Hay silencios y silencios. Un silencio no es necesariamente ausencia o vacío. Hay silencios que funcionan como disparadores que hacen explotar o generan movimientos; otros, en cambio, son herramientas de exclusión, estrategias de segregación para acallar pensamientos y posturas disidentes.
Hoy lo femenino sigue siendo empujado a la periferia, lo marginal, la excepción.
Esta Pandemia nos confronta con una época de incertidumbre, de vacíos, ausencias y faltas. Todas las categorías que teníamos medianamente armadas para responder, establecer vínculos y solucionar conflictos cotidianos parecieran haberse caído. Es un momento en el que las estructuras fallaron, no pudiendo dar respuesta a este fenómeno intempestivo que nos dejó en un estado similar al desamparo estructural. No teníamos los recursos necesarios para enfrentarnos a este fenómeno que golpeó nuestra rutina y nos hizo detenernos, confrontarnos y re pensarnos. No se trata sólo del impacto sobre la estructura psíquica de cada sujeto, sino que también se presenta como un choque respecto a cualquier estructura armada, que se encuentre establecida y posicionada en un grado de certeza inquebrantable.
El acontecimiento de la Pandemia, vivifica y reactualiza el nexo con este Desamparo Estructural, por el cual transitamos todas y todos cuando apenas hicimos contacto con este mundo y sus exigencias.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra