El presente trabajo surge como producto de una práctica sostenida y compartida en el ámbito de la salud pública y salud mental de la ciudad de Rosario, desde hace ya más de diez años.[2]
Este artículo se sitúa en la posibilidad de continuar un camino de escritura e indagación centrado en las políticas públicas en salud y salud mental, en la posibilidad de transformación de las prácticas y en la defensa del derecho a la salud como un derecho inalienable de las personas.
Una pregunta que se enlaza a este recorrido nos motoriza en el inicio de esta escritura: ¿Qué lugar tiene la Salud Mental Comunitaria en el diseño de las políticas públicas en salud?