Seminario organizado por Enrique Carpintero y Alejandro Vainer en el VI Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos en la Casa de las Madres de Plaza de Mayo el 16 de noviembre de 2007. En esta clase contamos con la presencia de León Rozitchner. Reproducimos este texto inédito en homenaje a los 100 años del nacimiento de Rozitchner.
Las máscaras del terror también existen en el campo psicoanalítico, esas teorías que ustedes estudian. También ahí tienen algo que ver las madres, y algo que ver también los hombres que hacen las teorías sobre las madres
León Rozitchner, nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, el 24 de septiembre de 1924 y falleció en CABA, el 4 de septiembre de 2011. Fue filósofo, escritor y uno de los intelectuales argentinos más importantes. Estudió Humanidades en La Sorbona de París, Francia, donde se graduó en 1952. Fue codirector en 1953 de la mítica revista Contorno, donde compartió espacio con Ismael, David Viñas y Oscar Masotta. Siendo profesor de la Universidad de Buenos Aires, en 1976 tuvo que exilarse en Caracas, donde fue profesor de la Universidad Central de Venezuela, director del Instituto de Filosofía de la Praxis e investigador del CENDES (Centro de Estudios del Desarrollo). El texto que transcribimos a continuación fue una clase realizada, luego de su regreso del exilio, para el Centro de Estudiantes de Psicología el 21 de agosto de 1984. Si bien refiere a cuestiones de un pasado lejano, creemos que muchos de los interrogantes que plantea pueden ser leídos en clave de nuestra actualidad
En la APA, que pretendía también ejercer ese saber y mantener la herencia de ese otro muerto ilustre que era Freud, se vio enfrentada al desarrollo de la lucha política argentina, frente al desarrollo de ciertos partidos
¿Qué es el Hombre? En esta obstinada pregunta Kant veía condensarse las tres cuestiones fundamentales de la filosofía: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me es permitido esperar? La metafísica, la moral y la religión, que respectivamente respondían a cada una de estas cuestiones, dibujarían en su confluencia una antropología: cada una de ellas sería al mismo tiempo una respuesta (aunque parcial) a la pregunta por el ser del “Hombre”. Y se soñó entonces que con esta antropología se había edificado su morada definitiva.
León Rozitchner falleció el 4 de septiembre de 2011. Dejó una vasta obra publicada, pero también algunos libros sin editar. En este primer aniversario decidimos publicar un adelanto de un libro inédito de próxima aparición. Su producción siempre estuvo signada por esa fuerza y energía que transmitía. Y aquí tenemos nuevo encuentro con su apasionado pensamiento.
El pasado 4 de setiembre falleció León Rozitchner. Resulta extraño resumir en una breve frase el final de una vida. De cualquier vida. Pero especialmente para nosotros de la vida León Rozitchner. No fue solo un colaborador permanente de nuestra revista ya que fue un referente intelectual para el desarrollo de las ideas que fuimos elaborando en todos estos años.
El año que viene aparecerá publicado por la editorial Gedisa el libro La cuestión Judía de Karl Marx con un prólogo de León Rozitchner. Como sabemos este texto se basa en la respuesta que da Marx a Bauer sobre “la cuestión judía”. Mucho se ha escrito sobre el supuesto antisemitismo de Marx en esta obra. Sin embargo Rozitchner hace una nueva lectura para entender que la oposición entre cristianos y judíos en el campo religioso Marx la ha transformado, para comprenderla, en la oposición entre el Estado político y la sociedad burguesa para hacer visible lo invisible.
El presente texto refiere a los atentados realizados el 11 de setiembre en EEUU. Apareció publicado en el diario Página/12 el viernes 19 de octubre de 2001
Si nos tomamos en serio el carácter prematuro del nacimiento del hombre a la cultura, quiero decir del niño que nace de vientre de madre y forma con ella al comienzo el primer Uno que sólo el tiempo irá desdoblando y separando. Y reconocemos por lo tanto en nuestro origen la existencia de una etapa arcaica en la infancia donde la carne, materia ensoñada desde el origen de la materialidad humana, organiza las primeras experiencias en unidad simbiótica con el cuerpo que le dio vida, absoluto sin fisuras donde el sueño y la vigilia no estaban separados todavía.
Rememorar ¿es recordar el hecho sucedido? Saber del exterminio significa situarlo en un contexto histórico de sentido, donde se enfrenta la posibilidad de que vuelva a repetirse. ¿Holocausto religioso o aniquilamiento político? Hay dos posibilidades entonces. O ponerlo en un contexto de designio divino, inmolación y pecado –Holocausto o teoría de los dos demonios- donde el sentido histórico de la violencia y el terror se pierde.
El título de esta mesa era Las máscaras del sometimiento. Ustedes ya han desarrollado algunos aspectos de esas máscaras, yo voy a hablar de las máscaras de aquello que oculta el sometimiento, voy a hablar de las máscaras del terror. Creo que algún sentido tiene, estando sobre todo en este ámbito, en la Universidad de las Madres. No es extraño que justamente sea en este recinto, en este ámbito abierto por las Madres en la lucha contra el terror, que fue el último nivel donde la verdad del terror encontró la resistencia y al mismo tiempo su capacidad de desciframiento.
Este trabajo fue leído en las jornadas de Acontecimiento Freud organizadas por la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL), dedicadas al 150* aniversario del nacimiento de Freud, el 6 de mayo de 2006. El mismo fue corregido y ampliado por su autor para ésta publicación.
A mi hermana Rebeca, que hoy nos ha dejado para siempre, con sus ojos de niña, y su asombro.
“En Freud se trataría de explicar la estructura subjetiva como una organización racional del cuerpo pulsional por imperio de la forma social. Si cada uno de nosotros ha sido constituido por el sistema de producción histórico, es evidente que el aparato psíquico no hace sino reproducir y organizar ese ámbito individual, la propia corporeidad, como adecuado al sistema para poder vivir y ser dentro de él. Muchas de las explicaciones que desarrolla Freud se basan en modelos de las instituciones represivas sociales interiorizadas: la policía, los militares, la religión, la economía, la familia.
Extraño: estamos escribiendo hoy, miércoles 19 de marzo de 2003, sobre una masacre que dentro de pocas horas, esta misma noche, va a suceder. Sabemos con certeza, por anticipado, que dentro de pocas horas cientos de miles de inocentes van a morir en un país lejano. ¿Cabe pensar desde aquí, mejor dicho cabe seguir “haciendo poesía” ante una “guerra” que indefectiblemente va a producirse? Veo y escucho en el televisor, en tiempo real, la discusión en la ONU, el discurso de Bush, la preparación de las tropas, los niños cadavéricos de un hospital de Bagdad.
Este texto fue extraído de Perón: entre la sangre y el tiempo. Lo inconsciente y la política. Del duelo a la política: Freud y Clausewitz. Tomo I. Pag.40 Editorial Catálogos. Argentina. 1998
¿Por qué este retorno al complejo de Edipo? La psicología se halla tan distante de la política y de la vida, se dirá. La respuesta es simple: cuando Freud se plantea este problema en realidad está preguntándose por otro más fundamental: cómo la cultura alcanzó a dominar a los hombres, y a qué métodos tuvo que recurrir para lograrlo.
*(Al pie): Este artículo es la versión ampliada y corregida de la intervención en la mesa redonda que, con la coordinación de Mirta Segoviano, se realizó en la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. Fue publicado en Topía revista N° 28/ mayo de 2000.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra