En este artículo quisiera transmitir aquello que la Interconsulta en un Hospital General como práctica de Salud Mental posibilita. Voy a recurrir para este fin al psicoanalista Fernando Ulloa quien desarrolló una manera peculiar de transmitir su práctica y que consistía en ciertas narraciones de sus vivencias en la disciplina y que plasmó en su libro Novela Clínica Psicoanalítica. Con el propósito de convertir la escucha en experiencia quería entonces compartirles las diferentes prácticas que hacen a la Interconsulta desde mi punto de vista, incluyendo también lo que nos atraviesa a aquellos que cotidianamente asistimos al “malestar” en el escenario hospitalario. Justamente la Interconsulta es sumergirse en historias, en narraciones, en angustias… en entrampamientos y salidas… Sin lugar a dudas es la práctica de Salud Mental que, afortunadamente, trabaja recorriendo gran parte de la institución hospitalaria. En general los pedidos de interconsulta que recibimos constituyen verdaderas encerronas trágicas, como conceptualizaba Ulloa. Se nos multiplican las situaciones donde no vemos claro y donde además parecería no haber salida.
Los pedidos de interconsulta que recibimos constituyen verdaderas encerronas trágicas, como conceptualizaba Ulloa. Se nos multiplican las situaciones donde no vemos claro y donde además parecería no haber salida.