Artículos escritos por Carlos Alberto Barzani | Topía

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Carlos Alberto Barzani

Sexo y amor entre varones en tiempos de fascismos y autoritarismos

En esta época de florecimiento de neofascismos en diversos lugares de nuestro planeta, bien vale recordar qué situaciones enfrentaban los varones que osaban tener vínculos sexuales y/o afectivos con otros varones en tiempos de fascismos y autoritarismos allá por la década del 30 y primera mitad de la década del 40.1 Cabe destacar, que la palabra “gay” aún no “existía” y los apelativos que solían usarse para referirse a ellos eran: pederastas, depravados, amorales, uranistas, invertidos, sodomitas, etc.

El comunismo, la sexualidad y en particular la homosexualidad eran los “demonios” que podrían infectar a los jóvenes, las mujeres y al pueblo cristiano, por eso, era necesaria una “mano de hierro”

De cómo nos construimos los varones… y por qué la deconstrucción es una ilusión

Este es un adelanto exclusivo de un capítulo del libro La construcción de los varones. Contra el patriarcado y otras desigualdades que será publicado por la Editorial Topía próximamente.
La deconstrucción ha devenido parte del lenguaje cotidiano de las luchas dentro de las cuestiones de género. Alejada de sus orígenes derridianos, es una moneda de corrección política que circula. Se vuelve un mandato superyoico con límites indefinidos. Su proliferación borra la memoria de luchas contra el patriarcado.

La crisis del patriarcado implica una crisis en el aparato cultural, esto derivará necesariamente en una crisis de los varones ya que esto mueve toda la corposubjetividad

Abordaje del consumo problemático con un joven en conflicto con la ley

Escucho por primera vez sobre un joven a quien llamaré Franco a través del llamado de una psicóloga de uno de los Patronatos de Liberados. La Lic. P. se comunica conmigo manifestando preocupación por un joven de 18 años que tiene una causa por robo, varios antecedentes de peleas callejeras y consumo adictivo de sustancias: alcohol, y posiblemente cocaína y marihuana. La profesional manifiesta no saber qué hacer, pues el joven habría comenzado varios tratamientos por su adicción a lo largo de su adolescencia y rápidamente abandonado. El último fue una internación en una comunidad terapéutica de la que se escapó ya que no aceptaba las normas de la misma. Manifiesta que Franco tiene buen rapport con ella y que le da pena también por su familia a quienes ve desesperados y sin saber qué hacer.

Evalúo que Franco no considera su adicción un problema y que solo concurre como requisito para “sacarse de encima la causa” y “hacer tiempo” hasta conseguir un lugar donde vivir

El odio al otro es odio a uno mismo

Esta frase de Freud en respuesta a Einstein sobre si era posible evitar las guerras, da cuenta del pesimismo respecto de que pudiera erradicarse la violencia y el odio en la convivencia entre seres humanos.

Sostiene que a través del fenómeno que llamó “narcisismo de las pequeñas diferencias” se produce “una satisfacción cómoda e inofensiva de la inclinación agresiva, por cuyo intermedio se facilita la cohesión de los miembros de la comunidad”1, siendo complementarios el amor y la solidaridad hacia los pares, y la agresión y el odio hacia los diferentes.

En nuestras sociedades (cis-heteronormativas) en particular, el dispositivo de masculinidad (hegemónica) implica, además, el rechazo de todo lo que tiene que ver con lo considerado “femenino”

El malestar de los varones

El régimen del patriarcado nos atraviesa a todxs de diversas formas. Nuestras pertenencias de clase, grupo social y generación son determinantes de la producción de nuestra subjetividad. En cuanto al género, ser varón continúa siendo un privilegio. Sea cual fuera nuestro lugar en el mundo en el capitalismo tardío, los varones cis1 aún tenemos prerrogativas por sobre otros géneros (mujeres, trans, no binaries).

