¿Qué clase de niño fue Edipo? ¿Fue el inclemente, el perverso (polimorfo) que mató a su padre y se acostó con su madre, guiado por un deseo ciego e irrefrenable y por una agresividad sin límites? ¿O fue un niño nacido en un hogar que lo esperaba con temor, con un designio terrible, un hogar sin las condiciones básicas de criar un niño? Un niño no amado, ¿no deseado?, al que se lo castiga, se lo atrofia (no olvidemos sus pies hinchados) en el afán de liberarse de él, por un temor irracional.
Franco Rotelli es un psiquiatra italiano. Desde 1971 a 1979 trabajó con Franco Basaglia en la transformación y cierre del manicomio en Trieste. Desde 1980 dirigió el Servicio de Psiquiatría en dicho lugar y continúa el trabajo en la desinstitucionalización hasta la actualidad. Desde 2010 preside la Conferencia permanente para la Salud Mental en el mundo, que asesora a diversos países. La Editorial Topía publicará próximamente su texto Vivir sin manicomios.
1. Todos los años, en nuestro país, alrededor de 500.000 mujeres resuelven la crisis subjetiva provocada por un embarazo que no pudieron evitar y que no están en condiciones objetivas o subjetivas de llevar a término, mediante su interrupción voluntaria. Son los embarazos que llamamos no deseados, involuntarios, inesperados, no planificados, inoportunos, insostenibles. Llamémoslos como los llamemos, la constante es el prefijo “in” o el adverbio “no” que niegan su posibilidad de continuar el proceso que los conduciría hasta ser otra cosa que un embarazo.
Finalmente en noviembre del pasado año fue aprobada por el Congreso Nacional La Ley Nacional de Salud Mental. Desde los inicios se opuso a su sanción el poder que intenta hegemonizar la salud Mental. Este se encuentra en una alianza entre sectores del Estado, los grandes laboratorios, las instituciones de medicina privada, la burocracia sindical que manejan sus intereses en las obras sociales y las organizaciones médicas que se oponen a cualquier proyecto de transformación. Esto ha llevado a una psiquiatrización del campo de la Salud Mental donde el predominio de un neopositivismo médico pretende entender el padecimiento psíquico exclusivamente como un problema neuronal. Su resultado ha sido el avance de una contrarreforma psiquiátrica que lo único que le interesa es recetar psicofármacos. Aunque a veces se la disfrace de experiencia “progresista” porque a los pacientes se los medica en sus casas y los medicamentos los pague el Estado.
El objeto del presente capítulo es identificar las violencias y los conflictos que suelen atravesar la vida de los y las adolescentes brindando la información teórica y normativa adecuada para interpretarlos y asistirlos. Asimismo, y como herramienta indispensable para el quehacer de los profesionales que atienden o están en relación con los adolescentes y jóvenes nos proponemos proporcionar información útil y adecuada para desarrollar las estrategias de atención así como los circuitos de protección de derechos que establece la actual legislación.
“Lo que más perturba a quienes no son gays es la forma de vida gay, y no los actos sexuales mismos (…) es el temor general a que desarrollen relaciones intensas y satisfactorias (…), y nuevas formas de vida que no se asemejen a aquellas que han sido institucionalizadas.” (Foucault, 1985: 34-35).
El 12 de octubre de 2002, el periodista Horario Cecchi, publica una nota en el diario PÁGINA 12 en la que se describía una situación cotidiana dentro de una institución psiquiátrica: un paciente es ingresado a la guardia en un estado de excitación psicomotriz, insultando a gritos y muy alterado.
Por ese motivo, es atado de pies y manos a la cama, a la espera de que le hicieran efecto los sedantes, como forma de preservar tanto su integridad física como la del resto.
Luego de ser sancionada de forma unánime la Ley de Salud Mental N° 448 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hace ya diez años (julio 2000) y pese a ser reconocida y considerada por sus avances y propuestas transformadoras, durante el transcurso del año 2004, diversas asociaciones médicas y psiquiátricas, se presentaron ante la Justicia, a los efectos de solicitar un demanda de inconstitucionalidad, respecto de un conjunto de artículos de la ley, que a criterio de dichas corporaciones consideraban lesivos, respecto de sus intereses
El lector de la revista Topía, seguramente ya conoce los avatares de la Ley de Salud Mental N° 448 de la C.A.B.A., promulgada en julio del año 2000 y que fuera reglamentada tras cuatro largos años. Sabemos que la misma, está en consonancia con el proyecto de Ley de salud mental nacional, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, y que en estos momentos es resistida su sanción definitiva en la Cámara de Senadores, por el accionar conjunto de la corporación médico-psiquiátrica y la industria farmacéutica, en el marco de sus intereses compartidos.
El día 1 de julio la revista Topía estuvo presente en el evento organizado por la FALGBT en el salón “Eva Perón” del Senado de la Nación con el fin de apoyar la aprobación de la Ley de matrimonio para personas del mismo sexo. Allí estuvieron presentes investigadores del Conicet, psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras y profesionales de diversas disciplinas e instituciones explicando y argumentando los motivos por los cuales resulta un avance en la salud mental de nuestra sociedad.
El deterioro de la Salud Pública es francamente calamitoso. A la falta de un presupuesto adecuado se le suma una política al servicio de los intereses privados. Sin embargo la lucha en el campo de Salud Mental continúa. Por un lado, el anteproyecto de Ley Nacional de Salud Mental que tuvo media sanción a fines del año pasado es cuestionado por el conjunto de las asociaciones de psiquiatras y diferentes organizaciones médicas, quienes realizaron un lobby para oponerse a su sanción en la Cámara de Senadores con diferentes argumentos.
Las ideas de 1) abandono del niño remite a alguien que abandona, es decir, un sujeto activo que produce un abandono de otra persona; existe entonces un sujeto abandonante. Por otra parte encontramos 2) el niño abandonado, sujeto de abandono que se caracteriza por la pasivizacion conductual: no puede hacer otra cosa como no sea dejarse abandonar (si exceptuamos el marasmo que conduce a la muerte). Ambas ideas de abandono se conjugan alternando dos niveles de análisis.
Uno de los aspectos del doble discurso en la sociedad y en política, se enfatiza cuando usos y costumbres pueden legitimar situaciones, hechos, actos no contemplados en una norma legal. Dicho de otro modo, hablamos del momento o tiempo para la práctica habitual de una cosa que ha adquirido fuerza de uso, que autentica como cierta y/o verdadera la realización de algo, emanado de la voluntad y razón: produce.
La cuestión de las adicciones atraviesa la sociedad actual. Desde el debate sobre la despenalización del consumo, los distintos planteos sobre las terapéuticas, hasta las mediáticas propuestas de una conductora televisiva de reinstaurar el servicio militar obligatorio para combatir el delito y “sacar a los chicos del paco”.
Los hechos de la Semana Trágica
podrían haberse evitado
“haciendo desaparecer uno por uno a los cabecillas, sin ningún arresto legal”.
General Luis Dellepiane, 1919
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra