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El derecho al sol

El cine y la cultura del trabajo

En el capitalismo, el tiempo libre es un lujo de la burguesía. Los obreros, en cambio, deben luchar por él. Les es ajeno cuando tienen un trabajo. Y cuando no, también, porque ese tiempo “libre” se transforma en un peso angustiante más que en una posibilidad de disfrute. El derecho a la pereza, al amor, al disfrute del ocio, el arte y una vida plena como planteaba Paul Lafargue1 es permanentemente negado en este sistema social.

La vida en el consultorio

(o crónica de un encierro)

VIDA: Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.

 

a) Empecemos por el espacio. Por el ámbito donde transcurren estas imágenes.
Vine al consultorio y llegaron los pacientes. Llego al consultorio como espacio, como idea, como manera de vida. El paciente entra.

Entre el esfuerzo y la comodidad

Por un lado, el trabajo. Por el otro, el tiempo libre.
Por un lado la inserción laboral. Por el otro, la exclusión.
Por un lado, la productividad, la eficacia y la acumulación de riqueza material y simbólica. Por el otro, el derroche, el despilfarro y, por lo tanto, la pobreza.
Por un lado el estudio. Por el otro, la vagancia y la haraganería.

El ocio represivo*

El concepto de “ocio represivo” fue desarrollado por Juan José Sebreli a fines de los años ’60 en el libro Mar del Plata, el ocio represivo. Sebreli nació en Buenos Aires en 1930. Es sociólogo, historiador y crítico literario argentino. Su trayectoria intelectual se inicia con el existencialismo sartreano para luego pasar por el marxismo y llegar a sus posiciones actuales de apoyo al liberalismo. Participó en las revistas culturales Sur y Contorno.

Fútbol pasión de multitudes

En homenaje a Agustín Cuzzani

Refranes populares:
Andar con la cruz a cuestas (Hacer rogativas para que Dios nos conceda alguna gracia o que nos saque de alguna aflicción o peligro)2.
La producción de imágenes fue una larga polémica dentro del mundo monoteísta. Si para musulmanes y judíos las mismas estaban interdictadas, no ocurrió lo mismo con el catolicismo que montó sobre ellas su apetito de dominar el orbe. La cruz, la representación más potente del mismo, es un instrumento de tortura. Así el mundo occidental y cristiano está fuertemente impregnado por las imágenes del sacrificio y el castigo. Tanto las Cruzadas como la Inquisición se apoyaron en esta representación para llevar adelante sus monstruosidades. El franquismo y la dictadura argentina descansaron en este catolicismo fundamentalista para sostener sus crueldades.

El derecho a la pereza

Refutación del derecho al trabajo de 1848

Paul Lafargue, de familia franco-caribeña, nació en Santiago de Cuba el 15 de Enero de 1842. Fue médico, periodista, teórico político y revolucionario francés. En un principio su labor política se orientó a partir del pensamiento de Proudhon, pero el contacto con Karl Marx -del que llegó a ser yerno al casarse con su segunda hija, Laura- fue determinante. Lafargue pasó la mayor parte de su vida en Francia, aunque también pasó períodos ocasionales en España e Inglaterra. Lafargue comenzó su carrera política en París, cuando entró en contacto con los grupos republicanos que se oponían a Napoleón III. Y fue como anarquista proudhoniano, como Lafargue ingresó en la sección francesa de la Asociación Internacional de Trabajadores, la AIT, más conocida como Primera Internacional. Sin embargo, el contacto con el pensamiento revolucionario de Marx fue decisivo para eclipsar completamente sus tendencias anarquistas.

Tiempo libre para comprar

(El consumidor consumido por las mercancías)

(Caminando por la calle observé el cartel de una propaganda de alfajores. Un dibujo mostraba un enorme alfajor mordido que simulaba una gran boca mientras al lado la figura de una persona lo mira sorprendida. En un costado un epígrafe decía: “A ver quién come a quién”. Lo que se quería señalar es que el alfajor en cuestión era tan extraordinario que lo elije a uno para comerlo. Es decir, uno no come un alfajor es este quién lo come a uno. Evidentemente podríamos trasladar esta situación a la mayoría de los productos que se ofertan en el mercado del actual desarrollo capitalista.)

Los otros cuerpos

(Monstruos en el Cine)

¿Qué sería de los artistas sin los monstruos?
La presencia de los monstruos que no ha perdido vigencia con el paso del tiempo, en la literatura, la pintura, y muy especialmente en el cine, son por lo general una pieza muy cercana al género fantástico, o a la categoría de lo extra-ordinario, de lo sobre-natural. Que en la mayoría de los casos se usan como pretextos para elaborar sistemas alegóricos/morales, y paradojas sociales-políticas-religiosas.

El Cuerpo

El cuerpo y la sangre de Cristo, según la mitología católica, se hallan presentes en la hostia, al momento de la culminación de la misa. De ese acto de teofagia brotaría una comunión particular, el hecho de tener en nuestros cuerpos, algo del Cuerpo, de ese resumen de cuerpos que resulta ser Dios. Dios, que es uno y tres, nos permite la digestión de su cuerpo humano, Cristo. Ninguna metáfora mejor para el lugar del trabajo en la sociedad capitalista.

El cuerpo maltratado y mal tratado

(Trastornos psicosomáticos a comienzos del siglo XXI)

El cuerpo maltratado

Nuestro cuerpo no funciona igual en medio de una tempestad de nieve en la Antártida que deslizándose suavemente entre de un cardúmen de coloridos peces por las profundidades del Mar Caribe. Tampoco lo hace igual a nivel del mar que a 4.000 metros de altura. Para poder subsistir debemos adaptarnos, producir cambios importantes y eventualmente tomar recaudos, entrenarnos, adaptarnos gradualmente, aclimatarnos. Nuestra mente y nuestros sentimientos tampoco son los mismos enfrentados a esos distintos acontecimientos. Esto lo sabe cualquier persona medianamente informada.

La curiosa anatomía del alma

Editorial

El alma y el cuerpo son un solo y mismo individuo, al que se concibe ya bajo el atributo del Pensamiento ya bajo el atributo de la Extensión.
Baruch Spinoza, Ética

Tiempos en el cine

El error de Dios Tanto el cineasta como el escritor tratan de manejar lo más libremente posible (no se filma o se escribe como se quiere, sino como se puede) el tiempo, lo mismo que las distancias o el espacio. Sin embargo la lectura de un libro es aleatoria, la de un film es fija y cuantificable. El tiempo de la proyección, es objetivo y colectivo, ya que es el mismo y compartido por igual por todos los espectadores, al menos por aquellos que todavía asisten a las salas de cine. En cuanto a las trasgresiones de las secuencias temporales “normales”, como en el flash back (vuelta al pasado) y el flash forward (anticipación y especulación conjetural del futuro).

Para vivir sin “hamburguesarse”

Reunión de aniversario en un hotel. En un momento, uno de los asistentes dice “83” y todos ríen, otro retruca: “122”, la risa aumenta, un tercero intercede con “24” y las carcajadas se extienden por todo el salón. Sin entender, un mozo recién incorporado al servicio le pregunta a otro: “¿Qué le pasa a esta gente? ¿Están todos locos que los números les hacen reír?”. El otro responde: “No te preocupes, es la reunión anual de los humoristas, tienen los chistes numerados y no necesitan contarlos”.

Juventud divino tesoro

El avance científico logra el auspicioso alargamiento de las expectativas de vida y ello va modificando los vínculos entre las generaciones. Una dificultad de este desarrollo es que la cultura dominante se desliza hacia la apología de la juventud eterna. Allá por el 1650, la aristócrata Erzébet Bathory (conocida como La Condesa Sangrienta), sostuvo un ritual implacable para mantenerse bella: mató seiscientas cincuenta jóvenes campesinas, menores de dieciocho años para bañarse en su sangre. Previamente las sometía a orgías y torturas.

La infancia en los tiempos que corren

Los niños son notablemente permeables a lo que se espera de ellos. Se forman y conforman de acuerdo al concepto de infancia imperante en cada época y en cada sociedad. Infancia nomina al conjunto de intervenciones institucionales que, actuando sobre la materialidad biológica del hijo y su familia, producen lo que cada sociedad llama “niño”. Los niños producidos bajo diferentes conceptos de infancia, difieren: los de hoy son diferentes de los de principios del siglo XX, y éstos de los de la Edad Media.

Un paradigma de época: lo innombrable de la pulsión de muerte

Editorial

Los tiempos que corren producen una subjetividad sometida en la ilusión de la utopía de la felicidad privada. La vida en comunidad se deja de lado al celebrar el individualismo como máximo referente posible. La exaltación del Yo y el narcisismo se elogian como un logro desde una perspectiva postmoderna. Uno de sus referentes, Gilles Lipovetski, llega a reivindicar el “fin del homo politicus y el advenimiento del homo psicológico que sólo cree en el bienestar”.

“Consumerismo”, la enfermedad infantil del comunismo

La idea de que un consumo elevado va acompañado de conservadurismo político es propia, no sólo de ciertos sectores de la izquierda norteamericana, sino del sentido común. Ese sentido común superficial y pre-científico puede definirse como “pobrismo” y tiene más de cristiano que de socialista. Si fuera cierta la proposición inversa, cuanto más pobre más revolucionario, en Haití habría doce octubres por año.

Sobrevivir en los tiempos que corren

Reportaje a Fernando Ulloa

Del tiempo sabemos algunas cosas: que se mide, se empaqueta, se vende, se cobra, se pierde o se remata en una subasta de criogenia. Ayer, el tiempo es historia. Hoy, es el minuto que se pierde para llegar a no sabemos dónde.
Para Ulloa, el tiempo sucede en la recuperación de la memoria y lo que reactualiza la miseria, entre los ñaupas y los aconteceres cotidianos. Y sin dudar, afirma que la palabra y el debate crítico son el gran motor de salida.

Radiografía de un endemoniado

Estudio social y clínico de un ceremonial religioso

Es frecuente escuchar entre colegas del ámbito de la salud mental cómo la histeria ha cambiado sus formas clínicas en este “nuevo milenio”. Es un hecho cotidiano encontrarse con profesionales que afirman que los síntomas han cambiado de tal forma que las parálisis, las cegueras o los mismos ataques de histero-epilepsia ya no se producen; que fueron propios de otra época. Al hacer la residencia de psiquiatría en un hospital general (Teodoro Álvarez) e interesarme por los pacientes neurológicos que asistían a consultorios externos, rápidamente percibí que en tal caso esos pacientes no llegaban al ámbito geográfico de la salud mental.

Medicina y Religión

La enfermedad y la muerte, han constituido siempre elementos centrales de las preocupaciones humanas, forman parte del núcleo duro de las preguntas básicas que la humanidad se viene formulando desde el fondo de los tiempos y que carecen de respuesta, ambas refieren al porqué de nuestra existencia, de las mismas enfermedades y de la ineludible muerte, cuyo misterio central es la existencia del universo y de la vida misma.

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