El patriarcado está en crisis, fruto de luchas que empezaron hace más de 150 años, en su mayoría con mujeres socialistas, anarquistas y comunistas.2 La lucha por una sociedad más justa implicaba e implica también la igualdad de los géneros. Sin embargo, éstas tienen y han tenido dos límites. Por un lado, en relación a la ruptura de la estructura socioeconómica ya que esos avances siempre han sido parciales y localizados dentro de ciertos sectores socioeconómicos. 

Nos parece una ilusión llegar a la igualdad de géneros en un mundo cada vez más desigual en el seno del capitalismo tardío si no se logra articular una lucha bifronte, donde se aúnen rupturas de las estructuras capitalistas conjuntamente con las del patriarcado

Sexo “natural” y Barebacking

Riesgo, transgresión y disidencia

Se trata de un término usado en el slang estadounidense para referirse al sexo sin preservativo. La traducción literal es “montar a pelo” (o sin silla). Si bien Gregory R. Clark ubica su utilización por parte de los soldados estadounidenses ya durante la guerra de Vietnam,1 el empleo actual de esa jerga nos remite a las relaciones sexuales sin preservativo luego del impacto de la pandemia de vih-sida y, específicamente, a la segunda mitad de la década de los ’90 al interior de la comunidad de varones gays. Algunos autores han extendido la definición de bareback a toda relación sexual anal entre varones sin preservativo. Definirlo de ese modo pierde especificidad. 

Nos referiremos al bareback como toda práctica sexual (con consentimiento) de modo intencional entre varones que suponga intercambio de fluidos sexuales

Contigo a la distancia. La clínica psi en tiempos de pandemia.

Alejandro Vainer (compilador)
Carlos Alberto Barzani
Ricardo Carlino
Enrique Carpintero
Christophe Dejours
Silvia Di Biasi
Silvia Gomel
Eduardo Müller
Marina Rizzani
Diana Tabacof
Susana Toporosi
Martín Vul

Ya llevamos más de un año de pandemia y de distintos confinamientos alrededor del mundo. En los inicios de las cuarentenas muchos de los tratamientos continuaron a distancia con diversas tecnologías. Aunque había debates previos sobre esta modalidad de abordaje, la mayoría del mundo psi dejó dichos debates y polémicas bajo el manto de “al menos se pudo continuar”. Lo cual es cierto, para muchísimos pacientes y analistas.

La transformación en los dispositivos psi de este tiempo es la más importante desde sus inicios hace más de un siglo. No se puede avanzar sin poner a trabajar qué implican estos cambios. Es necesario rescatar el pensamiento de su adormecimiento entre las amenazas de subsistencia y el alivio de poder seguir trabajando, como sea. Este libro rescata debates previos y actuales sobre qué implica esta transformación que modifica y modificará nuestros abordajes clínicos.

Coger sin forro. Riesgo y clínica psicoanalítica

El Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud de Argentina (SNVS) registra una tendencia general de un sostenido crecimiento de las infecciones de transmisión sexual en consonancia con los datos de la Organización Mundial de la Salud. Por tomar un ejemplo, las tasas de sífilis en toda la población argentina han aumentado en forma sostenida durante los últimos cinco años, alcanzando una tasa de 56,1 casos cada 100.000 habitantes en todo el país en 2019. Este valor es dos veces y media mayor al registrado en 2015. Adolescentes y jóvenes son quienes presentan las tasas más altas en ambos géneros. La incidencia en el grupo de 15 a 24 años es casi el triple de la tasa en la población general: 153,57 casos cada 100.000 habitantes.

Si bien hemos escuchado eslóganes y latiguillos como “el deseo no se previene” para desacreditar toda práctica preventiva, muchxs analistas intervenimos cuando percibimos un “plus” de riesgo

Sobre confinamientos y placares. Diversidad sexual y pandemia

Las crisis en los tratamientos

Tener que quedarnos en casa por cierto periodo de tiempo puede hacernos sentir afortunados. Un tiempo para desconectarnos de los deberes cotidianos y disfrutar del ocio y la soledad que abren ese espacio necesario para “estar en barbecho”2, ese limbo sin presiones tan fértil para la creatividad. O también la oportunidad para el encuentro o re-encuentro amoroso en parejas con cierta estabilidad en las que esos tiempos resultan escasos o esquivos. Si bien he tenido la oportunidad de escuchar a algunas personas que han transcurrido los días de aislamiento social preventivo y obligatorio en esta clave, muchas personas, en especial adolescentes, lo han vivido como una imposición insoportable y han tenido que crear diversas estrategias para hacer frente a esta situación no esperada, ni querida y que se fue prologando a lo largo del tiempo, con los consiguientes efectos traumáticos. La ilusión claustrofílica3 de muchos adolescentes si bien en un primer momento se afianzó, devino en claustrofobia, se produjo un divorcio en el maridaje casi perfecto con su Smartphone, el encierro obligado comenzó a provocar sus efectos en la subjetividad. También en muchas parejas que tuvieron que convivir bajo el mismo techo durante veinticuatro horas diarias vienen produciéndose crisis cuando no, separaciones.

¿Cómo ha transcurrido el aislamiento preventivo a causa de la pandemia de adolescentes y jóvenes que no cumplen con los cánones de la cis-heteronormatividad?

Erotismo, transgresión y pandemia

“#Quedate en casa.” “No sean inconscientes, cuídense, quédense en su casa.” “No sean desesperados, hagan sexting.” “Si me proponen sexo en cuarentena, los bloqueo.” “No lleves la muerte a tu casa…”

“Eviten el contacto sexual, tengan sexting o practiquen la masturbación.” “La pareja sexual más segura es uno mismo.” “Hay que desterrar la idea de que hay que tener relaciones todo el tiempo.”

Las primeras son algunas de las afirmaciones que pudieron leerse en las aplicaciones de citas como tinder o grindr y las segundas por parte de profesionales y funcionarios de diversos países incluyendo la Argentina, desde el comienzo de la pandemia de coronavirus. Lo característico de la mayoría de ellas es un tono que causa irritación, cómo no provocarlo, es lo que suelen producir los intentos “bienintencionados” expresados en enunciados imperativos y/o descalificatorios o en recomendaciones que pretenden indicar cómo y de qué forma hay que vivir la propia vida sexual, haciendo gala de un reduccionismo asombroso.

En pos de evitar los encuentros entre personas que no conviven, se “autorizan” y prescriben las videollamadas, el sexo virtual, el sexting y una práctica históricamente proscripta: la masturbación

El día que Lacan recomendó los trabajos de un psicoanalista nazi

Homosexualidad y Psicoanálisis

Ese día fue el 13 de mayo de 1959 durante el seminario El deseo y su interpretación. Catorce años después de haber finalizado la segunda guerra mundial y la maquinaria nazi para segregar y matar, y a cinco meses de fallecido ese personaje.

Lacan en este seminario viene trabajando la cuestión del objeto de deseo, la fórmula del fantasma, la castración y su objeto: “el falo”. Para dar un “descanso” dice que se referirá a la experiencia concreta y elige para ello, la homosexualidad. Ya algunas clases antes se había referido a la homosexualidad como una “problemática” en la que a pesar de afirmar que es de “una complejidad mucho mayor que la exigencia pura y simple, sumaria, de la presencia del falo en el objeto”, supone en estos sujetos un “desvío del complejo de Edipo”.1

Lacan no se refiere ni a Ferenczi, ni a Sadger, ni a Rank, otros psicoanalistas con publicaciones y experiencia en la atención de personas homosexuales, elige nada menos que a Boehm

Psicoanálisis y abordaje de la Homo-Lesbofobia

“Las mujeres que hacen ‘eso’ son degeneradas”

No cabe hacer una división binaria entre lo que se dice y lo que se calla; habría que intentar determinar las diferentes maneras de callar, cómo se distribuyen los que pueden y los que no pueden hablar, qué tipo de discurso está autorizado o cuál forma de discreción es requerida para los unos y los otros.

Michel Foucault, Historia de la sexualidad I

Presentación

Conocí a Laura a sus 40 años. Concurre a una primera entrevista muy desbordada, refiere que le costó muchísimo llegar a la consulta, ya que siempre pensó que se las tenía que arreglar sola. Habla muy rápido y como vomitando las palabras. Varias veces debo pedirle que repita lo relatado, porque no entendía lo que decía dada la verborragia con la que hablaba.

