El cruzar la calle mirando el celular viene causando muchos accidentes entre peatones y conductores de vehículos. El transeúnte, al estar centrado en mirar o responder las comunicaciones que vienen en y desde su Smartphone, no mira hacia adelante y tampoco hacia los costados. Con el cuello inclinado hacia abajo atendiendo la pantalla que lleva en la mano cruza, como los niños impacientes, sin mirar de dónde vienen y hacia donde van motos, autos y camiones.
Un día cualquiera, hoy por ejemplo, al Negro Fontanarrosa se le ocurrirá morirse. Si, lo hará sin estridencias y con humildad en su Rosario primordial y única, viniendo del Cairo, tratando de tomarse con humor el desplazarse en silla de ruedas desde el bar hacia a su casa. Los vecinos que lo ven pasar no aplicarán ningún manto de piedad sobre su situación actual. Lo aman demasiado como para perdonarle estas flaquezas del cuerpo, la debilidad de su enfermedad, sin duda desean que el Negro dure para siempre. Como hace cualquier hinchada con su ídolo.
Muchas personas lo primero que observan de una casa es cómo se circula, la orientación de los pasillos, por dónde sale y se escabulle el sol. Si tiene mucha luz o si es escasa. La nuestra siempre fue diáfana pese a la infinidad de modificaciones que tuvo porque nunca nos mudamos, vivimos en ella desde tiempos inmemoriales. En nuestra casa se tejen y destejen lugares, los que van cobrando relevancia de acuerdo con los hechos que acaecen.
“No había nada excesivamente extraño en oír que el Conejo se decía a sí mismo: “¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! ¡Llegaré demasiado tarde!” (…) pero cuando el Conejo realmente sacó un reloj del bolsillo de su chaleco, miró la hora y apuró la carrera, Alicia se levantó de un salto…” (1)
“¿El deporte es sinónimo de salud? Mentira. Una hipocresía. El deporte profesional no es sano, no es limpio y, como todo trabajo, estropea el cuerpo, la salud” [1] y [2].
Este artículo se publicó en revista Def-ghi, Nº 4, pp. X-X.
Este artículo se pregunta sobre uno de los pilares de la teoría psicoanalítica: las ideas que Freud despliega en Tótem y Tabú. Allí fundamenta a la organización social como consecuencia del asesinato del padre de la horda. De esa alianza fraterna que acomete el parricidio Freud hilvana el inicio del sistema patriarcal, el sentimiento de culpa, el tabú del incesto y la manera en que se establece la exogamia. Para Freud los descubrimientos que hallaban, tanto él como los primeros y apasionados psicoanalistas, en sus pacientes le daba pie a las ideas del capítulo: “El retorno del totemismo en la infancia”.
Dicha articulación dio pie a innumerables desarrollos que han ayudado a sostener la cuestión del padre a nivel de un dogma incuestionable. Ante la gravedad que esta imposición dogmática impuso, e insiste en que se repita sin cuestionamientos, anima este artículo una pregunta: ¿Existe alguna posibilidad de encontrar en Argentina alguna cultura cuyos rastros permitan poner en cuestión esa hipótesis de Sigmund Freud, es decir, que muestre otra explicación de cómo se estableció el patriarcado?
Nos alienta el haber dado con una cultura que nos da otra versión de cómo y por qué se organizó el patriarcado, la misma ha dejado un mito que cuenta que no hubo parricidio, sino asesinato masivo de mujeres.
Cuando llegó a la consulta se propuso ser franco, su formación como médico le indicaba que debía ofrecer una versión consistente, organizada y, de alguna manera, científica de su padecimiento. Al psicoanalista que lo entrevistaría no lo conocía, había llegado a él como parte de una insistente búsqueda, necesitaba desesperadamente encontrar a alguien en quien confiar. En las previas entrevistas no le había ido bien, por diversas razones cada consulta terminaba en una desazón que lo iba desganando, dejando en estado de astenia.
El Familiar es una leyenda creada por el patrón de un ingenio azucarero, la misma servía para aterrorizar a los obreros y justificar las reiteradas desapariciones de aquellos que intentaban defender sus derechos. El mito se ha reciclado y hoy aparece como una fuerza retrógrada que impide ver la verdad y sus consecuencias en el aumento de los suicidios de jóvenes en la provincia de Salta.
El campeonato mundial de Sudáfrica potencia un despliegue de apuestas mediáticas de las que quedará, a no dudarlo, una larga serie de ganadores que disfrutarán por un largo tiempo de beneficios, mientras que los diversos perdedores penarán no sólo por las derrotas.
Ella tiene un bombón asesino/ bombón bien latino/ bombón suculento/ con ese bombón casamiento…
La cumbia le hace mover las piernas y un poco sus hombros, realiza los movimientos con cuidado para que no se note, sentado como está en Le Blé, un bar muy posmoderno y de onda. Llueve y las gotas golpean las ventanas del establecimiento, caen dejando improntas únicas en los vidrios.
La Argentina impulsó una inmigración a gran escala para fomentar el aumento rápido de su población. Esto ocurrió durante los siglos XIX y XX. Fue a posteriori del arrasamiento de los pueblos originarios, con la expropiación, distribución y concentración de la tierra (diez millones de hectáreas distribuidas entre muy pocas familias) realizada por Roca después de la Campaña del Desierto. Sobre ese genocidio y apropiación las clases dirigentes organizaron la repoblación del país con inmigrantes.
Cuando una de las hormigas negras la mordió en su pierna izquierda, la niña la reconvino con severidad. Le advirtió en su lenguaje todavía no del todo desarrollado, que de ninguna manera quería decir que no tuviera notables matices, que no estaba bien lo que la columna de trabajadores estaba haciendo. Caminando en puntas de pies iba señalando a la última mordedora y con sus pequeños dedos le indicó a ella, como a toda la indiferente fila de hormigas, que era la tercera vez que esto ocurría.
Es muy difícil para el ciudadanocomún conocer los objetivos de la comunidad necró, dado que ellos han sabido camuflarse muy bien entre nosotros. Los necró se vanaglorian de aprovechar las crisis humanas, moverse astutamente en ellas para sacarles provecho, saben que en catástrofes como la presente se reproducen exponencialmente. Son orgullosos miembros de una logia exclusiva donde: “pertenecer tiene sus privilegios”, vienen de nosotros pero desde muy chiquitos se diferencian y separan, creen que lo suyo no tiene precio y que todo lo demás lo hace el dinero.
Hay que decirlo sin temores, sin esconder la vida pulsional del barrio bajo la alfombra, esa que late en cada uno de nosotros pero que va más allá del cuerpo de cada vecino, se trata de lo que somos, en definitiva, como grupo humano. No pretendemos ser lo mejor de la ciudad, tampoco los que sobresalen por su creatividad o su empuje especial ante situaciones críticas u originales.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra