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ÁREA CORPORAL: Sensopercepción. El abordaje poético

 

La Expresión Corporal es una práctica dentro de la Danza que promueve una cierta actitud al danzar y un modo diferente de tratar y trabajar al cuerpo. Es una manera también de transformarnos, volviéndonos seres más sensoriales en un mundo donde aún reina el logos racional.

Es una danza centrada en las percepciones corporales, en experiencias sensoriales, en la presencia y en la improvisación como método, tanto para los entrenamientos motores como expresivos y creativos.

El cuerpo habla del sujeto y se construye al mismo tiempo que él. Es el espacio escénico donde se juega una dramática inconsciente del sujeto deseante.

La Sensopercepción tiene, por supuesto, un fundamento neurofisiológico y apunta a la salud. Pero, desde mi enfoque, afirmo que este abordaje planteado de manera única no es suficiente. El contexto actual nos exige pensar interdisciplinariamente, un cuerpo que supera su dimensión biológica.

La Sensopercepción no se limita a una Conciencia Corporal solo de la dimensión orgánica, es decir concientizando la “anatomía”. Desde mi perspectiva, es necesario considerar la concepción de “cuerpo” de manera diferenciada de la de organismo.

El organismo, es lo “dado” por la naturaleza, habla de la especie, es neutro y universal y condensa en sí la memoria filogenética de la especie que se transmite de generación a generación, por herencia genética, es decir, por la vía orgánica. El cuerpo en cambio, no es lo dado. Es una construcción dinámica. Construcción sociocultural, histórica, política, afectiva, vincular. El cuerpo se construye en la experiencia y conforme a las condiciones de existencia, material, emocional y simbólica. El cuerpo habla del sujeto y se construye al mismo tiempo que él. Es el espacio escénico donde se juega una dramática inconsciente del sujeto deseante. Es lugar de encuentro y territorio del ser.

Es en el cuerpo donde se produce la danza.

Solo el cuerpo puede desplegar poética; porque el cuerpo es poético. El organismo no lo es.

De esta manera pensar el Espacio Corporal, como contenido de la Expresión Corporal, y a la hora de hablar de la Conciencia Corporal, como otro de sus contenidos, es necesario que la anatomía y el fundamento biológico, pierdan exclusividad.

Pensar, en cambio el Espacio Corporal como “Espesor Corporal”, como espacio que ocupo en el mundo, y a la Conciencia Corporal, como un modo de habitar ese Espacio Corporal con presencia en el presente, lleva por otros rumbos...abriendo universos singulares de experiencia y sentido, universos sensoriales y poéticos, desplegando danzas singulares centradas en la exploración del cuerpo y no solo de la concientización de su anatomía.

El modelo neurofisiológico indaga el cuerpo como “res extensa” y conforme a sus métodos, utiliza un modelo físico-químico y matemático que se encuentra imposibilitado para hablar del despliegue poético 
del cuerpo.

No se trata solo de la conciencia anatómica sino de un habitar el espesor corporal con presencia en el presente. Se trata de demorarse en la experiencia de ser. Un camino trabaja con el organismo, pero como único abordaje se demuestra insuficiente cuando hablamos de desplegar poética en la Danza o Artes del Movimiento o en las Performances; la otra mirada aborda el cuerpo y su dimensión poética.

Es desde esta mirada desde donde trabajo la Expresión Corporal, y más específicamente, la Sensopercepción, buscando producir, desde las percepciones corporales y la conciencia corporal de un sujeto situado en el mundo, el “despliegue poético del cuerpo” en procesos de creación espontánea, eludiendo el control consciente como orden de la racionalidad, planificada de antemano.

Se trataría, entonces de experimentar el cuerpo, con todo lo que este concepto nos trae en el contexto actual, tanto desde el punto de vista socioantropológico, como filosófico, en las artes, las ciencias.

No es lo mismo “experimentar el cuerpo” en el mundo que “concientizar la anatomía”. En un caso, como ya dije, solo se aborda el organismo, en el otro, el cuerpo. Y solo el cuerpo despliega poética en el movimiento, el gesto, la postura, la actitud, el movimiento, manifestándose como un flujo de tensiones y energías que suceden dentro del espesor corporal, deviniendo en configuraciones azarosas, espontáneas y provisorias.

Dada la complejidad de la corporeidad y dado que no hablamos solo de organismos sino de cuerpos, -lo cual implica considerar los atravesamientos socioculturales, simbólicos, políticos, ligados siempre a experiencias emocionales-, el enfoque neurofisiológico como única fundamentación de nuestro trabajo, no alcanza. Y dado que hablamos de Danza y de Arte, tampoco alcanza.

