La mitología contemporánea ha fabricado un Saturno que corre y arrasa. Gigantesco, no devora a sus hijos, peligraría su atlético cuerpo, los aplasta. Consume drogas, cotizaciones, engulle hiperinformación, comida light o chatarra envasada. Los griegos lo llamaron Cronos: el Tiempo. Los tiempos que corren se definen por la velocidad, la delgadez, la droga, el consumo que cotiza en cuerpos aplastados.