Había transcurrido más de media hora de la entrevista y María seguía muy confusa. Lo único que aparecía con claridad era su motivo de consulta: “Tengo mucho miedo de tener hijos.” Estaba casada hacía 5 años. Sentía un gran amor por su marido, pero desde hacía 2 años, cuando decidieron que quedara embarazada, comenzó a evitar las relaciones sexuales. Aún más, las tenía durante el período en que no era posible el embarazo. Igual estaba con miedo de que ese recurso fallara. La sensación que trasmitía era de pánico.
----Angela, te noto distraída, seguís dejando todo brillante y perfumado, pero noté olvidos no habituales, una franela y el líquido limpiador quedó en la mesa del comedor, la puerta de calle entreabierta, el teléfono descolgado ¿algo te preocupa o te tiene disconforme?
---Si supiera Sra…..tengo tanto para contarle si me quiere escuchar, Ud. que es psicóloga.
----Contame, por la confianza que tenés, no como profesional.
“«Hay putos», escribió con sencillez espantosa Francisco López de Gómara para describir algunas costumbres que lo sorprendieron después de escuchar los relatos referidos por los viajeros del Nuevo Mundo.”3
Así comienza Osvaldo Bazán el segundo capítulo de su historia sobre la homosexualidad en la Argentina sin disimular su irritación al adjetivar el relato del historiador y clérigo autor de la Historia General de las Indias (1552). Esta narración que, según su autor, ha “trabajado por decir las cosas como pasan”, registra incansablemente la presencia del “pecado de sodomía” o “pecado nefando” en los nativos de América. El empeño de López de Gómara por “decir las cosas como pasan” nos permite discernir lo que era “natural” para él y el público para el que escribe. El clérigo no se queda solo en la descripción de “actos” o “conductas”, sino que además sustantiva y adjetiva a los protagonistas de esos comportamientos expresando una y otra vez sus juicios de valor.
Diferentes autores discuten la posibilidad de incluir la Homofobia y la Tiflofobia (ésta última denominación pergeñada por el Lic. Raíces Montero y se refiere al rechazo sutil o compulsivo hacia las personas ciegas o disminuidas visuales), ora dentro de la neurosis de angustia, ora en la neurosis fóbica. Para una mayor claridad de la temática, creemos que deberíamos dictaminar a la fobia de la neurosis de angustia como una forma neurótica de-formación polimorfa, ya que la angustia traduce simplemente la tensión interior que resulta de la imposibilidad de descargar adecuadamente la energía pulsional. Por ello, en la clínica, aparece como expresión sin marco de referencia precisos, deslucidos, impidiendo imprimir un nombre que lo nombre. Al poder "identificarla", a través de mecanismos defensivos como la racionalización o la intelectualización, acompañada por objetos paranoides introyectados, es cuando podemos definirla como neurosis fóbica. Así el supuesto objeto-sujeto es pasible de ser atacado. De allí el alivio aparente de librarse de él. Es un mecanismo usado no solamente por las personas sino por Instituciones o grupos de franca patología clínica. Entonces, podríamos comenzar a definir la neurosis fóbica como la sistematización de la angustia sobre personas, cosas, situaciones o actos, que se convierten en objetos paranoides por de-mostrar el lugar de la falta, imprimiendo para su control, como patognomónico, la intelectualización y la racionalización como defensa.
La salud-enfermedad-cuidado es un proceso singular y colectivo, e implica un entramado de dimensiones: socio-económicas y políticas, de tradiciones científicas de interpretación e intervención técnica, de significaciones y representaciones en relación con el cuerpo y sus afectaciones, de producción socio histórica de subjetividades, géneros y sus relaciones; y, prácticas sociales y de la cotidianeidad.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó por unanimidad declarar de interés la Campaña Internacional: “Curas que Matan” del Comité IDAHO (International Day Against Homophobia and Transphobia). A través de un manifiesto suma adhesiones en todo el mundo contra las llamadas “terapias reparadoras” que promueven la “curación” de personas gays, lesbianas y trans en abierta violación de los Derechos Humanos y Derechos Civiles.
El Colectivo Ovejas Negras (reúne al Colectivo LGTB) se pregunta: “¿Es que una persona trans ‘no califica’ en Uruguay como ser humano? En lo que va de este año, hay cinco personas trans asesinadas, todas con violencia, pero la última con extremo sadismo y violencia. Parecería que fue como un fusilamiento, luego quema del cuerpo y el esparcimiento de cenizas y huesos en el terreno, como dejando una marca. ¿Una marca de qué? Como dice Alfredo Grande, de ¿la cultura represora?’ “Se condena la sexualidad a los diferentes equipamientos disciplinadores que la cultura represora construye con prisa y sin pausa” (Grande, 2008).
En Uruguay, en los últimos años se han aprobado a nivel parlamentario una serie de leyes que facilitan e integran los nuevos arreglos familiares, no obstante; ¿estamos preparados como ciudadano/as a habitar y convivir en un mismo espacio social o institucional, entre personas con proyectos de vida y de familia diferentes? Este artículo desarrolla un proceso de análisis a partir de una situación de discriminación sexual en el ámbito laboral; en la cual se observan distintos ejercicios de poder que vulneran los derechos de una persona en particular. Análisis articulado con conceptos desarrollados por Foucault y otros autores contemporáneos, de la teoría queer y género. Intentando hacia el final, aportar y seguir pensando estrategias facilitadoras para la convivencia social, desde una perspectiva de diversidad y derechos humanos.