El modelo neurofisiológico indaga el cuerpo como “res extensa” y conforme a sus métodos, utiliza un modelo físico-químico y matemático que se encuentra imposibilitado para hablar del despliegue poético del cuerpo, de una emoción encarnada en un gesto o el despliegue de imágenes en el movimiento, una postura, un gesto, una actitud, de un modo de ser y estar en el mundo.

La Sensopercepción trabaja sobre la percepción del cuerpo de un ser situado en el mundo. Un sujeto ligado a su contexto de manera fundante y dinámica.

Yo abordo la Sensopercepción incluyendo el despliegue poético y creativo para la Danza, u otras Artes del Movimiento. Utilizando un marco multireferencial, poniendo en juego enfoques filosófico, sociocultural, psicológico, biológico, histórico, político y estético. Apelando a una construcción de conocimiento interdisciplinaria que nos permita entrar en diálogo académico en la escena contemporánea, tanto en el campo del Arte, como de otros campos que a partir de hace unos años apuntan su interés en el cuerpo y en las artes que lo implican. Buscamos fundamentos actualizados desde los cuales pensar la práctica y que nos permitan superar los enfoques exclusivamente biologistas-mecanicistas para pensar el cuerpo y los entrenamientos para la Danza. Al mismo tiempo proponemos abrir el abanico de objetivos de modo que ya no se piense solo en la salud (movimiento saludable, postura saludable).

Abordo el despliegue creativo y poético para la Danza. Incluyo el trabajo expresivo que implica la asociación, no siempre consciente, de lo emocional ligado al despliegue de imágenes poéticas que encarnan en el cuerpo como espacio escénico, con la Imagen Corporal y el movimiento, en una corporeidad presente, situada en el aquí y ahora.

Entiendo a la Sensopercepción como un camino que produce cuerpos heterogéneos para la Danza, la Performance y la vida. Y en esto se define la especificidad de la Expresión Corporal: mientras los modelos hegemónicos de la Danza homogenizan los cuerpos, la Expresión Corporal produce heterogeneidad, diversidad; despliega singularidad. No es que “aceptamos” la diversidad. La convocamos, la provocamos, la celebramos.

La Sensopercepción trabaja sobre la percepción del cuerpo de un ser situado en el mundo. Un sujeto ligado a su contexto de manera fundante y dinámica.

Trabajar sobre la percepción no es ingenuo, es político.

La percepción permite una imagen sensorial de los objetos y fenómenos de la realidad. De sí mismx, de le otrx, del mundo… La sensación es sólo su faz neurofisiológica, bioquímica, pero lo característico de la percepción es la interpretación de estímulos y construcción de significados y esto sucede en un contexto sociocultural, histórico, vincular, y no lo hace por la vía biológica ni halla en ella su justificación.

Solo el cuerpo puede desplegar poética; porque el cuerpo es poético. El organismo no lo es.

En la vida cotidiana, y por hábitos colectivos, se internalizan esquemas de percepción, pensamiento, emoción y acción. Nuestros esquemas de percepción determinan las formas de interpretarnos a nosotrxs mismxs y al mundo. Los esquemas de percepción cotidiana responden a una política y a un régimen de lo sensible creando categorías de percepción y apreciación legítimas a través de las cuales se construye una visión del mundo y una interpretación de sí mismx y de la realidad.

La experiencia que propone la Sensopercepción desafía nuestros habituales esquemas de percepción, pensamiento, emoción y acción, movilizando nuestros ejes de referencia y exigiendo que nuestra sensibilidad se reacomode, abriendo nuevos caminos, gestando nuevos modos…inéditos y singulares.

De modo tal que considero que la Sensopercepción no remite sólo a la conciencia del organismo sino a la experiencia de ser cuerpo en el mundo.

Se trata de la percepción de un cuerpo como construcción sociocultural, histórica y vincular. Un cuerpo como registro de la historia del sujeto.

Un cuerpo que debe trabajar sobre sus prohibiciones encarnadas, sus estereotipos, sus bloqueos para poder entrar a otro ámbito, otra dimensión de la corporeidad en la que propongo danzar en el cuerpo y no con él, habitando el cuerpo en el aquí y ahora de la búsqueda errática de lo que quiere emerger, poéticamente, como un modo de danzar, de existir y de crear nuevos mundos.

Tomando el camino de la conciencia para llegar al estado de presencia experimentando otros modos de ser y existir.

La presencia entendida como un estado, como una experiencia y como tal, corporal. No como una conciencia ligada al lenguaje, al pensamiento y a los conceptos, sino como una aventura preobjetiva, anterior a la palabra y, por lo tanto, experiencia muda, como diría Merleau Ponty. ◼

Nota

1. El presente texto es un fragmento del libro Guido, R., Sensopercepción como práctica poética de la presencia, Miño y Dávila, 2025.

 

Raquel Guido
Licenciada en composición coreográfica en Expresión Corporal
queliguido [at] gmail.com

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Articulo publicado en
Agosto / 2025