¿Cuál es la naturaleza del “cambio psíquico” (CP)? ¿Cuál es su sustrato? ¿Qué factores influyen en los mecanismos subyacentes al CP? ¿Qué cualidades hacen del CP una propuesta terapéutica? Responder a estas preguntas entraña una complejidad casi paradójica dada la aparente claridad con la que se conciben los elementos esenciales del cuidado en salud mental: el terapeuta y el paciente interaccionando en un determinado contexto (Peplau, 1952). Asimismo, también resulta casi una obviedad decir que el sentido del trabajo en salud mental lo da precisamente la posibilidad de desencadenar dicho CP, que se espera revierta en disminuir el sufrimiento. No obstante, bajo estas asunciones surgen las dudas y el espacio para la teorización sobre qué conforma el CP, dónde reside su importancia y cuál es su mecanismo subyacente.
Freud comprende el CP como antagonista de la repetición atribuyéndole una naturaleza intelectual que yace en una estancia intrapsíquica.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra