Nuestra hipótesis es que hay una singularidad de lo vivo y que una de las principales diferencias con el funcionamiento digital y algorítmico, es que la singularidad de lo vivo no está dada por el nivel de información que puede manejar una conciencia o una inteligencia, sino por el principio orgánico de autoafectación.
La aparición masiva del ChatGPT se encuentra en un despertar, en realidad en una pesadilla que no consiste en darse cuenta de que la máquina es como nosotros, sino en un sentir que nosotros somos como la máquina.