Actualmente se sabe, que en un número importante de trastornos psíquicos, es más eficaz la combinación de psicoterapia y psicofármacos, que indicar solo una de las dos instancias.
Esta consideración no se restringe a las psicosis. Es también válida en los trastornos de estado de ánimo graves (depresión mayor por ej.), y en los cada vez más frecuentes trastornos de ansiedad graves (trastorno obsesivo compulsivo grave por ej.) para citar solo algunos casos.