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Niñez y Tecnologías

 
Notas e interrogantes sobre un entrecruzamiento posible entre construcción del psiquismo y nuevas tecnologías

La omnipresencia de la tecnología en la vida actual tiene un alcance tal que juega un papel muy importante y totalmente novedoso en el proceso de construcción del psiquismo.

Para abordar esta idea, parto de un cruce disciplinar basado en dos premisas centrales:

1. Desde la Sociología: el lugar preponderante que las nuevas tecnologías adquirieron en la cotidianeidad de nuestras vidas. Campo de los denominados estudios CTS1.

2. Desde el Psicoanálisis: el hecho de entender al aparato psíquico como una construcción. Un constructo y/o fundación que se produce desde un afuera, vale decir, de manera exógena al aparato.

 

A pesar de la fuerza con la que fue irrumpiendo la tecnología en las últimas décadas, resulta muy asimétrica la relación con el escaso trabajo de investigación realizado en el cruce de lo que ofrecen desde el interior de la sociología los estudios CTS -desde la perspectiva socio / tecnológica- por un lado; y los aportes que -fundamentalmente desde el psicoanálisis- se tienen acerca del lugar que ocupan las nuevas tecnologías en la constitución del psiquismo.

Hay una clara necesidad de análisis e interpretación sobre este entrecruzamiento. Esto arrojaría desde nuevas lecturas posibles a la luz de fenómenos actualmente vigentes -a los que asistimos de modo permanente en el trabajo con niños2 en el consultorio- y sus posibles determinaciones en la construcción de subjetividad; hasta de modo más específico, nuevas herramientas para ampliar el conocimiento del complejo proceso que supone la fundación y constitución del psiquismo.

Lecturas lineales y reduccionistas sobre los efectos nocivos y “altamente perjudiciales” que, computadoras, pantallas, acceso a las redes sociales y demás tipos de videojuegos tienen sobre los niños; son moneda corriente. Aislamiento social, ansiedad, generación e instauración de un desinterés generalizado, bajo rendimiento escolar, etc., etc.; son algunas de dichas críticas. La mayoría de ellas surgen y se fundamentan en recortes parcializados de un fenómeno que es por definición extremadamente complejo.

A grosso modo se pueden enumerar, desde una perspectiva descriptiva, algunos de los puntos en cuestión que son de capital importancia.

A partir del trabajo de supervisión e intercambio con Silvia Bleichmar, comencé a incorporar tímidamente -en el consultorio- a la computadora como un elemento dentro de la caja de juegos

Ese sería el caso, por ejemplo, de lo que se denominan como “Nuevas Ciberpatologías”:

La construcción progresiva de un individualismo totalitario, Vida a control remoto, Inercia domiciliaria, con los costos de un alto aislamiento comportamental. Tal la determinación producida por el régimen de “Ley de la menor acción” -legalidad que rige el funcionamiento y el progreso de las nuevas tecnologías-. Una especie de sedentarismo terminal. Hay una sobreexposición de la imagen que produce una especie de paradójica ceguera.

Se da, entonces, producto de algunos de estos cambios comportamentales -unos graduales, otros más violentos- un cambio en la “constitución” (¿?) y en la construcción de los mecanismos de pensamiento de los nativos digitales. Niños que están, en gran parte, más determinados por su inclusión en las redes que por sus lugares “tradicionales” -hasta ahora- de inserción (colegio, familia, etc.).

Esta descripción de índole macrosocial modifica, entonces, no sólo la situación física -desde los espacios en donde esta(ba)mos acostumbrados a movernos y desenvolvernos, sino también los que hasta ahora no teníamos acceso. Situación que tiene, sin lugar a dudas, algún tipo de determinación sobre nuestro psiquismo ya constituido y son constituyentes de las nociones de tiempo y espacio en las que tendremos que indagar.

De aquí la necesidad de discernir cuál es el “árbol” y cuál el “bosque”.

La práctica psicoanalítica con niños y adolescentes otorga, de una manera privilegiada, la posibilidad de observar ciertas situaciones de corte muy interesantes en relación al lugar que en estos últimos años vienen ocupando las tecnologías en esta población.

La presencia y el manejo muy precoz de los distintos artefactos tecnológicos -que al margen vienen mutando sus desarrollos y diseños enfocados hacia niños cada vez más pequeños, todo lo que se denomina la tecnología intuitiva y táctil- van creando altos niveles de decisión, que de forma muy temprana los niños comienzan a tener y a tomar, (sobre)estimulados fundamentalmente por estas circunstancias.

Sociología y los estudios CTS

Ante todo, comenzar por comprender la premisa que supone que cualquier elección en relación a un modelo teórico implica una toma de posición ideológica por parte de quien lo adopta. En palabras de Kuhn, “la decisión de rechazar un paradigma es siempre, simultáneamente, la decisión de aceptar otro”.

Algo tan claro y compartible a simple vista, nos mete en un brete: ¿Cómo elegir el o los paradigma(s) que más dé(n) cuenta de lo que está pasando con las “nuevas tecnologías?”

El lugar preponderante y omnipresente que las nuevas tecnologías tienen y cumplen en la vida cotidiana hace que queden incluidas en la categoría de “otros significativos”, coparticipantes en el proceso de construcción/fundación del psiquismo

Propuestas muy interesantes de cómo es y a qué factores responde el progreso tecnológico, hasta ideas que circunscriben el cómo y el porqué surgen los inventos, cuáles son los hechos que determinan o no el triunfo de uno sobre el otro, permiten romper la ingenuidad supuesta de la inercia o determinismo tecnológico a favor de estrategias de poder subyacentes.

Lo que no puede ser sometido a discusión -ya que es un hecho claramente definido y consolidado- es que los avances tecnológicos -fundamentalmente los de las últimas décadas- llegaron para quedarse y van por más.

Psicoanálisis: Construcción del aparato psíquico

Desde Freud en adelante, uno de los aspectos centrales de todo el desarrollo teórico del psicoanálisis, gira en torno a una explicación posible de cómo se constituye la psiquis humana. Desde su constitución hasta sus mecanismos de funcionamiento, desde la formación temprana de síntomas hasta sus patologías más severas.

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde la Viena de 1900 hasta hoy, un mundo determinado claramente por la hipercomplejidad.

La premisa que el aparato psíquico no viene dado de entrada -sí su potencialidad- se convierte en la puerta de entrada para seguir abriendo interrogantes (para “saltar de nivel” diría un niño de 6 años).

Una construcción que como sabemos, obviamente no es cualquiera, y que requiere de algunas condiciones precisas para acceder a esa categorización.

A partir de este punto teórico/clínico, en ese proceso “exógeno” de constitución del psiquismo, al decir de Laplanche, son los “otros significativos” los que marcan dicha fundación / construcción.

Los “significantes enigmáticos” dados por los adultos en un acto de “seducción originaria”, así como los primeros encuentros de socialización, van balizando el derrotero en ese proceso.

Nuevas tecnologías y aparato psíquico: ¿una relación posible?

Arriesgo una hipótesis:

El lugar preponderante y omnipresente que las nuevas tecnologías tienen y cumplen en la vida cotidiana hace que queden incluidas en la categoría de “otros significativos”, coparticipantes en el proceso de construcción / fundación del psiquismo.

Hipótesis que aun planteada bajo un modo desafiante, se convierte en motor de pensamiento para poder ir afinando y acotando el amplio espectro de problemáticas que dispara esta temática.

A fines de los noventa, guiado por las lecturas de Sherry Turkle y a partir del trabajo de supervisión e intercambio con Silvia Bleichmar, comencé a incorporar tímidamente -en el consultorio- a la computadora como un elemento dentro de la “caja de juegos”, que ponía a disposición de los niños.

Lo que en esos momentos tenía para mí cierta marca de transgresión -sobre todo en colisión con en ese rígido superyó psicoanalítico en el que habitaba(mos)- fue dando paso de modo cada vez menos incómodo, a una mayor presencia y uso como herramienta de trabajo.

¿Por qué no incluir en la clínica cotidiana, un elemento que pudiera sumar -por momentos- a la aproximación diagnóstica y -en otros- al desarrollo de ideas y despliegue de fantasías?

De allí en adelante muchos fuimos y seguimos siendo testigos día a día en el trabajo clínico cotidiano, de un muy complejo pasaje y transición del lugar en que la tecnología (computadora, luego las pantallas más versátiles) dejó de ser un elemento más de esa caja de herramientas. Ocupando hoy una parte indisociable al interior del consultorio -como correlato de eso que sucede por fuera de “la cubeta”- en el modo de despliegue de subjetivación en términos integrales: fantasías, modos de vinculación familiares, sociales, amorosos y la pregunta del millón: ¿constituirse psíquicamente?

- El Jardín al que concurría un niño de 5 años, alertó a los padres sobre las dificultades de su hijo: no podía prestar atención en la clase de inglés.

La psicóloga de su Colegio me dice en ese momento: “en la clase de lectura de cuentos de inglés, no se puede quedar sentado en la ronda”. “Entre 40 y 50 minutos”, me contesta cuando pregunto cuánto tiempo dura esa actividad.

Al consultorio venía con su iPad y no podía dejarlo. Solo jugaba al Candy Crash, un juego infinito, con una lógica repetitiva.

Les dicen a los padres que debe hacer una consulta con un neurólogo, quien lo medica durante 3 años.

Lo dejo de ver en aquel momento por diferencias con la familia en la línea de abordaje.

Con momentos de mejoría, pero sin grandes cambios, dejan el tratamiento con el neurólogo.

El año pasado vuelven a la consulta.

Hoy el niño tiene 9 años. Continúa con los mismas dificultades de atención y desarrolló una fuerte adicción a determinados videojuegos, muy estereotipados y repetitivos (que lo ponen en un lugar diagnóstico y pronóstico difícil)…

-Una adolescente de 15 años cuenta que en varias oportunidades cuando se pelea o discute con el novio mediante WhatsApp, inmediatamente edita esas conversaciones; borrando selectivamente los mensajes de él que no le gustan, o la angustian…

-Un niño de 11 años está complicado en su escolaridad, no presta atención, se aburre y le cuesta quedarse sentado durante las horas de colegio.

Sus cuadernos de clase están ocupados por precisos dibujos de historietas que hace de modo permanente, ideas con las que va construyendo historias que comenzó a armar hace ya 3 años y, luego, a subirlos a la red en formatos de comics, ya con ayuda de un profesor.

A raíz de la cantidad de visitas que tiene en su canal de YouTube, lo han contactado de una empresa de desarrollo de software, interesados en sus producciones; ofreciéndole un contrato de trabajo.

Hoy, llegando a finales de la escuela primaria, la situación se torna más complicada…

No es lo mismo 3 o 5 horas jugando a un hipercomplejo juego de estrategia y toma de decisiones, que frente a un juego que solo propone movimientos estereotipados y predeterminados

¿Se modificaron (apresuraron) los tiempos de estructuración o solo los del desarrollo madurativo?

Lo observado ya a los 5 años en ese niño y habiendo pasado por varios tratamientos, ¿ponen en cuestión solamente los modos de abordaje sobre esa problemática o también abre el interrogante sobre la fuerza en los tiempos de constitución?

¿Esa adolescente de 15 años, muestra nuevos modos de puesta en juego de mecanismos de la negación o es más de lo mismo que siempre se observó?

¿Cuáles son las implicancias en el desarrollo psicomadurativo de una oferta de trabajo para alguien a los 11 años de edad?

El modo de uso, así como el contenido con el cual se relacionan niños y adolescentes, con la tecnología (videojuegos, computadora, celular) devienen en elemento clave tanto para la evaluación diagnóstica como para orientar la línea de trabajo clínico.

Seguir sosteniendo la complejidad en la mirada clínica, en el “caso por caso”, se convierte en el gran desafío para los analistas en el trabajo con niños y adolescentes hoy.

No es lo mismo 3 o 5 horas jugando a un hipercomplejo juego de estrategia y toma de decisiones, que frente a un juego que solo propone movimientos estereotipados y predeterminados. No es lo mismo pasar horas viendo videos que muestran y relatan hasta el infinito el juego de otros, que estar viendo tutoriales que se convierten en fuente de exploración e investigación de intereses propios.

Mantener el “oficio de artesanos”, diría Fernando Ulloa.

¿Es posible hablar de una categoría de niñez, según los clásicos patrones con los cuáles estaba definida hasta ahora -edad, procesos evolutivos y madurativos, etapas vitales-?

Es esa, creo, una de las líneas principales de los desafíos actuales de la clínica hoy.

La permeabilidad / impermeabilidad adentro / afuera del consultorio ha cambiado.

¿La categoría de niñez no existe más?

Si partimos de la base -como plantean muchos de los teóricos que abordan el campo de las transformaciones en la sociedad- que cada nueva tecnología transforma muchos de los aspectos de la sociedad en la que se introduce:

¿Cuáles serán los efectos en la constitución del psiquismo de una convivencia -desde los orígenes- entre estos niños con la/s tecnología/s?

¿Son, serán nuevos niños?

¿O la estructura se mantiene intacta y sólo cambian sus relaciones objetales?

Dicho de otro modo, ¿tienen estas nuevas relaciones objetales la capacidad de construir nuevas estructuras?

¿Cuáles son y serán los efectos del inmediato acceso del bebe/niño a las tecnologías, en ese estado de impreparación del psiquismo infantil, donde la prematurez evolutiva de la que hablaba Freud, produce que el psiquismo arme y desarrolle formas espontáneas de simbolización y ligazón?

¿Es posible hablar de una categoría de niñez, según los clásicos patrones con los cuáles estaba definida hasta ahora -edad, procesos evolutivos y madurativos, etapas vitales-?

Gran desafío diagnóstico nos proponen hoy los niños multitasking, capaces de tener una mano escribiendo en el celular, al tiempo que miran a su youtuber favorito en la pantalla, mientras resuelven la tarea del colegio o están en su sesión en el consultorio. ¿Cómo se redefine el campo diagnóstico del ADD?

¿Hasta dónde siguen siendo válidos los estudios que intentan sistematizar los tiempos evolutivos como hechos generales? O al menos como único modo de pensar a un niño.

Especial mención cabe hacer, al lugar que ocupa la brecha tecnológica. Por supuesto, los niños “incluidos” y los niños “excluidos” no tendrán, de forma alguna, las mismas posibilidades. Esto es un hecho ya visiblemente claro.

La interpelación a los saberes constituidos y a las dinámicas de trabajo dentro del consultorio es cotidiana. Lo que implica un permanente y constante repensar la clínica con niños y adolescentes. Un trabajo interesante, muy desafiante y despabilador.

Indudablemente son muchas las líneas de análisis y situaciones a ser repensadas.

En un mundo en donde nada es del todo realidad, ni nada es del todo ficción; en donde hay una primacía de los actos sobre las palabras, de lo visible de la imagen sobre la complejidad de lo profundo -para finalizar- la gran pregunta que creo queda abierta es: ¿Qué se mantiene y qué es lo que cambia?

 

*Máster en Sociedad de la Información y el Conocimiento (Univesitat Oberta de Catalunya). Miembro de la Asociación Colegio de Psicoanalistas. Autor y compilador junto a Eva Giberti del libro La Adopción: Nuevos Enigmas en la Clínica (1999)

Bibliografía:

Bleichmar, Silvia; (1993); La fundación de lo inconsciente. Destinos de pulsión, destinos del sujeto. Amorrortu Editores. Buenos Aires

Castells, Manuel; (1997); La era de la información: economía, sociedad y cultura. Vol. 2. El poder de la identidad. Alianza Editorial. Madrid

Castells, Manuel; (2001); La Galaxia Internet. Plaza & Janés Editores. Madrid

Laplanche, Jean; (1987); Problemáticas V. La cubeta. Trascendencia de la transferencia. Amorrortu editores. Buenos Aires

Laplanche, Jean; (1992); La prioridad del otro en psicoanálisis. Amorrortu Editores. Buenos Aires

Turkle, Sherry; (1995); Life on the screen. Identity in the Age of the Internet. Ed. Simon & Shuster. New York

Turkle, Sherry; (2015); Reclaiming conversation. The power of talk in a digital age. Penguin Random House. New York
Vul, Martín; (1999); “Nuevos Enigmas: Adolescencia. Algunas hipótesis” en Giberti, Eva y Vul, Martín. La adopción. Nuevos enigmas en la clínica. Editorial Sudamericana. Buenos Aires

Vul, Martín; (2005); La sociedad red en la conflictividad adolescente. Estrategias de vinculación y despliegue de la sexualidad. UOC. IN3. Internet Interdisciplinary Institute. http://www.uoc.edu/in3/dt/esp/vul0705.html

Notas

1. Ciencia, Tecnología y Sociedad. Estudios interdisciplinarios surgidos y desarrollados en los últimos 40 años.

2. Utilizo “niños” a lo largo del trabajo,  en referencia a niñas y niños.

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Articulo publicado en
Agosto / 2017

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