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La hija perdida, entre el deseo y el estrago

La hija perdida es el título que se eligió para la película que se basa -no totalmente- en el libro de Elena Ferrante, La hija oscura. Y ese deslizamiento -perdidaoscura- aporta a la descripción de Leda y los demás personajes, ya que otra riqueza de ese título es que refleja la indeterminación de las agentes: esa hija perdida puede ser tanto Nina, Elena, Leda, su madre también, Martha, Bianca o esa muñeca que las representa a todas por igual pero a cada una de un modo distinto. 

El mar desde las casas

(Miradas a través del Cine)

A propósito de estas “accidentadas vacaciones”, por causa del tan comentado coronavirus y su posterior contagio y transmisión, que obligó a una cuarentena (la más larga del mundo), la mayoría no pudo o no quiso (por cuestiones preventivas y económicas) viajar a la costa, y a sus respectivos centros turísticos. Nos conformamos con mirar el mar a la distancia, por televisión desde nuestras casas. Donde “cuánto más nos acercábamos al mar, éste más se alejaba”. Y donde cada día nos levantamos, no de una pesadilla, sino a la pesadilla como en los textos de Kafka, en especial la novela El Proceso, llevada al cine por Orson Welles.

El mar sugiere el infinito, y cuando esta embravecido, causante de tragedias, naufragios y tsunamis. El mar como metáfora también de las pasiones humanas que sobrepasan, como pensaban los románticos, la capacidad racional

Del cine y la fotografía a la poesía

Esa mujer captada de espaldas, en su silencio cotidiano
desde el interior de su cuarto, espacializa la espera,
dilata y proyecta la nostalgia hacia una realidad lejana.
Hacia una suspensión emotiva que prevalece
más allá de los muros de la casa.

Afuera, la arboleda se refleja en el cristal, espejo
que se funde con su rostro enmarcado en la ventana:
el retrato de un severo anuncio que niega
definitivamente un futuro de felicidad.

Freud: más vivo que muerto Entrevista a Tzachi Schiff

Tzachi Schiff es productor y director de cine israelí. Es egresado de las carreras Trabajo Social y Cine, de la Universidad de Tel Aviv. En 1988 creó su compañía Transfax Films Productions que produjo alrededor de 40 documentales para la televisión israelí. Varias de sus películas y coproducciones recibieron premios y reconocimientos internacionales, y es actualmente uno de los más experimentados productores de cine israelí. Trabaja como director de la Academia Israelí de Cine y Televisión.

Cine y revolución (A 100 años de Octubre)

El cine significó el primer intento, a partir de la cultura individualista moderna, de producir arte para un público masivo. En realidad esta tentativa de crear eventos artísticos de masas en el cine soviético continuaba la tradición iniciada por el poeta futurista Vladimir Maiacovski (vocero poético de la excitación revolucionaria bolchevique), su Misterio bufo, tuvo como consecuencia directa una enorme influencia sobre los primeros films de Sergei Eisenstein: La huelga (1924) y El acorazado Potemkin (1925). Y que según Sergei Yutkévich fueron el resultado de este tipo de eventos populares, nacidos de la Revolución.

“La explosión” experimental que siguió a la Revolución de Octubre de 1917, llevó al cine soviético a la vanguardia del cine mundial de la década del 20

Roberto Arlt y el cine

A propósito de la reciente proyección de Los siete locos Los Lanzallamas, emitida por la TV pública, con adaptación y guión de Ricardo Piglia; una serie de 30 capítulos, dirigida por Ana Piterbarg y Fernando Spiner (quien ya había trabajado con Piglia en el film de ciencia ficción La sonámbula) y protagonizada -en una actuación más que respetable- por Diego Velázquez (Erdosain), Carlos Belloso (el astrólogo), Pablo Cedrón (Barsut), Daniel Fanego (Haffner, “el rufián melancólico”), Leonor Manso, Belén Blanco, entre otros actores. Convendría recordar y tener en cuenta, las complejas relaciones entre uno de los más grandes escritores argentinos y el fenómeno cinematográfico

Cine y vida cotidiana en la Argentina actual

Para indagar sobre la problemática de la vida cotidiana actual en la Argentina, a través de la mirada del cine, deberíamos en principio articular la presente y supuesta “década ganada”, con el pasado más reciente, para poder proyectarlo hacia un futuro más que incierto. O sea tener en cuenta de hecho el período histórico que va desde fines de los 90, pasando por el 2000 –crisis incluida-, hasta nuestros días, con el consecuente fin de “un relato” cada vez más inverosímil e increíble.

El cine y la primera guerra mundial

Una filmografía para recordar y reflexionar sobre los cien años de la primera guerra mundial

A modo de un breve recordatorio informativo, a 100 años de la Primera Guerra Mundial (28 de julio de 1914, asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria-Hungría), vale la pena hacer una apretada síntesis, pero a la vez significativa, del texto La época de la guerra total del gran historiador Eric Hobsbawm: “alguien que ha vivido el siglo XX, que estuvo en Berlín cuando Hitler era proclamado canciller y en Moscú después de la muerte de Stalin”. Texto con que arranca su ya clásico e inquietante libro Historia del Siglo XX (1914-1991).

Para quienes se habían hecho adultos antes de 1914, el contraste era tan brutal que muchos de ellos que vivían en la Europa central, rechazaban cualquier continuidad con el pasado. “Paz significaba antes de 1914”. Esa actitud era comprensible, ya que desde hacía un siglo no había ocurrido una guerra importante.

La comida en el cine

Una selección de cine y comida para gozar y saborear

A Alfredo Caeiro, cocinero oficial de Topía

La entrada

El cine, suma de todas las artes cuyo resultado es más que la suma de sus partes, arte Wagneriano por excelencia, además incorpora desde sus orígenes innumerables gestos culinarios. Tanto la comida como el arte cinematográfico, son hechos culturales y creativos. Dos vehículos más que eficaces de comunicación masiva, o de manipulación política: Pan y Circo.

Patrón: un cuento y un film sobre la crueldad del patriarcado

Tanto el cuento Patrón de Abelardo Castillo, como el film homónimo de Jorge Rocca, son una lectura metafórica sobre el patriarcado, y donde su consecuente autoritarismo es llevado a extremos de crueldad.

Las tramas de ambas narraciones, permiten además, ser leídas en clave histórico-político-económico-social. La analogía entre el personaje del patrón de estancia y las figuras autoritarias de los regímenes dictatoriales del país, son más que evidentes.

Dentro de este contexto particular, y de su ubicación histórico-geográfica, el patriarcado podría definirse como la manifestación y la institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y los niños, y la aplicación de ese dominio en la sociedad en general. Ello implica que los varones tienen el poder en las instituciones importantes de la sociedad, privando a las mujeres de acceder a él. Un sistema de estructuras sociales basado en la subordinación de las mujeres por los hombres.

Cortázar a través del cine

Homenaje a 100 años de su nacimiento

Desde aquella versión del texto de Emile Zola, que en 1902 hiciera Ferdinad Zecca para el film Víctimas del alcohol, o desde la trasposición de la famosa novela de Julio Verne, 20.000 leguas de viaje submarino (1907) del “mago” Georges Méliès , pasando por David Griffith y Sergei Eisenstein (momento en el que el cine-invento de los Hnos. Lumière adquiere autonomía, y comienza a independizarse de su pasado teatral y literario) hasta las más actuales absorciones literarias hechas por el cine, se ha recorrido más de un siglo. En esta relación “mal avenida” –se llevan mal, pero permanecen juntos-, ambos discursos se han enriquecido: la literatura, en especial los cuentos y las novelas, han prestado al cine su condición narrativa, y el cine ha cedido a la literatura parte de sus elementos constitutivos (montaje-continuidad, flash back, yuxtaposición de planos, elipsis, etc.). Además, el cine ha contribuido a la evolución formal de la novela, y sus vanguardias.

Dejours va al cine

(Miradas cinematográficas desde sus textos)

Una “mirada al sesgo”

S. Zizek, siguiendo la recomendación de W. Benjamin, sugería como estrategia de reflexión y análisis sobre determinada problemática, evitar una perspectiva “directa”, “de frente”, sino un “enfoque al sesgo”. Por ejemplo, la lectura del capitalismo  a través del policial negro o la ciencia ficción. Lacan desde los films de Hitchcock o Buñuel. Freud, junto a S. Holmes, G. Morelli y el paradigma indiciario. El libertino Sade desde la santidad de San Ignacio de Loyola. O como en este caso,  la problemática del trabajo, desarrollado en los distintos textos de C. Dejours, ejemplificados y descriptos por el cine.

Un encuentro entre dos registros, para establecer un vínculo, un diálogo (que implica también conflicto) para ilustrar cinematográficamente, y de manera “más expansiva”, los textos de Dejours. Como por ejemplo: Trabajo y emancipación, Sexualidad y Trabajo, La banalización de la injusticia social.

Madres en el cine

Antes de entrar en el desarrollo de la temática “las madres en el cine”, y a modo de homenaje, me gustaría recordar a la francesa Alice Guy (Saint-Mandé, 1873-Nueva Jersey 1968), quien es considerada la primera cineasta de la historia. Esta improvisada e intuitiva realizadora, secretaria de León Gaumont, fue quien inició en 1898 la producción de la Cía. Gaumont.

Alice Guy desarrolló una fructífera carrera entre 1890 y 1920, por lo que fue coetánea de los Hnos. Lumiere, Charles Pathé y George Melies. O sea una pionera del proceso cinematográfico. Ya en 1896, combina las imágenes en movimiento de los Lumiere con el arte teatral, en la que fuera el primer film narrativo y de ficción: El hada de los repollos.

Además, en una época en la que sólo se proyectaban films mudos, ella desarrolló el chronophone (en la que la imagen proyectada en la pantalla está sincronizada con los sonidos que emite el fonógrafo que hay debajo), 30 años antes de que se realizara el primer film sonoro de la historia.

Cine de temática gay

(UNA APRETADA “HOMOVIDEOTECA”)

Relacionar la homosexualidad y el cine, o sea las historias que éste ha representado en torno a las relaciones amorosas entre personas del mismo sexo, ha pasado a ser después de más de un siglo de historia, un clásico del “séptimo arte”. Un buen número de directores así lo demuestra: Visconti, Bertolucci, Pasolini, Fassbinder, Jarman, Almodóvar, nombres entre muchos otros, que no ofrecen ninguna duda en cuanto a la calidad de sus discursos visuales, y que no sólo han creado ficciones emblemáticas, sino que han profundizado en la temática de la homosexualidad desde múltiples y variadas perspectivas. Ante tal propuesta, surge una pregunta obligada: ¿Existe un género cinematográfico (como lo son el policial, el western, la ciencia ficción), que se pueda denominar “gay”? Si entendemos el concepto de género, no solo como un emergente pretensioso-estandarizado de la industria del cine para dirigir y facilitar las elecciones del público, por un tipo de cine clasificado de antemano. Y recuperamos la noción de “género” desde su etimología: (genus-generis) el término contiene dos elementos esenciales: lo específico de una serie, rasgos comunes dentro de un conjunto más amplio. Y la diferencia con otros conjuntos que no lo comparten. Categorías organizadas de acuerdo a ciertas temáticas, formas narrativas, estrategias de composición y producción, estilos determinados. Sin olvidar,  la relación con las tradiciones culturales, los cambios sociales. Y fundamentalmente la relación con lo ideológico, en un momento determinado del proceso histórico.

Cine, fast food y celulares

¡Qué ojos grandes que tienes abuelita!

Las grandes producciones de Hollywood están realizadas en 3D, una no tan nueva propuesta tecnológica[1]. Estos films baten todos los records de taquilla e indican una tendencia que modifica  la manera de ver películas. No es la primera vez que esto ocurre –recordar el pasaje del cine mudo al sonoro- y tampoco será la última: ya hay nuevos desarrollos donde se está probando incorporar los olores al cine (4D).

El cine y el mal

Las chicas buenas van al cielo,

                                                             las malas donde quieren.

                                                                                        (grafitti anónimo)

 

Un concepto polémico

 

No podemos negar que el mal, su problemática, sus representaciones más típicas como el infierno, el personaje del diablo, ejerció y sigue ejerciendo una poderosa fascinación sobre el imaginario colectivo.

Grandes directores (Porque el cine no empezó con Tarantino) Akira kurosawa anticipó el desastre nuclear

Es uno de los dos o tres maestros del cine de nuestros días.

                                                                                 Francis Ford Coppola   

 

          Ante él todos somos aficionados; uno nunca se aburre con sus fims, su cine es una especie de milagro expresivo.

                                                                                  Federico Fellini

                                             

Grandes Directores (“Por qué el cine no empezó con Tarantino”)

Federico Fellini, la representación del deseo

No quiero demostrar nada, lo que quiero es mostrar.

Creo no podría vivir sin hacer cine.

Federico Fellini

 

 

Breve aclaración inicial

 

Nuevos muros en el cine

Metáforas y motivos visuales

Comentó Anton Chejov, que si en el primer acto de una obra de teatro, aparece una escopeta colgada en la pared, en el último acto ésta debería dispararse. De lo contrario, no cumpliría ninguna función relevante. Salvo la de ser un mero objeto decorativo o de relleno. Que en este caso, podría ser reemplazado por cualquier otro.

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