En la década del ‘50 la “ciencia ficción” o “ficción científica”, como la denominaban algunos, se consolida como género tanto en el cine como en la literatura. En los EE.UU., profundamente conservadores y anticomunistas, se transforma en un medio para establecer un control de los miedos latentes en la sociedad ante un otro desconocido considerado un bárbaro y ante el peligro en los desarrollos tecnológicos que habían creado la bomba atómica. Los relatos reforzaban el lugar de la ciencia como medio racional para enfrentar los sombríos pensamientos sobre el fin del mundo en el contexto de la posguerra.
Lo que predomina hoy en día son los procesos de desidentificación ante la sensación de fragmentación de las relaciones sociales y una civilización atrapada en los efectos de la pulsión de muerte
En este número nuestra revista cumple 25 años. De allí que quiero recorrer algunas ideas que fueron apareciendo como notas editoriales durante estos años referidas a los procesos de subjetivación en la actualidad de nuestra cultura.
En el editorial del primer número señalaba: “El hecho de iniciar una publicación que dé cuenta de la teoría y la práctica del psicoanálisis juntamente con el análisis de los problemas que presenta la actualidad de nuestra cultura, es porque pensamos que no es posible entender las crisis individuales, familiares o institucionales por fuera de una cultura que también esta en crisis.” Esto implica una toma de posición en relación a entender que la subjetividad se construye en la intersubjetividad en el interior de una cultura. Dicho de otra manera, la singularidad da cuenta de simbolizaciones que son histórico-sociales. Lo singular lo entendemos desde un plural: cuando nacemos somos singulares en potencia ya que necesitamos de un Primer otro para que nos encontremos con otros otros.
Allí donde hay mucha luz, la sombra es más negra Johann Wolfgang Goethe
Este artículo es una versión ampliada de la introducción al libro El erotismo y su sombra. El amor como potencia de ser, de reciente aparición por la editorial Topía. Los fragmentos en bastardilla corresponden al texto original.
El título de este libro alude a Freud; el subtítulo toma como referencia el pensamiento de Spinoza. Desde ambas perspectivas venimos trabajando hace muchos años para tratar de responder al reto que tiene el psicoanálisis de dar cuenta conceptualmente de nuestra época. Esto nos lleva a rescatar nociones que definen la particularidad de su práctica; pero también, modificar otras a partir de los nuevos paradigmas de nuestra época. Esta propone nuevos procesos de subjetivación que ponen en cuestionamiento la sexualidad heteronormativa y patriarcal. En este sentido, vivimos en un momento de transición donde el patriarcado sigue siendo la estructura familiar dominante pese a que han surgido nuevas formas de familia que han provocado su crisis: monoparentales, monoparentales extendidas, homoparentales, unipersonales, familias ensambladas, etc. Por otro lado, las teorías e investigaciones ligadas al género y la sexualidad ponen en evidencia lo que sostiene el psicoanálisis: la sexualidad humana es desviada. De allí la importancia de dar cuenta de los procesos singulares que cada sujeto realiza en la construcción de su corposubjetividad.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra