Una aproximación al tema exige diferenciar a la pasión del capricho ,el arrebato,el impulso y aún la adicción.Esta diferenciación tiene tanta importancia como la que se establece entre el deseo- tal como es pensado desde el psicoanálisis -y su mala caricatura:las ganas La tendencia a confundir estos conceptos tiene su origen en la tradición filosófica occidental que opuso los conceptos de pasión y razón y que niveló tendenciosamente a la pasión con las emociones,los apetitos y las compulsiones.Desde el racionalismo,en líneas generales,la pasión fue considerada como una expresión humana subalterna y desordenada.Kant llegó a decir que la pasión era un impedimento para realizar una elección racional y ética,puesto que suponía siempre una máxima que consistía en obrar según un fin que era engendrado por la inclinación.Esto era inadmisible para el autor de la Antropología,dado que lo correcto-según él- era actuar por deber y no por inclinación.Por eso,afirmaba Kant:
“Las pasiones son cánceres de la razón pura práctica y, las más de las veces, incurables...”
Pero Hegel se planteó el problema de la pasión desde una perspectiva mucho más cercana a lo que nos interesa a los que estudiamos las motivaciones humanas.Dijo el filósofo:
“Las leyes y los principios no viven ni prevalecen inmediatamente por sí mismos.La actividad que los pone por obra y les da existencia son las necesidades y los impulsos del hombre,como asimismo sus inclinaciones y pasiones.Para que yo haga y realice algo,es preciso que ello me importe;necesito estar en ello,encontrar satisfacción en realizarlo......(...)..la idea ,como tal,es la realidad;las pasiones son el brazo con que se extiende....
“Cuando diga pasión entenderé la determinación particular del carácter,por cuanto estas determinaciones de la voluntad no tienen solamente un contenido privado,sino que son el elemento impulsor y activo de los actos universales.(...)Si llamamos pasión al interés en el cual la individualidad entera se entrega-con olvido de todos los demás intereses múltiples que tenga y pueda tener-y se fija en el objeto con todas las fuerzas de su voluntad ,y concentra en este fin todos sus apetitos y energías,debemos decir que nada grande se ha realizado en el mundo sin pasión.”
Desde esta perspectiva,lo que importa no es entonces el eje :pasión vs.razón sino pasión vs.indiferencia,desinterés,falta de compromiso,entendiendo a la pasión como una manifestación de la pulsión de vida y los sentimientos mencionados en último término como la expresión silenciosa y sutil de la pulsión de muerte.
El compromiso pasional,tanto en su vertiente narcisista como objetal pasará por la posibilidad de investir al propio Yo y a los objetos y tornarlos significativos y deseados.En el caso particular de la pasión por la política; el interés por los otros,la preocupación por los asuntos de la comunidad,las inquietudes sociales,forman parte de esta conexión profunda del sujeto con su mundo,ausente sólo en patologías muy graves en donde el puente entre el Yo y la realidad está cortado,(Recordemos que aún el delirio es preferible a la desconexión,en tanto representa,según Freud,un intento de vuelta,una posibilidad de reconstitución del mundo.)
Por supuesto no hay que olvidar que ,en el fondo de estas inclinaciones libidinales,como no podía ser de otra manera si nos atenemos a la dualidad pulsional freudiana,acecha Tánatos..El intento de agredir al otro,someterlo,manipularlo o la entrega insensata a la propia ambición,se constituyen en momentos en los que la pasión política adquiere connotaciones perversas Pero Macbeth o Ricardo III no son el paradigma de la pasión política y el amor por el poder sino su desviación enfermiza..
Remo Bodei afirma que es posible otorgar distintos colores a variedades diferentes de pasiones. Y habla así de pasiones negras, rojas y grises.
Las negras son las pasiones fascistas,que desprecian el individualismo ,condenan la idea de bienestar individual y practican la apología de la guerra.Las rojas son las típicas de los movimientos revolucionarios y,según Bodei,buscan alcanzar un mundo más justo y un hombre nuevo y, si bien exigen la renuncia a la felicidad individual, pretenden que esta renuncia sea de carácter temporal.Las grises tienen mucho que ver con la democracia liberal,en la que podemos situar al modelo de persona típica de la cultura de nuestro tiempo- .Representan a un individualismo moderado,que odia los extremos y separa cuidadosamente lo público de lo privado.Según R.Bodei son
“...no fanáticas,no heroicas,sino cotidianas y normales”
Podemos advertir que la actitud hacia lo público es exaltada y vehemente en los dos primeros casos ( fascismos,movimientos revolucionarios) y más retraída y moderada en el último (las pasiones grises) En todos los casos se trata de sostener una voluntad firme (por eso son pasiones) respecto de cómo debería ser el mundo en el que vivimos, pero en los dos primeros, hay una acción pública mucho más vehemente y menor interés por la posición de cada persona en particular, por lo que se puede llegar a encarar sin conflictos el sometimiento del otro y aun su aniquilación. Aunque los valores en juego diferencien a las pasiones negras, habitualmente impregnadas de odio y violencia, de las rojas, llenas de ideales de fraternidad y justicia,en ocasiones el avasallamiento de los otros es semejante.
Si analizamos discursos de jerarcas nazis, como por ejemplo, los que han sido conservados para nuestra memoria en el film El triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl, vemos con claridad cómo la propuesta política es reiterativa y pobre y está compuesta por exhortaciones vacías, repeticiones de carácter ritual y movimientos escenográficos grandilocuentes.No hay allí una propuesta racional ni una invitación al pensamiento.
Si estudiamos otros fenómenos relacionados con movimientos profundamente transformadores y portadores de ideas de fraternidad y libertad, nos encontramos también con fanatismo y desprecio por el derecho de las minorías, aunque los ideales en que se basan los discursos de sus líderes estén llenos de ideas acerca de la igualdad de los seres humanos. En un análisis sobre la acción de los personajes más destacados de la Revolución Francesa,dice Remo Bodei:
“Lo que en los jacobinos escandaliza y representa la novedad de actitud no es tanto el terror en sí mismo(...) cuando su teorización y los modos de manifestarse. De manera distinta a las sugerencias de Maquiavelo,tendientes a ocultar o a camuflar la violencia,ella es exhibida y puesta en público.(...) El terror no es ocultado,sino proclamado.(...)”
“Una minoría-tres hombres bastarían para salvar la república- resume la voluntad general y puede por tanto utilizar la violencia en nombre del pueblo”
“Las ejecuciones en masa se presentan a los jacobinos como un modo,precisamente, para “regenerar” el cuerpo social.”
Ahora bien,en tiempos de relativa tranquilidad y en el marco de un régimen democrático, la pasión por la cosa pública de ninguna manera se expresa sólo cumpliendo con el rito de las elecciones. La pasión por la política, en el ciudadano común, exige implicarse de lleno en la vida pública,no necesariamente a través de la acción partidaria, sino del compromiso activo con el funcionamiento adecuado del sistema democrático. Esto quiere decir que practicar la pasión por la política no significa recordar que ella existe sólo en momentos de crisis o conflicto.Se trata, como bien lo sabían los griegos,de cumplir con las obligaciones de todo ciudadano:estar alerta, vigilar la acción de los representantes, informarse, pagar los impuestos,exigir que se cumplan las leyes.En el ciudadano que cumpla funciones de dirigente, la pasión deberá ser entendida como servicio a la comunidad y su beneficio personal será el placer que se desprenda del cumplimiento de su vocación política. La ambición, el enriquecimiento, la traición a los ideales, no son una característica de la pasión sino su aspecto patológico.
Es necesario insistir, a la manera aristotélica,en que la desviación no pasa sólo por el exceso sino también por la carencia. En cualquier actividad de un ser humano,si detectáramos en él una actitud de abulia crónica,abandono melancólico o indiferencia suicida no dudaríamos en afirmar que está pasando por una situación de perturbación psíquica. Sin embargo, en el ámbito de la política, nos parece normal que el ciudadano común no se ocupe del estado de su comunidad.Recién cuando el sistema estalla, ahí sí y en el mejor de los casos, vemos que se despierta en algunos la pasión por la cosa pública, así como vemos en otros una caída en la más profunda depresión y el aislamiento y también en la obsesión por almacenar objetos que lo provean de una cierta sensación de tranquilidad.
Responsables del colapso del sistema serán no sólo la venalidad e incapacidad de los dirigentes-que bastardearon su pasión política transformándola en adicción al poder-sino también la falta de pasión del conjunto de la sociedad.Si en tiempos de calma se practica la ideología de que” la política es cosa de políticos” y que “lo bueno es no meterse” para mantener “las manos limpias”, entonces la consecuencia lógica será que un grupo reducido de personas se apropie del poder y resuelva a su antojo. Si lo que va decidiendo la reacción de las personas no es el bienestar o malestar de toda su comunidad sino sólo el hecho de que sus intereses hayan sido afectados,entonces será que la preocupación por la cosa pública está mal entendida. La carencia de pasión política sostenida habrá conducido a esa sociedad hacia el desastre.
Esto lo planteaba con mucha claridad C.Castoriadis quien hablando de la sociedad actual decía:
Lo que se requiere es inmenso,va muy lejos; y los seres humanos tal como los reproducen constantemente las sociedades occidentales y también las otras están inmensamente lejos de esos requerimientos.¿Qué se requiere? Teiendo en cuenta la crisis ecológica la extremada desigualdad de la repartición de las riquezas entre países ricos y países pobres la casi-imposibilidad del sistema de continuar su actual carrera,lo que se requiere es una nueva creación imaginaria de una importancia inexistente en el pasado una creación que ubicara en el centro de la vida humana otras significaciones que no sean la expansión de la producción y del consumo,que plantearan objetivos de vida diferentes,que pudieran ser reconocidos por los seres humanos como algo que vale la pena...”(...)Esto exigiría otra organización del trabajo,que debería dejar de ser una carga para transformarse en un campo de despliegue de las capacidades humanas;otros sistemas políticos,una verdadera democracia que contemple la participación de todos en la toma de decisiones ;otra organización de la paideia para formar ciudadanos capaces de gobernar y de ser gobernados.....”
Para esa “nueva creación imaginaria” de la que habla el filósofo es necesario retomar lo que se estaba planteando al inicio de este artículo,es decir,hay que trabajar intensamente sobre la polaridad pasión-indiferencia,lo que implica el desarrollo de una verdadera tarea contracultural puesto que,en momentos de calma, hay una fuerte inclinación hacia el individualismo ,el desinterés por lo público y el aislamiento..Esta iniciativa podrá permitir que la pasión por la política sea considerada un valor apreciado de la sociedad:
a) no sólo para los tiempos de cólera ,sino también para los tiempos de estabilidad y bienestar.
b) Y no sólo para los que eligen la política como vocación sino para todos los ciudadanos .
En ese sentido es útil recordar que la progresiva escisión entre lo privado y lo público implicó la necesidad de delegación de la voluntad en representantes que,en la mayoría de los casos, sólo se representaron a ellos mismos o a grupos de poder.Una mayor sensibilización de todos los ciudadanos hacia la cosa pública,un nivel importante de pasión política engendrará una democracia más profunda y de mayor proyección,con la posibilidad de producir sistemas de representación más eficaces y funcionales en los que el representante esté realmente obligado a cumplir con lo que se le ha delegado y los representados tengan el derecho y la obligación de vigilar el desempeño de quien los representa
Por todo lo dicho,será necesario ser muy cauteloso cuando se consideren frases tales como “ la política es una cosa sucia” o “todos los políticos son manipuladores”, o “no hay políticos decentes y capaces.”porque se confunde la crítica hacia la perversión de una práctica con la crítica a la práctica misma.
Un último tema se impone en el análisis de la pasión política y es su relación con la violencia. Todo cambio social profundo implica violencia;en principio,violencia conceptual,porque se está proponiendo una nueva estructura que debe romper con la anterior;pero es necesario diferenciar la violencia ineludible cuando se está intentando una reestructuración política profunda de aquella que se establece como mero vehículo del odio .No se puede cambiar el mundo sin destruir lo que estaba establecido pero tampoco es legítimo,en nombre de la pasión política,entregarse en forma entusiasta al aniquilamiento del otro.Por eso es importante tener presente la diferenciación de Bodei entre las pasiones del fascismo y la de los movimientos revolucionarios.Y por eso se debe diferenciar el cuestionamiento activo e inteligente a los funcionarios que no han cumplido con su deber y que deben ser legalmente condenados por ello, de los enjuiciamientos improvisados que proponen un camino por fuera de nuestro mayor logro cultural,que es la justicia..Es necesario entonces diferenciar la pasión política del resentimiento,que es también una pasión,que puede estar en los orígenes de un deseo de cambio, pero que,por su pobreza de objetivos, está estructuralmente invalidada para crear algo nuevo.
María Angélica Palombo
Psicóloga
encuentroclinico [at] fibertel.com.ar
Bibliografía
Kant,Emanuel – Antropología- Libro Tercero:De la facultad apetitiva. Alianza Editorial.,Madrid,1991
Hegel,Georg W.F. –Lecciones sobre la filosofía de la historia universal-Cap 2:La idea de la Historia y su realización. Alianza Editorial.Madrid.l997
Bodei ,Remo :”El rojo,el negro,el gris:el color de las modernas pasiones políticas. En S.Vegetti Finzi-Historia de las pasiones ,Losada,Bs.As.,1998
Bodei,Remo – Geometría de las pasiones Cap.XXIV :Entre esperanza y miedo.Fondo de Cultura Económica.México.l995
Castoriadis,Cornelius – El avance de la insignificacia – Cap. VI (del mismo nombre)Eudeba-Argentina-l997