Dossier | Page 11 | Topía

Top Menu

Dossier

La curiosa anatomía del alma

Editorial

El alma y el cuerpo son un solo y mismo individuo, al que se concibe ya bajo el atributo del Pensamiento ya bajo el atributo de la Extensión.
Baruch Spinoza, Ética

Tiempos en el cine

El error de Dios Tanto el cineasta como el escritor tratan de manejar lo más libremente posible (no se filma o se escribe como se quiere, sino como se puede) el tiempo, lo mismo que las distancias o el espacio. Sin embargo la lectura de un libro es aleatoria, la de un film es fija y cuantificable. El tiempo de la proyección, es objetivo y colectivo, ya que es el mismo y compartido por igual por todos los espectadores, al menos por aquellos que todavía asisten a las salas de cine. En cuanto a las trasgresiones de las secuencias temporales “normales”, como en el flash back (vuelta al pasado) y el flash forward (anticipación y especulación conjetural del futuro).

Para vivir sin “hamburguesarse”

Reunión de aniversario en un hotel. En un momento, uno de los asistentes dice “83” y todos ríen, otro retruca: “122”, la risa aumenta, un tercero intercede con “24” y las carcajadas se extienden por todo el salón. Sin entender, un mozo recién incorporado al servicio le pregunta a otro: “¿Qué le pasa a esta gente? ¿Están todos locos que los números les hacen reír?”. El otro responde: “No te preocupes, es la reunión anual de los humoristas, tienen los chistes numerados y no necesitan contarlos”.

Juventud divino tesoro

El avance científico logra el auspicioso alargamiento de las expectativas de vida y ello va modificando los vínculos entre las generaciones. Una dificultad de este desarrollo es que la cultura dominante se desliza hacia la apología de la juventud eterna. Allá por el 1650, la aristócrata Erzébet Bathory (conocida como La Condesa Sangrienta), sostuvo un ritual implacable para mantenerse bella: mató seiscientas cincuenta jóvenes campesinas, menores de dieciocho años para bañarse en su sangre. Previamente las sometía a orgías y torturas.

La infancia en los tiempos que corren

Los niños son notablemente permeables a lo que se espera de ellos. Se forman y conforman de acuerdo al concepto de infancia imperante en cada época y en cada sociedad. Infancia nomina al conjunto de intervenciones institucionales que, actuando sobre la materialidad biológica del hijo y su familia, producen lo que cada sociedad llama “niño”. Los niños producidos bajo diferentes conceptos de infancia, difieren: los de hoy son diferentes de los de principios del siglo XX, y éstos de los de la Edad Media.

Un paradigma de época: lo innombrable de la pulsión de muerte

Editorial

Los tiempos que corren producen una subjetividad sometida en la ilusión de la utopía de la felicidad privada. La vida en comunidad se deja de lado al celebrar el individualismo como máximo referente posible. La exaltación del Yo y el narcisismo se elogian como un logro desde una perspectiva postmoderna. Uno de sus referentes, Gilles Lipovetski, llega a reivindicar el “fin del homo politicus y el advenimiento del homo psicológico que sólo cree en el bienestar”.

“Consumerismo”, la enfermedad infantil del comunismo

La idea de que un consumo elevado va acompañado de conservadurismo político es propia, no sólo de ciertos sectores de la izquierda norteamericana, sino del sentido común. Ese sentido común superficial y pre-científico puede definirse como “pobrismo” y tiene más de cristiano que de socialista. Si fuera cierta la proposición inversa, cuanto más pobre más revolucionario, en Haití habría doce octubres por año.

Sobrevivir en los tiempos que corren

Reportaje a Fernando Ulloa

Del tiempo sabemos algunas cosas: que se mide, se empaqueta, se vende, se cobra, se pierde o se remata en una subasta de criogenia. Ayer, el tiempo es historia. Hoy, es el minuto que se pierde para llegar a no sabemos dónde.
Para Ulloa, el tiempo sucede en la recuperación de la memoria y lo que reactualiza la miseria, entre los ñaupas y los aconteceres cotidianos. Y sin dudar, afirma que la palabra y el debate crítico son el gran motor de salida.

Radiografía de un endemoniado

Estudio social y clínico de un ceremonial religioso

Es frecuente escuchar entre colegas del ámbito de la salud mental cómo la histeria ha cambiado sus formas clínicas en este “nuevo milenio”. Es un hecho cotidiano encontrarse con profesionales que afirman que los síntomas han cambiado de tal forma que las parálisis, las cegueras o los mismos ataques de histero-epilepsia ya no se producen; que fueron propios de otra época. Al hacer la residencia de psiquiatría en un hospital general (Teodoro Álvarez) e interesarme por los pacientes neurológicos que asistían a consultorios externos, rápidamente percibí que en tal caso esos pacientes no llegaban al ámbito geográfico de la salud mental.

Medicina y Religión

La enfermedad y la muerte, han constituido siempre elementos centrales de las preocupaciones humanas, forman parte del núcleo duro de las preguntas básicas que la humanidad se viene formulando desde el fondo de los tiempos y que carecen de respuesta, ambas refieren al porqué de nuestra existencia, de las mismas enfermedades y de la ineludible muerte, cuyo misterio central es la existencia del universo y de la vida misma.

Los evangelios del celuloide

Dentro de la Historia del Cine, el “cine religioso” es una etiqueta demasiado ambigua y compleja, que se usa generalmente en forma arbitraria y superficial, para enmarcar a un determinado “género cinematográfico”, como lo es el western, el policial, o la ciencia ficción. O sea un conjunto de films cuya temática e intención es marcadamente definida de una manera convencional. Por ejemplo cuando se lo utiliza como una “estrategia conceptual y marketinera” muy eficaz, para las programaciones de “La Semana Santa”, donde invariablemente, todos los años se repiten los mismos films ortodoxos, dogmáticos y frívolos.

El psicoanálisis no es un sacerdocio

(La herejía de 1926: lego, laico, profano)

Ayer

Si hubo un texto que dividiera las aguas y que provocara un cisma (*), ese texto es sin duda “¿Pueden los legos ejercer el análisis?”.
Saber cuales son las vertientes que originaron hace 81 años esa maciza toma de posición, contra viento y marea, que lo dejó a Freud, según sus palabras, “como un general sin ejército”, nos van a permitir comprender que lo que escribió completa “El porvenir de una ilusión” en la formulación de una ética.
La manera coloquial en que nos lleva por los argumentos lo torna único, pues ni antes ni después utilizó Freud un estilo semejante.

Cerdo de Dios

Se cagó en dios. Al menos, en uno de ellos. El que multiplicó los panes y los peces. El de la abundancia. Hizo un pacto con el otro dios, el de la guerra y el exterminio. No hubo rastros de banalidad en su cobarde trayectoria. Protegido por un vicariato, mezcla de inquisición y GESTAPO, trituró anhelos y esperanzas. Fue más cruel que sus patrones, porque se escondió en la sotana reactiva, el uniforme preferido de pederastas y lameculos.

Spinoza y Freud: “compañeros de incredulidad”

Editorial

Hemos visto el círculo más elevado de poderes en espiral.Le hemos puesto de nombre a este círculo Dios. Podríamoshaberle puesto cualquier otro nombre que quisiéramos: Abismo,Misterio, Oscuridad Absoluta, Luz Absoluta, Materia, Espíritu, Esperanza Última, Desesperanza Última, Silencio. Pero no olvidar jamás, somos nosotros quienes le ponemos el nombre.
Nikos Kazanzakis

 

Yo sólo creo en el Dios de Spinoza                                 Einstein

LA MUERTE Y LOS DUELOS

Este tema es muy delicado, porque en nuestra cultura occidental es temido y negado. La muerte es considerada sólo un accidente inesperado que es necesario ocultar. Pero sin embargo es la que condiciona toda la vida, la creatividad, el arte, todo lo que hace soportable la circunstancia ineludible de la finitud.

El psicoanálisis es un plural

(Respuesta al Libro negro del psicoanálisis)
 Editorial

Llegamos al número 50 de nuestra revista. Esto nos lleva a recordar el número 1 que publicamos en mayo de 1991. El título del Dossier fue marcando nuestra historia: “El psicoanálisis en la crisis de nuestra cultura”.

El “dolor” de las imágenes

(Cine y Pintura)

Las relaciones entre estas dos “artes hermanas” y sus “fatales coincidencias” ante el tópico del dolor, abarca dos posibles perspectivas: la de la pintura en el cine (más relacionada con la prehistoria del cine) y la del cine en la pintura (más que ver con el arte contemporáneo).

Dolor, Venganza, Devastación

1. El dolor negado

El dolor no es noticia. No podemos decir que se ha naturalizado, porque el concepto de naturalización también se ha naturalizado. Prefiero pensar que el dolor ha sido capturado por el sentido único de la cultura represora que consiste en reprimir el deseo y sostener el mandato. Lejanos los tiempos en que María Elena Walsh cantaba “porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy”.

Dolor en el cuerpo

Históricamente se le ha dado al dolor sentidos diversos, se lo ha asociado al mal, a espíritus o demonios, a desequilibrios en el cuerpo o en el alma, a la vida, el pecado, la enfermedad y la muerte. Desde el hombre primitivo en adelante se buscaron medios para lograr su alivio, se han utilizado desde trepanaciones, calor y frío, rituales, plantas (opio, sauce blanco, cannabis), hasta iniciarse en los siglos XVIII y XIX un abordaje científico mediante el estudio fisiopatológico del dolor y el mayor conocimiento de analgésicos y anestesias.

Entre la expulsión y el desconcierto: vida cotidiana de algunos “habitantes indeseables” de Buenos Aires

La imagen social prevaleciente sobre los habitantes de terrenos o casas tomadas de nuestra ciudad capital les adjudica una naturaleza infrahumana: ellos serían salvajes, incivilizados, o portadores de una “cultura mínima” sólo orientada a resolver sus necesidades biológicas. El hecho de tomar una casa o un terreno baldío sería, además, el primer eslabón de una “cadena natural” de ilegalidades: se los acusa de ser delincuentes e inmigrantes sin papeles.

Páginas

Suscribirse a Dossier