En calidad de mujer –feminista y filósofa– no puedo dejar de asombrarme y hasta de sonreír ante esta suerte de «literatura angelical», que pretende descubrir en la mujer el paradigma de la pureza inmaculada y en la maternidad el emblema de la redención universal. Como lo sugiere en su artículo Jorge Majfud, este tipo de feminismo corre el riesgo de convertirse en una nueva religión secular, condenada al mismo fracaso al cual han sido condenados los grandes relatos modernos: positivistas, marxistas y capitalistas.