Para hablar del conflicto en Medio Oriente entre palestinos e israelíes, es imposible dejar de lado la complejidad de los factores históricos, políticos y geopolíticos, económicos, sociales, religiosos, étnico-culturales, etcétera. Aunque a veces sea inevitable tomar partido, no se puede reducir ese drama a una mera cuestión de malos y buenos. La realidad, como siempre, no es en blanco y negro.