- “Mis amigos me vieron tan mal, que me insistieron y al final acepté porque ya no aguantaba más.” “Siempre tuve con mi mamá una relación de amor-odio. Desde chica yo era la preferida porque era la única hija mujer, pero también me exigía mucho, yo tenía que ser la señorita de la casa, me vestía con vestiditos que para ella eran hermosos y que yo odiaba porque no podía jugar a los juegos que me gustaban. Así que cada vez que podía, me ponía pantalones de gimnasia para poder treparme a un árbol que había en el patio de mi casa y también jugar a la pelota.”

Los valores de una cultura determinada se transmiten de generación en generación a través del superyó de los sujetos que la componen

Nuestros antepasados los sodomitas

El vocablo “puto” fue una categoría discursiva popular para señalar y perseguir a sujetos varones que tenían sexo con otros varones, por así decir, un antepasado de la categoría psiquiátrica “homosexual” creada en 1869 por el periodista y activista vienés Karl-Maria Kertbeny y adoptada y popularizada por Gustav Jäger, Magnus Hirschfeld y Krafft-Ebing.

Masculinidad gay

Desde el establecimiento de la homosexualidad como una categoría psiquiátrica en la segunda mitad del siglo XIX, fue considerada como el par antitético de la masculinidad y la “hombría”, y por ese motivo demonizada, rechazada y patologizada. Lynne Segal -psicóloga, especialista en estudios de género y masculinidad- afirma: “Durante más de cien años, las creencias científicas y populares han sostenido que la homosexualidad masculina deriva de -y al mismo tiempo expresa- algo “femenino” en el hombre -la ausencia de los niveles apropiados de masculinidad.” Deseos y/o prácticas homosexuales comenzaron entonces a definir a un tipo específico de hombre, el “invertido sexual”. Con este movimiento se expulsó lo homoerótico de lo masculino y se lo patologizó y asimiló simbólicamente a lo femenino y a la monstruosidad (o incluso lo abyecto en términos de Julia Kristeva). La asociación feminidad-pasividad y homoerotismo es un fenómeno de los dos últimos siglos, ya que no había sido así en otros momentos socio-históricos. La heterosexualidad se convirtió en requisito de virilidad y hombría.

La asociación feminidad-pasividad y homoerotismo es un fenómeno de los dos últimos siglos, ya que no había sido así en otros momentos socio-históricos

Homosexualidad y Revolución

En mayo de este año salió en Argentina Homosexualidad y Revolución, una investigación del historiador británico Dan Healey que fue publicada originalmente por la Editorial de la Universidad Chicago en 2001. Así como el libro compilado por Enrique Carpintero, El psicoanálisis en la revolución de octubre rompe con el mito que sostenía que la revolución rusa rechazó de plano el desarrollo del psicoanálisis en la Rusia de la década de 1920; la relevancia de este libro y que justifica que lo reseñemos y comentemos, es que derriba el mito de una postura monolítica respecto de las prácticas homoeróticas y del disenso sexual y de género en Rusia. Healey sigue las huellas desde la Rusia zarista tardía y luego la Unión Soviética apoyándose en una cantidad de documentos privados (cartas y diarios) y oficiales (informes médicos, forenses, policiales y judiciales). Desde el San Petersburgo del siglo XIX con sus casas de baño y sus lugares para el “ligue” pasando por la despenalización de las prácticas homoeróticas (“sodomía” o “pederastía”1) en la Revolución Rusa (1922-1933) con sus contradicciones, pasando por la criminalización bajo el stalinismo, donde se realizaron persecuciones y purgas antihomosexuales con el pretexto de que éstos constituían “una amenaza para la higiene mental y sexual de los jóvenes inocentes y la revolución.”

La relevancia de este libro y que justifica que lo reseñemos y comentemos, es que derriba el mito de una postura monolítica respecto de las prácticas homoeróticas y del disenso sexual y de género en Rusia

 

¿Soy o no soy transexual?

Alan -un joven de 18 años asignado como varón al momento de su nacimiento- se presenta a la consulta pidiendo comenzar una psicoterapia: “tengo la duda de si soy transexual1, a veces siento que me incomoda mi cuerpo.”(...) “Hace dos años hice tratamiento, pero no pude ir más por problemas de horario.” En aquel momento refiere haber trabajado su independencia y su autonomía, pero que tuvo que interrumpir porque su madre se enfermó de un cuadro de demencia presenil y no podía quedarse sola, así que la cuidaban entre él, el padre y su abuela.

Desde una perspectiva psicoanalítica la identidad es efecto de la identificación que es el mecanismo fundante y estructurante de nuestro psiquismo

Papá, quiero contarte que soy gay

José tiene 45 años: “Lo consulto porque hace dos meses mi hijo -Sebastián- de 16 años me contó que es gay y desde ese momento no puedo pensar en otra cosa y tampoco sé cómo ayudarlo.” Sebastián es su único hijo. José cuenta que se separó de Paula -la madre de aquél- cuando estaba comenzando la escuela primaria. Agrega que lo estuvo hablando con Beatriz -con quien está en pareja desde hace seis años- “Bea tiene un primo gay así que es bastante abierta con el tema... charlamos mucho con ella, pero por más que racionalmente entienda que es la elección de mi hijo, no me lo puedo sacar de la cabeza. Pienso todo el tiempo en eso, no puedo pensar en otra cosa.”

Durante los últimos años han aparecido más frecuentemente este tipo de consultas donde un padre o una madre acude a la entrevista a cuestionar su propia dificultad en aceptar a su hijo gay o hija lesbiana que a plantear querer cambiarlo/a

Adolescentes y Educación. Las miradas sobre jóvenes y adolescentes y sus efectos

El siguiente trabajo surge en el seno de un equipo conformado por profesionales de distintas disciplinas de dos instituciones vinculadas a la salud: Hospital Provincial y Centro de Salud Municipal.

El equipo interviene desde una perspectiva de APS con adolescentes entre 13 y 20 años en dos instituciones del área programática del Centro de Salud, una perteneciente al área de educación y otra a desarrollo social.

Nos proponemos reflexionar sobre las distintas concepciones que tienen los adultos de las instituciones intervinientes: qué concepción de sujeto adolescente/joven se tiene; sosteniendo que las mismas se construyen y deconstruyen permanentemente y que esto tiene efectos en las relaciones que se establecen entre los adultos y los adolescentes y entre los adolescentes mismos y con la institución por la que circulan.

Jóvenes con problemas de adicción: el acto de escribir como herramienta subjetivante

El objetivo de este artículo es transmitir una experiencia clínica en la que la escritura ha tenido una función específica en el transcurso de la cura. El uso de esta herramienta resulta de suma utilidad en el trabajo con adolescentes y jóvenes que tienen dificultades para expresarse verbalmente. Asimismo, como puente entre sesión y sesión, pensando al proceso de escritura como un fenómeno transicional. Aquí me referiré específicamente al trabajo con pacientes con problemas de adicción en el último tramo del tratamiento, que es ambulatorio.

Cuando un sujeto escribe sobre una experiencia vivida, encara el armado del rompecabezas de sí mismo y de su propia historia, se enfrenta con los propios dolores y padecimientos, y con la expectativa de superarlos

ORGULLO: A 25 años, relato de una experiencia.

El aniversario de los 25 años de la 1° Marcha del Orgullo en Buenos Aires (Junio de 1992), me motivó a escribir unas líneas sobre nuestro grupo I.S.I.S. (Investigación en Sexualidad e Interacción Social) y lo que significó esa experiencia.

Nos conformamos como un grupo de estudio y reflexión en diciembre de 1991 / enero de 1992 en el ámbito de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina). Por diferencias con la comisión directiva de aquel entonces respecto del material que se estudiaría e investigaría y la modalidad de funcionamiento del grupo, decidimos abandonar la institución en marzo de ese mismo año y conformarnos como grupo independiente.

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