A partir de las entrevistas realizadas a tres profesionales psicólogos que se encuentran trabajando con la problemática del suicidio adolescente en distintas localidades de la Provincia de Buenos Aires, hemos podido detectar como común denominador: la carencia de estadísticas fidedignas; el aumento de los intentos de suicidio desde 2011, y en especial luego de la pandemia covid-19; el fenómeno de la identificación-propagación o efecto dominó a partir del manejo de la información; la más que evidente relación con las autolesiones, la violencia familiar y las adicciones; considerar la universalidad de la crisis adolescente sumada a las de la institución familiar y del contexto social, económico, político y cultural; el predominio de la carencia de un proyecto vital esperanzador tanto para jóvenes como para adultos, en medio de un mundo globalizado expulsivo y de exclusión.
Pocos se quieren matar si aman y recibieron amor, y si hay solidaridad, confianza, voluntad, pasión, memoria, optimismo y gratitud
A partir del encargo de Topía acerca de indagar en la silenciosa epidemia de suicidios adolescentes tan candente en los últimos años, nos propusimos a entrevistar a tres profesionales que se encuentran trabajando específicamente con esta problemática y con este sector de la población en distintos puntos de la Pcia. de Buenos Aires, a saber: el Partido de la Costa, Dolores y Mar del Plata. La primera pregunta refirió a los aspectos fenoménicos: 1) Cómo se manifiesta la problemática del suicidio adolescente en tu práctica profesional? La segunda al posible origen: 2) Cuáles serían a tu criterio las causas centrales? La tercera tuvo que ver con el abordaje: 3) Qué dispositivos se están implementando y qué considerás que se debiera hacer que no se está haciendo?
Allá bien al norte, en el llamado Chaco Austral y casi integrado en El Impenetrable, un pueblo guapea para abrirse camino en el bosque chaqueño a golpe de hacha. Hacheros argentinos que tienen como fuente de trabajo la tala del quebracho y el mantenimiento de esos montes. Fueron sus primeros pobladores que venían del sur de Santiago del Estero los que, al ver cenizas y restos calcinados de troncos carbonizados, lo llamaron en quechua “sacha rupaj” - Montequemante, Montecaliente.
Montequemado tiene una población de más de 30.000 habitantes.
No existe el agua potable (el agua que toma la población contiene un índice altísimo de arsénico), ni red cloacal. Es una ciudad con altos niveles de pobreza y necesidades básicas insatisfechas
}La autora describe la “épica” del Centro Cultural Camino Abierto, pero también el proceso de desmanicomialización en Río Negro. Por ello, es importante destacar una apreciación central: el Centro Cultural Camino Abierto “es una experiencia de desmanicomialización”. Como se describe en el prólogo, el Centro Cultural nació en el período en que Río Negro ya no tenía hospital psiquiátrico y su sistema de salud mental provincial contaba con progresiones diferentes en el proceso de reforma en los treinta y tres municipios provinciales.
Se acaban de cumplir 40 años de dos leyes fundamentales italianas en el campo de la Salud. La ley nº 180 “Verificación y tratamientos sanitarios y obligatorios” fue aprobada el 13 de mayo de 1978 (aquella que fundamenta el cierre de los manicomios). La ley nº 194 “Normas para la tutela social de la maternidad y sobre la interrupción voluntaria del embarazo” fue aprobada el 22 de mayo de 1978.
Un año después Basaglia dio sus conferencias en Brasil publicadas en La condena de ser loco y pobre (Topía, 2006). El 21 de junio de 1979 expuso sobre “La integración de la psiquiatría en los programas de salud pública” en el Instituto Sedes Sapientiae en San Pablo. Al terminar su exposición las preguntas llevaron a fundamentar el valor de las luchas para avanzar en el camino de dichas leyes. El intercambio se asemeja a un reportaje, que por su actualidad reproducimos aquí.
Lo importante es que estas leyes nacieron por la presión de movimientos populares que obligaron al parlamento a aprobarlas
Este texto recibió la primera mención en el Sexto Concurso de Ensayo de la Revista y la Editorial Topía por el jurado compuesto por ÚrsulaHauser, Juan Carlos Volnovich, Vicente Zito Lema, Miguel Benasayag y Enrique Carpintero.
Su autor con un estilo no exento de ironía describe sus años de residencia en Salud Mental a través de un caso. En la introducción señala:
“…Describámosle al lector el marco en donde se encuadra el relato del texto.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la residencia en salud mental es un programa rentado de formación interdisciplinaria, conformada por psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y musicoterapeutas. Los enfermeros, si bien no pertenecen al sistema de formación, juegan un papel crucial en el campo.
El servicio cuyas prácticas estoy a punto de describir no es la excepción entre el resto, sino un efector más dentro del entramado manicomial
Desde hace años que hemos venido publicando en las páginas de Topía textos sobre la experiencia en Trieste. Vale mencionar, entre otros, los libros La condena de ser pobre y loco de Franco Basaglia y Vivir sin manicomiosde Franco Rotelli. Pero, ¿cómo se trabaja hoy en Trieste? Su actual director envió especialmente este texto para nuestra revista, donde se transmite cómo se continúa trabajando hoy y cuáles son los logros a partir de más de 40 años de trabajo.
Introducción
En Italia, la desinstitucionalización psiquiátrica se completó al punto de que se han cerrado todos los hospitales psiquiátricos en un lapso de dos décadas (1978-1999), gracias a un movimiento crítico previo y a la ley de reforma que se aplicó en 1978. Esta ley se basa en los derechos plenos (como el derecho a la libre comunicación, el derecho a apelar, a no tener tratamientos involuntarios prolongados, a la no detención durante esos tratamientos) y no contempla la intervención de ninguna autoridad de la justicia ni del orden público. Estos principios llevaron a que se lograra la tasa más baja de tratamiento involuntario en Europa (17/100.000), así como la tasa de menor duración de estos tratamientos (10 días), lo cual evita que los usuarios del servicio pasen por un proceso pesado de institucionalización. El sector forense pasa ahora por una desinstitucionalización gradual (el 31 de marzo de 2015 la ley número 81 dictaminó el cierre de los 6 hospitales forenses existentes, reemplazándolos por pequeñas unidades regionales vinculadas a los departamentos de salud mental), con lo que en dos años se redujo el número de detenidos a menos de 600, en comparación con los 1500 de años anteriores (ROSEN et al., 2012, 2014).
A partir de Gramsci, la hegemonía es entendida como un proceso de dirección política e ideológica, en el que una clase o sector logra una apropiación preferencial de las instancias de poder en alianza con otras clases, admitiendo espacios donde los grupos subalternos desarrollan prácticas independientes y no siempre “funcionales” para la reproducción del sistema.
Este proceso actual, se inscribe en el llamado “tecnocapitalismo”, en el cual las corporaciones farmacéuticas, han pasado a ser una de las actividades con mayor margen de renta del sistema capitalista
Tercer año de residencia de Salud Mental. Rotación libre. Destino: Río de Janeiro. Atraídas por la posibilidad de sumergirnos en otra cultura, donde la playa, la samba y el arroz con feijoada sustituyen al fernet, el rock nacional y las empanadas. A su vez, un contexto parecido al nuestro, atravesado por altos niveles de pobreza, desigualdad social, desempleo, crisis económica, inseguridad, narcotráfico.
Continuamos esta sección de encuentros con quienes trabajan en el ámbito de la Salud Pública. Esto permite a los lectores apreciar qué es lo que efectivamente está sucediendo en el quehacer cotidiano en Salud Mental. Cómo se trabaja en algunos lugares, cuáles son las problemáticas concretas. En este caso encontraremos la tramitación de la violencia, cómo se palpa la medicalización en Salud Mental y las dificultades en el trabajo interdisciplinario e interinstitucional.
Participaron Ricardo Mauro (Lic. en Psicología y jefe de unidad), Rita Wassertheil (Lic. en Psicología y coordinadora de Adolescencia, Marisa Rubín (Lic. en Psicología y coordinadora de Adultos), Natalia Schaposnik (Lic. en psicología y coordinadora de Niños), Joaquín Tey (Lic. en Psicología y jefe de residentes), Marina González King (Psiquiatra y jefa de residentes) y Carlos Barzani (tanto como profesional de Adolescencia del Hospital y miembro del Consejo de Redacción de Topía).
Prácticas y Subjetividades.
Primera mención del Quinto concurso Internacional de Ensayo Breve 2014-2015.
25 años de la Revista Topía.
Área: “Problemáticas en Salud Mental”
Juan Rulfo hace decir a Juan preciado: “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Paramo”[2]. Que alguien se pregunte por la desmanicomialización no es solo venir a Río Negro y escuchar historias de lo que se ha hecho, sobre lo conocido, lo por hacer; es hacerlo tema propio, pero también habitar un contexto que convive con fantasmas antiquísimos sobre la llamada locura. Por eso, se invoca al lector atento, de manera que no se pierda en el camino, cual anticuario de velos hegemónicos.
Cuando recibimos chicos que no juegan, solemos verificar que en realidad se trata de familias que no juegan las que tenemos frente nuestro. Y es por eso que los tratamientos que incluyen un espacio para los chicos y otro para los padres suelen funcionar mejor. Me interesa aquí la óptica de lo familiar, porque cuando no se incluye algún modo de pensar el jugar en nuestra visión clínica de conjunto, se suele ver psicopatológicamente lo que es un potencial juego que para desarrollarse necesita ser reconocido y recibido por un otro. El pensar a nivel de las familias abre otras perspectivas clínicas.
Continuamos esta sección de encuentros con quienes trabajan en el ámbito de la Salud Pública. Esto permite a los lectores palpar qué es lo que efectivamente está sucediendo en el quehacer cotidiano en Salud Mental. Cómo se trabaja en algunos lugares, cuáles son las problemáticas concretas. Y en este caso particular poder vislumbrar la potencia del trabajo interdisciplinario, cuestionado por sectores de poder médico psiquiátrico en la actualidad, tal como se puede leer en la Nota de Editores de este mismo número.
Estamos a más de cuatro años de la aprobación de la Ley Nacional de Salud Mental. Una de las cuestiones básicas para poder modificar la situación es poder ver cómo efectivamente se trabaja. Esto implica cómo es la práctica y las problemáticas concretas en cada lugar. Cuáles son sus necesidades y sus dificultades. Es por eso, que desde nuestra revista queremos abordar estas cuestiones e inauguramos esta sección para dar la palabra quienes trabajan en el ámbito de la Salud Pública.
El siguiente texto es una versión ampliada y corregida de la exposición en el marco de una jornada preparatoria al IV Encuentro Nacional de Prácticas Comunitarias en Salud, realizada el 19 de septiembre de 2014 en la ciudad de Rosario.
Sigmund Freud fue construyendo el psicoanálisis en el marco de una sociedad victoriana, heteronormativa y patriarcal. Nuestros tiempos son otros. Vivimos en el marco de un capitalismo mundializado donde esta forma de subjetivación ha dejado de ser hegemónica. Han cambiado muchas cuestiones, desde las formas de organización familiar a las sexualidades. Si la cultura actual promueve la mercantilización de cada rincón de las entrañas de nuestra subjetividad, la sexualidad no está ajena a esta transformación. Y es el tema central de este número, aquello que denominamos “sexualidad de consumo”. Diferentes autores desde distintos ángulos permiten vislumbrar alcances de este fenómeno en nuestra subjetividad a partir de indagar sobre la mercantilización de la sexualidad, el erotismo y la pornografía de hoy.
Como en algunas películas de suspenso, empezaremos por el final. A pesar de toda la producción y la documentación científica, de los consensos internacionales, de la reglamentación de la ley nacional de salud mental, de la existencia de la ley 448 (CABA) de la indiscutible reivindicación de los derechos humanos de los pacientes, de la innegable importancia de los programas comunitarios, en el 2012 se desmanteló en la Ciudad de Buenos Aires un programa de atención comunitaria destinado a niños/as y adolescentes con trastornos mentales severos (PAC, GCABA) perteneciente a la Dirección Adjunta de Salud Mental y con sede en el Centro de Salud Mental Nro. 1. Dicho programa que había comenzado en el 2007, asentaba su trabajo sobre la promoción de los derechos del niño, niña y adolescente (NNyA). El PAC puso énfasis en una mayor inserción social de esos NNyA a partir de una mirada integral e intersectorial que tomara en cuenta la multidimensionalidad de los determinantes sociales de la salud. Para ello fundó su trabajo en la interdisciplinariedad, la Intersectorialidad, la territorialidad, y la integralidad. Centrarse en esa perspectiva de derechos ha incluido accionar tanto en la accesibilidad, como en la equidad en la atención en salud, trabajar en la coordinación y la continuidad del proceso salud/enfermedad/atención, logrando una mejora en la efectividad de los cuidados.
En los últimos diez años una parte significativa de mis prácticas profesionales se ha desarrollado en las casas de las personas-conociendo sus formas de vivir y ocupar esos espacios, recorriendo diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires-. Este hecho configuró una puesta en movimiento concreta, interactuando desde un equipo interdisciplinario, con personas que sufren ciertos padecimientos que les impiden salir de sus casas, y por lo tanto también con sus familias.
En una reciente comunicación institucional de parte de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA), se informa a sus asociados sobre un “hecho histórico” para la institución: "…la de ser la única Sociedad Profesional Evaluadora del Sistema Nacional de Acreditación de Residencias del Equipo de Salud, a cargo de la Dirección Nacional de Capital Humano y Salud Ocupacional del Ministerio de Salud de Nación, en lo que compete a las Residencias de Psiquiatría, Psiquiatría infanto-juvenil y Enfermería Psiquiátrica y de Salud Mental de todo el país".
La lectura de las reflexiones de Scorofitz[1], Vainer[2] y Carpintero[3], algunas de estas compartidas en la Revista Topia, me movilizaron a participar del debate y colocar en juego algunas hipótesis que vengo construyendo hace ya un tiempo.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra