Conformamos un grupo horizontal, tenemos hijos con orientación sexual diversa, todos enfrentamos los mismos retos, cada uno de nosotros aprende del otro, compartimos un tiempo y un espacio de reflexión.
No tenemos preferencia política ni religiosa, no hay coordinación sino una ronda de iguales abiertos a entender y entendernos. Es un grupo de pares donde la concurrencia es libre y la participación es voluntaria. Nos caracteriza el respeto y la comprensión mutuos, la disposición a escuchar, la emotividad compartida y el deseo de superación.
Aquellos profesionales que nos dedicamos a la clínica con adolescentes, nos encontramos habituados a trabajar con la familia del sujeto por el que nos consultan. En este sentido, el dispositivo de trabajo individual se acompaña de una serie de entrevistas a padres que apuntarán a producir algún movimiento en relación al sufrimiento presentado, no solo en el aquel por el aquel se produce la consulta sino en torno al grupo familiar, apuntando a promover trabajos psíquicos que han quedado obstaculizados.
¿Por qué un grupo multifamiliar1, grupo terapéutico psicoanalítico con varias familias, en un Servicio de Adolescencia? ¿Por qué reunir a las dos generaciones en un mismo espacio terapéutico justo cuando debe producirse la separación y paulatino alejamiento del adolescente de sus figuras parentales?
En todos los campos de la actividad humana han ocurrido, en los últimos veinte años, cambios cuya extensión y profundidad no pueden compararse en su carácter ni en sus consecuencias a los sobrevenidos en ningún otro período tan corto de la historia.
Comenzaba el año 2000 y en la reunión del equipo de psicología del Hospital B. Rivadavia recibíamos a una terapeuta corporal que habíamos convocado con la ilusión y la esperanza de poder añadir una nueva mirada a nuestra tarea de atender, comprender y ayudar a las mujeres climatéricas que asistían al Servicio de Ginecología. Siempre nos encontrábamos con trabas y dificultades para ayudar a elaborar la crisis que atraviesan las mujeres en esa etapa de su vida: el climaterio.
Grupos de derivación. Tomando como excusa estos grupos, quiero reflexionar con Uds. acerca de cómo pensar y diseñar un dispositivo, dando cuenta del para qué son pensados y los por qué hacerlo de una u otra determinada manera. En resumen dar cuenta de la lógica que lo rige.
La finalización del tratamiento en un grupo terapéutico (abierto) de uno de sus integrantes, nos remite inmediatamente a la elaboración de la separación/duelo no sólo de quien concluye -como sucede en los análisis individuales- sino de quienes continúan. Si bien el tema del duelo se va planteando y trabajando en ocasión de eventuales abandonos a lo largo del proceso, el alta de uno o varios integrantes permite un abordaje más sistemático.
La base empírica de este trabajo es una experiencia realizada en el Servicio de Ginecología de un hospital público, que se dedica al tratamiento del climaterio –crisis vital evolutiva- con un abordaje interdisciplinario.
Durante los años de formación en la residencia de psiquiatría se dio un notable fenómeno: vivíamos en grupo, aprendíamos en grupo y padecíamos en grupo. Los pacientes venían antes de la internación de sus casas donde vivían con sus familias y muchos de sus problemas y motivos de internación estaban relacionados con conflictos en sus vínculos personales y sociales. Lo notable, a la distancia, es que por ese entonces no vimos como necesario reclamar formación acerca de grupos, de los fenómenos propios de un grupo, de los dispositivos grupales existentes en el ámbito hospitalario (grupos operativos, grupos Balint, grupos de reflexión).
El propósito de este trabajo es poder transmitir desde donde, por qué y cómo intervenimos con nuestra práctica clínica en instituciones públicas1. Presentamos una modalidad de trabajo grupal, con especial referencia a los tratamientos psicoterapéuticos de padres e hijos. Promovemos el abordaje grupal a partir de una concepción “relacional” del desarrollo psíquico, particularidad que nos lleva a repensar nuestra experiencia vivencial y formación como psicoterapeutas.
Desde hace más de 40 años Colombia sufre un conflicto entre diferentes grupos armados. Se calcula que uno de cada cuatro combatientes es menor de 18 años y que junto al desplazamiento interno de víctimas de esta guerra sin fin, miles de colombianos huyen a países limítrofes en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Presentaré un dispositivo de tratamiento de las adicciones para adultos que se va adecuando de acuerdo a la peculiaridad de cada sujeto, dado que no existe una forma “única” de abordaje.
El Grupo Comunitario de Familias se ofrece como un dispositivo dentro de un enfoque de Atención Primaria y de Promoción de Salud Mental (*). Se define como un espacio abierto, al que pueden acceder familias en las que alguno de sus miembros haya pasado o esté pasando por situaciones relacionadas con el padecimiento mental severo, por ejemplo una internación psiquiátrica. Es condición necesaria para la participación en el mismo que estas personas estén actualmente en tratamiento, dado que el grupo no se presenta como dispositivo terapéutico.
Nos proponemos transmitir la experiencia realizada en la Unidad de Salud Mental, área Adolescencia, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, con los adolescentes afectados que consultaron después de la catástrofe de Cromagnon del 30 de diciembre del 2004, y aportar una reflexión crítica a partir de lo que podemos pensar tres años después.
Soy Alejandro Vainer. Voy a coordinar este taller sobre Nuevos Dispositivos Psicoanalíticos en Instituciones Públicas, Grupo intergeneracional en un Servicio de Adolescencia en un Hospital Público.
… tales son algunos de los términos que se utilizan para designar un campo de problemáticas sumamente heterogéneo. Distinguirlos, no se trata de una simple exquisitez lingüística, sino que la forma de nominar la temática y a los sujetos que sufren un problema relacionado con el uso de drogas nos habla más de quien emite el enunciado, que del enunciado mismo.
Corría el año 79 el equipo de psicología del CAMI (Consejo Argentino de Mujeres Israelitas) recibió de la comisión directiva de la institución la propuesta de realizar una serie de talleres sobre el amor en el club Edad de Plata -a la sazón el sector de la institución que agrupaba a los adultos de la tercera edad. Las razones: “Hay dificultades con las personas que se ponen en pareja dentro del club. Se dan situaciones de reprobación y censura, los que se animan a esas relaciones suelen sentir sentimientos de culpa y exclusión. Se han constituido dos bandos: los que tienen parejas que se forman dentro del club -son los menos- y los que no. Estas últimas, son viudas que hacen un frente común ante estas parejas”.
El propósito de este trabajo es presentar una modalidad de tratamiento psicoterapéutico en niños con Déficit Atencional.
Dicha modalidad fue instrumentada a posterior de la derivación realizada, en primera instancia por instituciones escolares y, en segundo lugar por el Neurólogo, quién confirmaba dicho diagnóstico.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra