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La tentación fascista

Tapa Revista Topía #85 (Abril/2019). La tentación fascista.

Artículos en esta edición

Nota de editores: La tentación fascista

Revista Topía #85 - Abril/2019

El mundo parece derivar hacia una nueva tentación fascista. El actual capitalismo neoliberal multiplica desigualdades cada vez más profundas. Esto produce una fragmentación que promueve nuevas formas de desidentificación y desubjetivación. Ante este estado de situación, la tentación fascista es un camino que tiene horizontes de mayor destrucción y crueldad, tal como en la primera mitad del siglo XX.

Los nuevos modos del fascismo en las democracias occidentales

Editorial Revista Topía Abril/2019

Debemos reconocer que el fascismo está de regreso. Con esta afirmación consideramos los modos del fascismo en las democracias occidentales que en la actualidad no reproducen aquél que existió luego de la primera guerra mundial. Designamos con el término “modos del fascismo” al ascenso de las derechas radicales en diferentes partes de Europa y América. Un rasgo común, desde los movimientos neonazis a los diferentes partidos de la derecha, es la xenofobia y la defensa de formas autoritarias. Creemos que no es posible asimilar las características disímiles de todos estos grupos con una palabra como “posfascismo” o “neofascismo” ya que su particularidad es responder desde el fascismo de las diferencias a la crisis que genera el capitalismo tardío; pero no para superarlo, como en los fascismos clásicos, sino para afirmar las mismas condiciones de sometimiento.1

La ética son los otros humanos. Esto es lo que formuló Spinoza en el siglo XVI. El otro humano necesariamente molesta; sino está esa molestia, ese malestar como diría Freud, no hay ética

Fascismos ¿eran los de antes?

Dícese “facho” -apócope de “fascista”-, entre nosotros, de alguien que es declaradamente reaccionario, racista, anticomunista, misógino, homofóbico, etcétera, ostente uno, varios o todos esos rasgos (que, por otra parte, suelen asociarse en diversas proporciones). Si es una mujer, correspondería “facha”, aunque ello resultaría confuso para un español, que llama facha a todo/a fascista, sea del sexo / género que sea. En cambio “facha”, entre nosotros, se usa de otro modo (derivado del italiano faccia, “cara”), en coloquialismos ajenos a la política: “Qué linda facha”, “Qué facha de culo”, y así.

Las democracias occidentales demostraron su completa inoperancia -combinada con impotencia ideológica- para contener la descomposición, hasta el grado de abyección, de lo que suele llamarse el “lazo social”

Los pasos previos

Durante la segunda guerra mundial fueron varios los países (Alemania, Japón, la URSS, Estados Unidos) que hicieron experimentos secretos y crueles sobre la población de prisioneros de guerra. Son también conocidas las atrocidades que se cometieron, en forma sistemática y ordenada, en los campos de concentración de la Alemania nazi, con el emblemático Auschwitz como ejemplo más significativo. Pero quizá no es tan conocida la historia de la Campaña de Eutanasia para exterminar a los enfermos mentales que se desarrolló entre el año 1939 y el año 1941. El plan consistía en la eliminación de aquellos componentes de la sociedad “degenerados” que contaminaban la pureza aria. El terreno estaba allanado por una serie de leyes y un clima social, no solo en Alemania, que interpretaba a los enfermos mentales como una carga social que no era admisible de tolerar para una sociedad que necesitaba crecer en forma saludable. En los Estados Unidos a comienzo del siglo XX, con el aval de la Corte Suprema de ese país, se habían llevado a cabo miles de intervenciones de “esterilización forzada” a minorías raciales, personas con malformaciones congénitas, enfermos mentales y delincuentes. En un hecho histórico casi inadvertido, el nazismo copió del mundo anglosajón las prácticas de esterilización forzada que llevaban a cabo países como Gran Bretaña y los Estados Unidos mucho antes del surgimiento del régimen. Eugenio Zaffaroni en su genial texto “La cuestión criminal” (2011) brinda ejemplos de científicos y expertos en leyes que brindaron su apoyo a la aniquilación de las “razas inferiores” porque consideraban que contribuían, de esta manera, a un bien común y al mejoramiento de la raza. En Alemania el antecedente más importante fue la sanción de la Ley de Prevención de Descendencia con Enfermedades Hereditarias (1933). Como señal premonitoria se redujo drásticamente el presupuesto de los hospitales que alojaban pacientes con problemas psiquiátricos. El régimen nazi convirtió a la esterilización en la primera aplicación de la imaginación biomédica destinada a la muerte colectiva. Cerca de 120 mil personas fueron esterilizadas, débiles mentales, trastornos bipolares, ceguera hereditaria, alcoholismo, delincuentes y homosexuales. Se establecieron “Tribunales de Salud Hereditaria”, especialmente para tomar decisiones sobre esterilización y a todos los médicos se les requería legalmente que informaran a los funcionarios de salud si encontraban pacientes con estas características. Frente a un clima hegemónico que ejercía una gran presión, fueron pocas las voces en contra de la esterilización, algunos psiquiatras de renombre como Karl Bonhoeffer, Ewald de Göttingem y funcionarios no médicos como Gerhard Braune (y su célebre “Memorándum Braune”), protagonizaron una escasa y marginal resistencia.

El nazismo copió del mundo anglosajón las prácticas de esterilización forzada que llevaban a cabo países como Gran Bretaña y los Estados Unidos mucho antes del surgimiento del régimen

Notas sobre xenofobia

Al parecer, todos los problemas humanos tienen la particularidad de confluir de un modo o de otro y en distintos grados de intolerancia a la otredad del otro, permitiéndome la redundancia. Estas diferencias, desde luego, son étnicas, nacionales, religiosas, económicas o de género. Actitudes y conductas fascistoides se dan en todo este grupo de xenofobias, que incluyen, desde luego, las homofobias.

El hecho antropológico de base es que el yo, la individualidad, la existencia misma se construye en el encuentro, sólo en la relación con un tú. Estas ideas las desarrolló también Sartre en “El ser y la nada” (1943), a propósito del surgimiento de la consciencia psicológica. La madre es la mediadora entre el niño y el mundo exterior, es decir, con lo extraño, con lo diferente, con lo amenazante o reconfortante. En esa experiencia con la madre se forja toda posibilidad de conductas abiertas, amables o conductas xenófobas. Otro mecanismo de defensa que suele estar en la base de conductas xenófobas es el de la proyección. Ejemplifiquémoslo en el caso concreto de homofobias en donde el varón no asimila sus propios componentes femeninos y los deposita en homosexuales para combatirlos y odiarlos ahí. El elemento xenofóbico de la homosexualidad masculina se dirige hacia la mujer. En el caso de la lesbiana el ingrediente xenofóbico es hacia el varón.

La xenofobia es un fenómeno de mil cabezas que va desde fenómenos inmunológicos y la angustia de los ocho meses (Spitz) hasta el más brutal racismo

El dispositivo antisemita

Helmut Dahmer es un sociólogo alemán. Estudió con Adorno y Horkheimer. Se doctoró en 1973 y desde 1974 profesor de sociología en la Universidad de Darmstadt. Fue coeditor de la revista Pshyché. A principios de los 80 denunció la política colaboracionista de las instituciones psicoanalíticas durante el nazismo. Las polémicas hicieron que perdiera su puesto en dicha revista. Fue cofundador del Hamburgian Institute for Social Research en 1984 y del Centro Psicoanálisis y Sociedad en Lima.

Tiene una importante producción escrita. Entre sus libros traducidos al castellano encontramos Libido y Sociedad. Estudios sobre Freud y la izquierda Freudiana (1983), La sociología después de un siglo de barbarie (2005). Es también el editor de las obras anotadas de León Trotski en alemán. Se han publicado ya siete volúmenes y hay otros en preparación.

El texto original de este artículo fue publicado en la revista electrónica Constelaciones. Revista de Teoría Crítica. Para este dossier el autor escribió especialmente un apartado final.

En el fondo de cualquier locura se esconde “algo de verdad histórica”

Un hereje del psicoanálisis: Wilhelm Reich

W.R. escribe en Alemania, 1932, Psicología de las masas del fascismo y en Maine, 1942, publica una nueva edición corregida con un prefacio donde dice que en Rusia se instauró el capitalismo de estado. Lo que hoy en día puede ser moneda corriente, en esos tiempos era una herejía. Su voz no tuvo lugar ni para las democracias ni para la URSS. Muertos León Trotski, Walter Benjamin y Antonio Gramsci, así como Sigmund Freud, Sandor Ferenczi y Sabina Spielrein ¿Qué oídos había en el mundo para escucharlo? Realiza una crítica de la investigación académica reaccionaria y, se puede decir sin desviarse de su razonamiento, que toda investigación académica es reaccionaria ya que separa “lo que es” de lo que “debe ser”, el conocimiento de la acción y contra ésta. Es que la academia se opone tanto al marxismo que intenta transformar y no explicar el mundo, como al psicoanálisis que es una experiencia y no una concepción del mundo.

1934 es un año clave para Europa. Se había consolidado el fascismo italiano, ya gobernaba Hitler en Alemania y en la URSS se desintegraba la revolución sexual, se restituía la familia, se consolidaba el estado, la iglesia recuperaba a las masas y se había prohibido el psicoanálisis, en consecuencia, se había instalado y consolidado el capitalismo de estado bajo el nombre personalista de Stalinismo. Si bien la propiedad dejó de ser individual, no pasó a ser común. En Asia se daba la expansión del imperialismo japonés. La voz de Reich estaba prohibida en el mundo.

El motor para que la sociedad suprima y el individuo reprima las pulsiones sexuales es la instancia del patriarcado

Las tormentas solares y la tecnología

El 2 de setiembre del año 1859 el clipper Southern Cross, uno de esos veleros de tres mástiles que en aquellos tiempos dominaban los mares, salió de una fuerte tormenta en las costas de Chile. Los avezados marineros lucharon con denuedo para que el Southern Cross pudiera atravesar la fuerte marejada. Cuando amainó la borrasca no tuvieron el alivio esperado. El mar estaba teñido de rojo y el cielo tenía variaciones en rojo y amarillo que no podían descifrar pese a larga experiencia que tenían como navegantes de alta mar. El temor a lo desconocido se hizo presente de inmediato, los más experimentados navegantes oteaban el horizonte buscando respuestas, recién lograron calmar a la tripulación cuando comprendieron que se trataba de una aurora boreal. Algo que no correspondía que ocurriera en esas latitudes pero que ahí estaba. Decidieron seguir navegando con cautela y estar preparados para enfrentar una probable borrasca.

La ecuación entre progreso y planeta sustentable hace ya mucho tiempo que ha sido denunciada como imposible bajo las condiciones económicas imperantes

Lo corporal vincular en clave de complejidad

El cuerpo ha devenido un gran interrogador de prácticas, no sólo clínicas o pedagógicas. Interroga también la filosofía, el arte, la política, las temáticas de género y la ética. Hablar de “lo corporal” nos permite acercarnos a la complejidad del cuerpo en tanto constructo histórico social, efecto del entramado biológico, pulsional, vincular, social y semiótico. Territorio privilegiado donde el poder hacer marca mediante prácticas y enunciados, mediante formas múltiples, anónimas, a través de las instituciones familiares, educativas, de prácticas de salud, mediáticas, telemáticas, de mercado, entre otras.

Un encuentro es significativo si modifica a quienes lo producen y será origen (nunca único, siempre singular y situacional) si produce una novedad donde había ausencia de inscripción previa al encuentro

La masculinidad cuestionada

Apuntes sobre la clínica actual con pacientes varones

Vivimos tiempos extraños, la masculinidad hegemónica, el ideal viril caracterizado por el liderazgo, el éxito y la dominancia, ha devenido en la actualidad en un objeto denostado. Quienes hasta ayer fueron considerados como héroes, hoy estrenan el estatuto social de villanos, al menos para los grupos femeninos juveniles y los sectores progresistas e innovadores. Lo que hasta hace poco fue considerado como una galantería, ahora se ha resignificado como ultraje, y la iniciativa sexual orilla el riesgoso borde del abuso. En términos generales, asistimos a una transformación revolucionaria y, por lo tanto, extrema, de las representaciones y valoraciones colectivas acerca de lo que significa ser masculino.

Las modalidades represivas tradicionalmente conocidas no han desaparecido, pero los nuevos dispositivos de gobernanza pasan por la incitación al goce, y no tanto por la represión

Miguel: la masculinidad normativa como imposición traumática

De Miguel tengo presente el modo decidido de entrar al consultorio, el paso largo y elegante con el que trasponía el umbral. Cuando inició su análisis en 1987, Miguel tenía 36 años y yo 45.

El motivo de la consulta estaba referido al conflicto con las mujeres. No podría decir que Miguel amaba a su ex pareja, más bien, estaba obsesionado con ella. No tenía la menor intención de reconciliarse, pero no toleraba que ella pudiera acercarse a otro hombre. Además, estaba convencido de que las mujeres no lo deseaban.

Inevitable conclusión: deporte de riesgo, desafío al peligro, rivalidad y competencia entre varones, inmolación por la “causa”, toda una lista de estereotipos que convalidan una virilidad tradicional.

Miguel se casó en 1977 con Valeria, cuando ella tenía 31 años y él 26. En 1978 nació Marina. Antes de que Marina cumpliera los 4 años Miguel se separó de Valeria, pero no se divorció. Desde entonces, comenzó a hacer vida de soltero: muy dedicado al trabajo, amigos fiesteros, turismo aventura, mucho deporte de riesgo -“el año pasado tuve un accidente esquiando”-, encuentros amorosos fugaces, escasos, a decir verdad, e intrascendentes. Miguel presidía una empresa metalúrgica y era parte de los negocios familiares: campos, inversiones financieras, hoteles, compañías navieras. Su madre dirigía con mano férrea esos negocios y Valeria era su colaboradora y aliada incondicional. El padre de Miguel, mucho mayor que la madre, había fallecido cuando él tenía 25 años. Hombre de poco carácter y mucho apellido, había dejado una herencia cuantiosa para Miguel -único hijo- y su esposa.

Masculinidad gay

Desde el establecimiento de la homosexualidad como una categoría psiquiátrica en la segunda mitad del siglo XIX, fue considerada como el par antitético de la masculinidad y la “hombría”, y por ese motivo demonizada, rechazada y patologizada. Lynne Segal -psicóloga, especialista en estudios de género y masculinidad- afirma: “Durante más de cien años, las creencias científicas y populares han sostenido que la homosexualidad masculina deriva de -y al mismo tiempo expresa- algo “femenino” en el hombre -la ausencia de los niveles apropiados de masculinidad.” Deseos y/o prácticas homosexuales comenzaron entonces a definir a un tipo específico de hombre, el “invertido sexual”. Con este movimiento se expulsó lo homoerótico de lo masculino y se lo patologizó y asimiló simbólicamente a lo femenino y a la monstruosidad (o incluso lo abyecto en términos de Julia Kristeva). La asociación feminidad-pasividad y homoerotismo es un fenómeno de los dos últimos siglos, ya que no había sido así en otros momentos socio-históricos. La heterosexualidad se convirtió en requisito de virilidad y hombría.

La asociación feminidad-pasividad y homoerotismo es un fenómeno de los dos últimos siglos, ya que no había sido así en otros momentos socio-históricos

Clínica ampliada: quebrando aislamientos

La salud mental de una sociedad y de cada uno de sus miembros es un problema colectivo y como tal tendría que abordarse como una tarea colectiva. Las desigualdades sociales, las discriminaciones, las violencias, la exclusión, se encuentran íntimamente ligadas a dicha problemática, rompiendo las barreras de lo individual y lo privado para constituirse en un asunto público.

Resulta evidente que los múltiples modos de vulnerabilización del neoliberalismo constituyen una de las más eficaces herramientas de control social, ejerciendo poder sobre la vida de las personas, sus cuerpos, emociones, voluntades; a la vez que producen desigualdades y fragilizaciones, y configuran procesos de destitución subjetiva.

Cada vez se vuelve más necesario proponer espacios donde trabajen equipos y programas con perspectiva comunitaria; lo cual no implica renunciar a la escucha e intervenciones psicoanalíticas

Atrapado en la locura

De enfermero a paciente de un manicomio en Brasil

El periodista Daniel Navarro Sonim reunió, a partir de manuscritos y entrevistas, las memorias de Walter Farías, quien, en la década del ‘70, pasó de ser un auxiliar de enfermería a ser paciente de una de las instituciones psiquiátricas más grandes de Brasil: el Complejo Psiquiátrico del Juquery, en Franco da Rocha, San Pablo, Brasil. Uno de los más grandes manicomios del mundo. Allí atendía pacientes postrados o que deambulaban por las Salas.

Luego del repentino traslado a un Manicomio Judicial, Walter comienza a convivir con pacientes que cometieron crímenes, algunos muy violentos y crueles. Con su salud mental comprometida, acabó siendo internado en el Hospital Psiquiátrico. Forzado a abandonar su guardapolvo blanco y transformarse en paciente, pasa a sentir en carne propia los horrores del Hospital. Y este libro los describe como ningún otro. Nos acerca a las entrañas del manicomio de una forma desgarradora e inédita hasta hoy.

Publicamos un fragmento de este texto que la Editorial Topía publicará en este año.

Presos políticos, drogadictos, alcohólicos y hasta hombres que habían traicionado a su esposa con otro hombre iban a parar al Juquery. Generalmente las familias no lo pensaban dos veces y los internaban con la esperanza de intentar arreglarlos.

Dar en el blanco: Repensar la política. Tarea interminable

Edición CIVITATIS, 2019. 131 páginas. Este texto esta constituido por charlas, reportajes y artículos del psicoanalista mexicano Raúl Páramo Ortega. Reproducimos dos apartados a modo de epílogo.

Fragmento de la presentación en la inauguración de la Biblioteca que lleva el nombre Dr. Raúl Páramo Ortega en Wiesbaden (Alemania)

…Una Biblioteca es un punto de despliegue de la capacidad de reflexión para los que la usan y -por otro lado- un cementerio para los autores ahí concentrados que esperan ser resucitados por un lector a quien ponen a su disposición el producto de su trabajo intelectu al. Los autores pueden ser resucitados múltiples veces e incluso guardado digitalmente digamos para el tiempo que dure el planeta.

Las Bibliotecas son lugar de resurrección gracias al procedimiento mágico de la lectura. Son verdaderos templos del espíritu y del silencio propicio para dialogar con el pensamiento de quién escribió sin necesidad de su presencia física. Es un lugar de fuegos artificiales, de verdadera, luminosa y callada fiesta iniciada en el momento en que el usuario así lo decide… claro, con la venia y gracias al trabajo de innumerables personas e instituciones que hacen posible la creación y el mantenimiento de ese complejo milagro humano, llamado Biblioteca.

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