Con la caída del Muro de Berlín -el “día después del fin del siglo XX”[1]- la ilusión de un sistema unificado vino a reemplazar la certera realidad de un mundo bipolar.
En diciembre de 2010, un conjunto de habitantes de villas porteñas ocupó el Parque Indoamericano de la ciudad de Buenos Aires. La memoria podrá jugarnos, a escasos meses de lo ocurrido, alguna mala pasada para recordar los detalles que se sucedieron en esos fatídicos días; lo que resulta imposible olvidar es al Jefe de gobierno porteño responsabilizando a la “inmigración desenfrenada” de un rosario de males que aquejan a la ciudad.
Nota: el uso del asterisco esta implementado para evitar usar el genérico masculino. La @ tampoco es conveniente en estos términos, ya que implica una derogada dualidad genérica y además es difícil leer por programas utilizados por personas ciegas o ambliopes.
Café de por medio le pregunto a una colega, ciega… cómo le fue con su postulación en un instituto de rehabilitación. Me contesta: “La persona a cargo dijo que no era una institución para mí, porque tenían muchas columnas…”.
La ley del matrimonio igualitario es una realidad en Argentina. Sin dudas, el hecho representa un desplazamiento de la conciencia colectiva de nuestra sociedad que paulatinamente ha hecho lugar a una de las formas de la siempre incompleta igualdad social.
Cuerpos sexuados, modalidades deseantes, elección de objetos, descargas pulsionales que exceden, estallan y no se aprisionan en los moldes que el binarismo: femenino – masculino encierra. Prácticas de encarnar el deseo, la pasión y la identidad que requieren ser reconceptualizadas para que las teorías que pretenden describirlas y ayudarlas en sus sufrimientos no las continúen violentando a través de una imposición de sentido psicopatológico que, a diferencia de nuestro imperativo ético que nos obliga a trabajar con el sufrimiento humano, nos deja inermes en nuestra tarea tanto clínica como teórica.
“Lo que más perturba a quienes no son gays es la forma de vida gay, y no los actos sexuales mismos (…) es el temor general a que desarrollen relaciones intensas y satisfactorias (…), y nuevas formas de vida que no se asemejen a aquellas que han sido institucionalizadas.” (Foucault, 1985: 34-35).
Comenzaré por el final: envío este texto, especialmente, a aquellos personajes que suelen tomar una posición particular durante los debates políticos e ideológicos y que consiste en recomendar prudencia a quien se atreve a disentir de verdades oficiales.
El día 1 de julio la revista Topía estuvo presente en el evento organizado por la FALGBT en el salón “Eva Perón” del Senado de la Nación con el fin de apoyar la aprobación de la Ley de matrimonio para personas del mismo sexo. Allí estuvieron presentes investigadores del Conicet, psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras y profesionales de diversas disciplinas e instituciones explicando y argumentando los motivos por los cuales resulta un avance en la salud mental de nuestra sociedad.
Uno de los aspectos del doble discurso en la sociedad y en política, se enfatiza cuando usos y costumbres pueden legitimar situaciones, hechos, actos no contemplados en una norma legal. Dicho de otro modo, hablamos del momento o tiempo para la práctica habitual de una cosa que ha adquirido fuerza de uso, que autentica como cierta y/o verdadera la realización de algo, emanado de la voluntad y razón: produce.
Ante la imposibilidad e inconveniencia de fijar definiciones específicas, de límites impermeables, fijos, cuando hablamos de identidades sexuales, el libro que compila el Lic. Jorge Raíces Montero Un cuerpo, mil sexos: Intersexualidades de editorial Topía, nos brinda la posibilidad de conocer, o aproximarnos a una comprensión de la problemática social, jurídica y médica en torno a la idea de otras sexualidades que exceden, deconstruyen y deslocalizan el binomio hombre/mujer: las intersexualidades.
Tiempo ha, la Psiquiatría consideraba la homosexualidad masculina como un problema hormonal: inyectaban a sus pacientes importantes dosis de Testosterona. Obviamente el lesbianismo estaba invisibilizado. La falta de seguimiento de este tratamiento y sus consecuencias nos enfatiza como conclusión indubitable que partía el/la profesional, no de un supuesto científico sino de una creencia, un dogma. Provocaba un aumento en el erotismo del paciente pero ninguna modificación en su Orientación Sexual.
En Agosto de 2007 salió publicado en el Nº 50 de la Revista Topía el artículo “Ciudad para vivir... sin drogas”. Allí relataba el desmantelamiento progresivo de la Dirección de Prevención Social, una institución pionera en el trabajo sobre la problemática de las adicciones. Fue creada por Wilbur “Dicky” Grimson en 1985 en el municipio de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, cuyo intendente es Enrique “el japonés” García desde 1987.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra