Se cumple un año de la sanción de la ley 27610 de Interrupción Voluntaria del embarazo. Su implementación ha sido muy heterogénea a lo largo de todo el país, en los distintos subsistemas de salud y en cada institución. Mucho tuvo que ver con los caminos previamente recorridos a lo largo de los últimos años en la lucha por el acceso a la Interrupción legal en el marco del artículo 86 del Código Penal. En la Ciudad de Buenos Aires, la práctica ya se garantizaba en todas las instituciones del subsistema público[1] pero no así en los sectores de obras sociales y privados. Por lo que una tarea importante se presentó para trabajar también en esas áreas.
Las consejerías pueden ser llevadas a cabo de manera interdisciplinaria o multidisciplinaria, como también por una/e/o profesional. Quienes realizan las consejerías son profesionales de diferentes disciplinas del área biomédica y/o psicosocial
Un gran dique se ha roto en los últimos meses alrededor del aborto. Ese dique que contenía aguas tumultuosas que desde hace muchos años venían arremolinándose, acumulando fuerza y energía para finalmente inundar las calles, las plazas, los subtes, las escuelas … Con pañuelos verdes en cuellos o en mochilas que algunas más discretas anudan en sus muñecas. Puedo identificar en sus rostros a cada una de las mujeres que como médica pude acompañar, a las que pasaron por la circunstancia de un aborto, también a las que acompañaron a otras o las que desearían nunca tener que atravesar ese camino de vergüenza y temor por el que sus amigas hermanas o primas han tenido que transitar.
Desde mi lugar en Centros de atención primaria en barrios y desde la práctica de la medicina general, a lo largo de los casi 30 años he oído muchos relatos de mujeres pidiendo ser escuchadas en su deseo de interrumpir los embarazos.
En el año 2011 se puso en marcha una carrera de Medicina con “currículo innovado” en la Universidad Nacional de La Matanza, situada en San Justo, conurbano bonaerense, Argentina. La innovación se planteaba en varias dimensiones del proceso de formación de los médicos y las médicas. En particular, algunos aspectos eran centrales desde el comienzo de la implementación, entre los cuales se ponderaban el proceso de enseñanza y aprendizaje centrado en los y las estudiantes, la incorporación de las metodologíasde “aprendizaje basado en problemas y en casos” desarrolladasconpequeños grupos tutoriales, la orientación comunitaria sostenida por prácticas pre profesionales desde el segundo mes del primer año, la implementación de prácticas reflexivas semanales en pequeños grupos, la organización de equipos docentes en Unidades y Escenarios de Aprendizaje (en lugar de materias o disciplinas) y el trabajo integrado de los equipos docentes. Este conjunto de modalidades innovadoras en la formación, impactaron a los docentes -en su mayoría profesionales de la salud y sobre todo médicos y médicas-, a los y las estudiantes y a los integrantes de los equipos de salud que se desempeñaban en las instituciones en que se desarrollaban las prácticas pre profesionales.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra