Vivir es una tensión. Un movimiento entre fuerzas antagónicas, En cada cultura el, o los malestares, adquiere formas características. El cazador goza del cacería pero está a merced de ser presa de otro predador. El agricultor teme las tormentas fuera de lugar, ruega ante la inesperada sequía o se desespera ante la inundación.
Muchas tensiones se plantean y se han planteado alrededor de las distintas formas en que los humanos crían y preparan a los niños y adolescentes, para el traspaso generacional.
Un mundo perdido