis

Editorial

Desde Topía en la clínica se plantea dar cuenta del giro que ha dado el psicoanálisis como consecuencia de las transformaciones en la subjetividad y los nuevos paradigmas de nuestra cultura. Esto implica no sólo nuevas manifestaciones sintomáticas, sino también un escuchar diferente del sujeto en análisis. Nuestra mirada clínica se encuentra con una subjetividad, efecto del actual malestar en la cultura, cuya historia social es soporte de la historización del aparato psíquico.

Un psicoanalista peculiar, soñador y sensitivo: Sándor Ferenczi

El Enfant terrible del psicoanálisis. (1873-1933)

No es fácil hacer una breve reseña para aludir a una obra tan vasta y rica como la de Ferenczi.[1] A pesar de haber sido uno de los mejores clínicos de nuestra ciencia, su influencia no es del todo reconocida y su nombre sigue siendo soslayado, a veces por ignorancia y en demasiadas ocasiones porque sus ideas son citadas como si fueran de otros. Asimismo, el no leer su obra -como la de otros psicoanalistas "olvidados"- es característico del dogmatismo que reina en nuestra ciencia. La Argentina, un país arrasado por ideas y movimientos políticos totalitarios, ha sido caldo de cultivo más que oportuno para las que he bautizado de "invasiones inglesas" e "invasiones francesas".[2] Pero, a pesar de todo, se le reconozca o no, es innegable que Ferenczi ha dejado una impronta en la teoría y en la práctica psicoanalítica en general y también en la referida al trabajo con los niños. Pionero entre pioneros, como lo bautiza Sándor Lorand[3], Ferenczi fue para muchos de sus colegas un enfant terrible[4]. Freud, que reconocía su talento y su aguda mirada clínica, alguna vez lo llamó "mi hijo querido".

El discreto encanto institucional

El ateneo clínico

Preámbulo
La actividad transcurre en una sala amplia con paredes vacías, a excepción de una foto superampliada de Roi. Bajo un denso humo de cigarrillos las personas se miran. Más precisamente, se auscultan.

Hospital: un desafío para el psicoanálisis

Decir que el psicoanálisis es la ciencia de la “cura a través de la palabra”, ¿significa decir que el psicoanálisis es la ciencia de la interpretación? Seguramente acordaremos en considerar que se trata de una hermenéutica , pero cuando hablamos de la cura a través de la palabra, no hablamos solamente de la palabra del analista, quizás hablemos fundamentalmente de la palabra del paciente. La disposición interpretativa hace a la función del analista, ya que éste fundamentalmente interpreta el texto del paciente, el sentido de sus afectos, de sus silencios, de sus actos.

Intervenciones en situaciones de catástrofe

En febrero de este año se realizó, en Barcelona, un Coloquio1 acerca de las transformaciones en la sociedad y el psicoanálisis. Fue este un intento logrado para analizar las relaciones y los efectos que se han desarrollado entre ambos, atendiendo a las transformaciones sociales en curso que se reflejan en las modificaciones de las condiciones de vida, en los valores, los modelos y los ideales.

Psicoanálisis con niños: cuando la interpretación no sirve...

Los analistas de niños, cual artesanos a la hora de elegir recursos para intervenir, solemos guardar en la manga unos cuantos.

De la interpretación en el arte

En la conferencia dictada en Buenos, en junio de 1994, realizada en el teatro Coliseo por U. Eco, llamada “UN AUTOR Y SUS INTERPRETES”, el escritor italiano, plantea algunas cuestiones importantes en cuanto a la interpretación de la obra de arte. Por ejemplo, que un artista no debe proporcionar interpretaciones de su propia obra.” Una obra es una máquina concebida para producir interpretaciones, y cuando la obra está ahí, al autor debe callar”. Un texto es un producto cuya suerte interpretativa debe formar parte de su propio mecanismo generativo.

La interpretación ¿fetiche o instrumento?

Es una idea compartida entre las diversas corrientes psicoanalíticas que la interpretación es su instrumento específico. Desde que Freud definió que los sueños, los síntomas, los actos fallidos o los chistes encierran sentidos, hallarlos se convirtió en meta. La propuesta introduce un corte radical: no se trata de hallar la causa sino el sentido. Si ante el despliegue iracundo de un paciente un analista señalara la posible relación de esa rabia con conflictos con la madre, se referiría a la causa.

Psicoanálisis: dinámica de lo impensado1

Si en el campo de juego el jugador de fútbol se detuviera a pensar en lo que hace o va a hacer, lo que automáticamente devendría es su paralización: sus movimientos son impensados, y mantiene al mismo tiempo que los realiza la apreciación de dónde se encuentran ubicados sus compañeros y los contrarios, puede "adivinar" sus movimientos; cada tanto alza la cabeza para confirmar o procesar correctamente sus cálculos, en los cuales no piensa un solo segundo pero que igualmente realiza, y le permiten acomodar su cuerpo, crear movimientos y jugadas, deslizar con precisión la pelota, eludir contra

Los alcances en la clínica

Puedo suscribir esta afirmación (“La interpretación no alcanza”) si al mismo tiempo afirmo paradojalmente que la interpretación alcanza.
Me propongo desglosar en primer término este juego de afirmaciones.

Las guerras de Alejandro

Voy a tomar dos momentos del tratamiento de un niño de ocho años con diagnóstico de epilepsia. El primero trata de la construcción del dispositivo y del vínculo terapéutico, mostrando las atípicas formas que fue cobrando la ruptura del encuadre tradicional y la construcción de uno nuevo y distinto con predominio de la acción. El segundo, de la que podría caracterizar la anteúltima etapa del tratamiento, para mostrar la evolución que se fue dando en el niño y donde cobran mayor relevancia las palabras.

Intervenciones de Winnicott

Margaret Little, psicoanalista británica, realizó su análisis personal con Donald Winnicott desde 1949 hasta 1955, y en su libro Relato de mi análisis con Winnicott cuenta:
“Trece años después de la primera vez que busqué ayuda psiquiátrica, y con 48 años de edad, llegué a D.W. Me resulta imposible dar un informe claro, coherente o detallado, como quisiera, del tiempo en que me atendí con él. Sólo puedo evocar algunas cosas que ocurrieron.

Diego: un condenado en análisis

Ahora puedo contarlo. Pasaron casi tres décadas ya. Corrió tanta agua bajo el puente, la muerte acabó con casi todos los protagonistas, así que ahora, ya puedo contarlo.

La condición es el dispositivo

Como esos mascarones que ubicados en la proa de los barcos parecían indicar que los remolcaban, la nave del psicoanálisis se deslizó durante años llevando, pero aparentando ser llevada por, algunas alegorías que se titulaban Comunicación, Encuadre y también Diván.

Los efectos de un análisis: El caso Teddy

Eficiencia, costos, psicoanálisis

Nos conocimos en 1969. Teddy tenía entonces once años y estaba hospitalizado en una institución psiquiátrica infantil después de tres intentos de suicidio reconocidos. Un colega mío de Seminario Psicoanalítico regresaba a Alemania y buscaba a alguien que pudiera sustituirlo. Me contó brevemente que visitaba a Teddy desde hacía un tiempo y que el niño se limitaba a quedarse sentado sin contar nada, haciendo hoyos en la arena, a veces incluso como enajenado.

Adiós al diván

De reojo. Apenas podía mirarlo de reojo. Disimulando. Dentro de no más de una hora, la traición sería evidente. Cuando el flete llegara, los peones sacarían varias cajas, algunos muebles, pero dos elementos quedarían abandonados: una vieja lámpara de caireles marchitos y el viejo diván. El estoico mueble había acompañado mi nomadismo de locatario contumaz durante mas de 15 años. En la práctica fue el único elemento que pudo mantenerse de la época de los rígidos encuadres, porque las hiperinflaciones, los ajustes y otras calamidades transformaron al resto en alocadas variables.

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