Ella era una mina al estilo de la segunda mujer que relata Gilles Lipovetzky, una mezcla de ama de casa - profesional- laburante - madre - ex mujer de... - futura ex mujer de...
Su primer ex marido estaba casado en segundas nupcias y tenía dos hijas, para no aburrirse contaba además con una novia-amante. Su segundo ex marido estaba solo y cada tanto le pedía algunos consejos para saber qué hacer con su vida: si quedarse en Argentina o rajarse a España.
La novia de su primer "ex" le preguntaba si era cierto que él estaba separado de su segunda mujer; mientras tanto la esposa de su primer "ex" la llamaba para ver si podía prestarle una orden de su Obra social y de este modo pagarle al Psicólogo la consulta...
Antes señalaban a las madres solteras como impuras, indecentes, unas locas... Ahora a las madres solteras las llaman "jefas del hogar". Los tiempos han cambiado, sin duda, a los cuarenta una mujer no es una solterona, sino una mina bien producida en busca de una pareja "cama afuera".
Nuestras abnegadas madres eran mujeres "cama adentro" batiendo huevos para la torta de cumpleaños o amasando tallarines los domingos; y decían con cierto orgullo "...una se casa para aguantar toda la vida...". Variantes más o variantes menos: ése era el esquema.
Una mujer debía ser una madre ante todo y una esposa dedicada a las necesidades de su marido; nada de estudiar o trabajar, su deber estaba en la cocina, el lavadero y después si quedaba algún resto de libido, en la cama.
Esta era una mina de las de ahora: jefa del hogar, marido cama afuera, hijos de la "generación x", un pasado de luchas y un presente de resistencias. Una loca linda, ni tan producida, ni tan cara lavada. Apetecible y apacible, según desde donde se la mire.
Un día sus dos ex maridos se encontraron en un bar y hablando llegaron a la conclusión: "mujeres eran las de antes" y ella con sus amigas tomando un café suspiraban "ya no hay hombres"...
El 8 de marzo como otro día más de la mujer, esta mina le hizo un homenaje desde la tan mentada "liberación femenina" a todas las mujeres que fueron y las que pueden llegar a ser, porque a ella no le queda más remedio que ser de todo un poco: un sostén de esta familia postmoderna, "problemática y febril". ANTÍGONA.