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Las funciones del tejido en la estabilización de las psicosis, tejer punto por punto

 

La idea de este escrito es poder pensar qué función cumple el tejer en la estabilización de la psicosis. 

Desde una mirada psicoanalítica haré una articulación teórica vinculada a un caso clínico que doy seguimiento como residente de tercer año del Hospital de Alta Complejidad SAMIC de El Calafate.

Lo que captó mi atención es la parte creativa de la paciente, en particular sus tejidos que son amigurumis, animales tejidos en lana, los cuales ella vende y tiene su emprendimiento. 

Sara, de género femenino, tiene 18 años. Nació en la ciudad de Río Gallegos.

Llegó a la localidad en el 2015, actualmente vive con su madre (46), quien es profesora de dibujo, la pareja de su madre de 39 años, quien trabaja como auxiliar en una escuela y sus tres hermanos, de 21, 14 y 11 años de edad.  

Sus padres están separados desde hace 16 años.  Él (46) vive en la ciudad de Río Gallegos junto a su pareja, y se dedica a la construcción.

La paciente acaba de finalizar el secundario con modalidad domiciliaria por presentar dificultades para vincularse con sus pares. Actualmente se encuentra viendo carreras posibles para continuar sus estudios, entre ellas está enfermería como posibilidad.

Como antecedentes familiares su madre y abuela materna sufren de depresión, ansiedad y trastorno de la personalidad. 

La paciente recibió tratamientos previos en salud mental desde temprana edad.

A los 11 años consulta con psicología dado que presentaba dificultades en lo social y se chupaba el dedo desde los dos años, lo que le trajo consecuencias en el aparato bucal y realizó fonoaudiología.

Hace tres años que empieza con el tratamiento psicofarmacológico.

Según consta en las historias clínicas comienza tratamiento en su adolescencia por anhedonia, abulia, ansiedad, fobia social, ataques de pánico, distimia, angustia, aislamiento, temores, insomnio de mantenimiento y de conciliación, ideas de muerte y conductas autolesivas.

La paciente tuvo tres internaciones por Salud Mental, la primera en enero del 2023, en la cual estuvo internada 20 días, en mayo del mismo año (15 días internadas) y la última en marzo del 2024, la cual tuvo una duración de un mes.

Sus internaciones estuvieron en relación a conductas auto agresivas (quemarse con cigarrillo, cortarse la pierna con un cuchillo, tijeras), ideación tanática con plan estructurado, hipertimia displacentera, signos de impulsividad e irritabilidad, plan homicida, rasgos paranoides, sobre ingesta medicamentosa.

Desde un enfoque freudiano, tejer podría ser visto como un intento de crear una constelación simbólica que brinde un sentido de control y cohesión frente a la fragmentación de la experiencia psíquica.

Durante la primera internación tomé implicancia en el caso para darle seguimiento por psicología en conjunto con la psicóloga de planta asignada, quien era su tratante en ambulatorio, esto fue decidido en la reunión de equipo del servicio que se realiza una vez a la semana.  

Luego de su externación continuó con los tratamientos ambulatorios con turnos de psicología, psiquiatría y el Grupo de Adolescentes. En este momento realizábamos co-terapia con la psicóloga en el ambulatorio, lo cual duró seis meses, hasta que continúe de forma individual hasta el día de la fecha.

Hubo diversos abordajes que se realizaron con la paciente además de tratamiento psicológico y psicofarmacológico. Entre ellos se armó un dispositivo artesanal donde Sara asistía todos los días a los talleres que brindaba el Hospital, como expresión corporal, teatro y arte, con seguimiento diario de psicología.

Además, participaba del taller de pintura de la Unidad Familiar Formenti. Estas estrategias se utilizaron para evitar la internación.

Se realizó un abordaje familiar, donde principalmente hubo que construir un vínculo madre-hija, dado que ella rechazaba a su hija, previamente a su nacimiento ella pierde un embarazo gemelar, un duelo no resuelto, que genera que esta madre no pueda investir a su hija, libidinizar ese cuerpo.

Hoy en día luego de un acompañamiento familiar la madre puede acompañar a su hija, escuchar sus necesidades, alojarla y validarla.  

Actualmente los talleres no funcionan más en el Hospital, pero tiene una figura de apoyo que va a su casa, la cual fue gestionada por el Comité de Atención Domiciliaria, asiste al grupo de adolescentes de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar Dr. José Formenti y de forma particular va a cerámica y arcilla.

Actualmente desde lo psicofarmacológico esta con paroxetina 20 mg por día, luego de haber tomado varios psicofármacos como, por ejemplo: clozapina, clonazepan, aripiprazol, cariprazina, lamotrigina, pregabalina, armodafinilo, valcote, tioridazina

A lo largo de sus tratamientos se han pensado diferentes diagnósticos presuntivos desde trastornos en la niñez, trastornos del comportamiento social de comienzo específico en la niñez y en la adolescencia, trastornos mixtos de ansiedad y depresión, trastorno del humor, trastorno de la personalidad emocionalmente inestable, psicosis de origen no orgánico, esquizofrenia paranoide.

El equipo tratante actualmente está conformado por una médica psiquiatra del Formenti, una residente de tercer año de psicología y una figura de apoyo. Aquí nos parece necesario

aclarar que el equipo de salud mental fue cambiando por cuestiones transferenciales y contratransferenciales.

En cuanto a su diagnóstico presuntivo Sara presenta características que se encuadran con una estructura psicótica. En Neurosis y psicosis (1924) Freud define que la psicosis es producto de una perturbación de los vínculos entre el yo y el mundo exterior.

Lo que captó mi atención es la parte creativa de la paciente, en particular sus tejidos que son amigurumis, animales tejidos en lana, los cuales ella vende y tiene su emprendimiento. 

Pensar el tejido como lo que conecta lo íntimo con lo público, trazando un camino que surge en el hogar y traspasa las fronteras.

Mi pregunta estuvo en relación a cómo empezar a tejer su historia, ayudarla a construir.

El acto de tejer puede tener diversas connotaciones simbólicas relacionadas con el mundo interno del sujeto, especialmente en el contexto de una estructura psicótica. En términos psicoanalíticos, tejer podría ser interpretado como una forma de intentar dar coherencia a lo que, en la psicosis, está profundamente fragmentado o desorganizado. Podría verse como un intento de estructurar el caos psíquico. Al entrelazar los hilos, el sujeto busca construir una red que les permita dar sentido y orden a un mundo que puede parecer disgregado. Sara es una paciente que se presenta constantemente con ideación tanática, en sus inicios se la observa desprolija, poco aseada, con ropa oscura y no acorde al clima. Hoy en día se presenta de otra forma, usa colores para vestirse, se pinta las uñas, entre otras cosas.

Desde un enfoque freudiano, tejer podría ser visto como un intento de crear una constelación simbólica que brinde un sentido de control y cohesión frente a la fragmentación de la experiencia psíquica. El tejido es un proceso repetitivo y meticuloso que puede funcionar como un mecanismo defensivo que ayuda a evitar la ansiedad derivada de la desorganización.

Su ansiedad se acrecentaba en presencia de otros, en la escuela, lo que llevó a tener plan homicida, le molestan los ruidos y los gritos. Ante esta situación la paciente se autolesionaba, llegando a tener cortes bizarros, por ejemplo, agarrar cortarse la pierna con un cuchillo y guardar este mismo en la funda de la guitarra con sangre. En otra oportunidad juntaba la sangre y la guardaba en bolsitas abajo de la cama

Según la teoría de Melanie Klein, la psicopatología psicótica está marcada por una relación extremadamente ambivalente con los objetos internos, como la madre o las figuras primarias, quienes son percibidos tanto como fuentes de nutrición y cuidado como de destrucción. En este sentido, tejer podría simbolizar un intento de crear una "red" segura que proteja al sujeto de los objetos internos destructivos. El proceso de entrelazar hilos podría ser interpretado como un intento de crear algo positivo y reconociendo, al mismo tiempo, la ambivalencia y el conflicto intrínsecos a la relación con los objetos internos. Podemos pensar esto en relación a una madre que no podía cuidar a su hija, no la podía peinar, no la quería cambiar y los abusos sexuales intrafamiliares. Empezaron a compartir los tejidos y hoy ambas se dedican al emprendimiento y la paciente invirtió sus ganancias en una máquina de coser para realizar muñecas de trapo.

Una manera de volver a crear vínculos, aunque en una forma simbólica. Al tejer, el sujeto podría estar intentando reconstruir su sentido de conexión con otros y con el mundo que le rodea, a pesar de que la realidad misma no sea completamente accesible. Los tejidos le permitieron poder socializar, comenzó con sus pedidos, sus ventas y comenzó a enseñar. Sus vínculos solo eran virtuales, el otro se le volvía encima. La paciente refería, “no tengo amigos, quiero estar sola con mi familia, no sé cómo son las acciones de los otros, de cómo son, me da miedo de que piensan, de que quieran lastimarme”

Lacan describe la psicosis como un fracaso en la constitución del yo dentro del orden simbólico, lo que produce una incapacidad para organizarse adecuadamente en relación con los otros y con el lenguaje. Tejer, en este contexto, podría verse como una forma de tratar de dar forma a una identidad fragmentada. Es un acto que de alguna manera imita la tentativa de construcción del yo, a través de la repetición de movimientos y la creación de patrones, un intento de crear una estructura donde hay un vacío o desorganización.

El hilo es, en este sentido, un "puente" que mantiene al sujeto unido a algo, ya sea a la realidad, a una parte de sí mismo, o a la imagen de los otros. Sara presentó en un momento alucinaciones visuales, “veo bichos que se me vienen encima” y alucinaciones auditivas, voces de comando “son voces que tocan música o me dicen que me mate, pero otra voz me dice que no lo haga”, alucinaciones hipnagógicas e hipnopómpicas.

Ante esto me surgen los siguientes interrogantes:

- ¿podría ser el tejido un dispositivo de cuidado colectivo y comunitario?

- La palabra crear deriva del latín creare y de criar, lo cual significa que una cosa empiece a existir donde no estaba. ¿Qué es lo que empieza a crecer?

Ante el vacío y la falta de sentido que siente la paciente, ¿se podría pensar al tejido como algo que permite escenificar secuencias de situaciones que no fueron editadas?

 

Emiliana Francavilla, Licenciada en Psicología
Hospital de Alta Complejidad SAMIC El Calafate, Santa Cruz

emilifrancavilla [at] gmail.com
IG: @emifrancavilla

 

Bibliografía

Asociación Estadounidense de Psiquiatría (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5.ª ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596

Freud.S (1997) El yo y los mecanismos de defensa. (Y. P. Cárcamo y C. E. Cárcamo Tr.) México, Paidós (Trabajo original publicado en 1954).

Freud, S. (1914) Introducción al narcisismo. Obras Completas, Vol. XIV, Amorrortu, Buenos Aires, 1979.

Klein, Melanie (1930) La psicoterapia de las psicosis, en Contribuciones al psicoanálisis. Ed. Hormé. Buenos Aires. 1964.

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Articulo publicado en
Junio / 2025

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