Me pidieron una consulta de supervisión. En esta época invernal antes de las fiestas de fin de año en Europa hay mucho trabajo. Es invierno, los días tienen poca luz, hace frío. Tenemos mucho trabajo.
Quien preguntaba fue un participante de mis cursos en una ciudad italiana, algunos años atrás. Hacía mucho que no lo veía y para decir la verdad, no me acordaba ya de él, insistió. Sin muchas ganas de mi parte, fijamos una fecha.
Los abordajes clínicos psicoanalíticos de la impotencia masculina tienen ya una larga historia. Desde el propio Freud a los trabajos de Sándor Ferenczi, este síntoma fue objeto de trabajo y reflexión por parte de numerosos psicoanalistas. Pero, las transformaciones de la subjetividad y la sexualidad en nuestra época nos llevan a preguntarnos ¿cómo se presenta y se trabaja con estos pacientes hoy? ¿Qué herramientas clínicas disponemos en la actualidad?
Siempre que comentamos un ateneo clínico, hay que agradecer al analista por permitirnos entrar a su consultorio y mostrarnos su práctica. El estuvo allí y nos acerca su relato de como estuvo allí. Nuestra tarea es más fácil, es a distancia, no empapados en la turbulencia del estar allí.
El abordaje de pacientes con anorexia es complejo, tal como lo es la propia patología. En ella se entrecruzan cuestiones de diverso orden. Este padecimiento ha crecido en muchos sectores de la sociedad actual capitalista por la relación de la alimentación y los ideales del cuerpo. Es por ello que en este caso hemos decidido profundizar en la potencialidad del abordaje psicoanalítico.
Una psicoanalista y un psiquiatra trabajan en la Clínica de Saumery, en Francia. Ellos escribieron dos trabajos sobre una misma paciente. El interés de los dos textos para nuestros lectores tiene varios niveles. Primero, cómo articulan su trabajo en equipo, cuestión esencial en pacientes graves, donde es necesario compartir lineamientos generales de trabajo. Segundo, nos permite ver cómo son los abordajes actuales en internación en Francia, desde su legislación hasta la forma de trabajo.
Habitación de la guardia. Laura, psicóloga y Cristina, la trabajadora social están acostadas luego del almuerzo, conversando. La trabajadora social fuma junto a la ventana. La psicóloga mira el techo de la cama cucheta. Suena el celular de la trabajadora social.
CRISTINA: Hola. Sí, Pedro, ¿qué pasó? ¿De la sala 3? Sí, Carrizo. Bueno, vamos para allá. (Corta). Se fue Carrizo, el de la sala 3. Lo pasaron hoy en el pase.
Más de cien años han pasado desde que el descubrimiento freudiano del inconciente produjera un viraje radical en el modo de conceptualizar el sufrimiento psíquico proponiendo a la vez un método para aliviarlo. Y aún así, todavía hoy, nos vemos confrontados al intento por definir y justificar los modos en los cuales -en tanto analistas- construimos las hipótesis comprensivas que sostienen nuestras intervenciones. Siempre en el contexto del encuentro con un otro que nos convoca para pensar modos posibles de resolver los aspectos intrapsíquicos de dicho padecimiento.
La cuestión de la simulación es una de las problemáticas más complejas en el trabajo clínico. La regla de asociación libre y atención flotante tiene como prerrequisito que el paciente diga todo lo que piensa con la menor censura posible. Pero si un paciente oculta o directamente simula, ¿cuáles son las herramientas con las que contamos? En este punto la brújula de la contratransferencia y transferencia son capitales para poder operar. El siguiente fragmento nos pone directamente en dicha situación y en la operatoria analítica.
“El obstáculo estuvo desde el inicio hasta el final,y sobre todo en el final ¨
Haitham, llego a la Argentina hace 4 años, como consecuencia de los inconvenientes que tuvo al intentar llevar a cabo su propósito: escapar de la guerra de Iraq, y reencontrase con su familia, la cual se encuentra en los Estados Unidos. Durante estos años, estuvo preso, preso e internado, luego vivió en una pensión, y finalmente internado en el hospital Borda.
En todos los campos de la actividad humana han ocurrido, en los últimos veinte años, cambios cuya extensión y profundidad no pueden compararse en su carácter ni en sus consecuencias a los sobrevenidos en ningún otro período tan corto de la historia.
La complejidad del trabajo clínico psicoanalítico con adolescentes se potencia con las situaciones que plantea nuestra sociedad actual. Esto lleva a nuevas presentaciones y formas sintomáticas que tienen al riesgo como constante, y nos exige afinar nuestras herramientas clínicas. Por ello son necesarios debates y polémicas sobre las intervenciones clínicas donde se ponen en juego y se reinventa nuestra praxis. Es por ello que en este espacio trabajamos un caso clínico de una adolescente actual y solicitamos a tres psicoanalistas especialistas en esta temática.
Cristina se ha tomado licencia. Me ha dejado a merced de una suplente. Y cada vez que Cristina falta, llegan los federales.
Virgencita de Guadalupe, que la guardia sea tranquila.
Noche de ronda
Son las 20 horas. Una sirena se escucha cada vez más fuerte, más cerca. No es una ambulancia. Flashes de luces led, frenada de gomas, portazo de patrullero.
Acto seguido un grito pelado: “¡SOLTAME HIJA DE PUTA!”. Cinco segundos después, la respuesta: “¡CALLATE PENDEJA DE MIERDA!”.
El psicoanálisis nunca estabilizó un paradigma en el sentido Kuhniano del término, o sea, una teoría o conjunto articulado de teorías coherentes que durante un tiempo significativamente prolongado permite la investigación dentro del concepto de “ciencia normal” o “investigaciones normales”.
El trabajo psicoanalítico es una experiencia transformadora de la subjetividad. Muchas veces los diagnósticos psiquiátricos situacionales, como el hoy clásico “ataque de pánico”, encubren situaciones que sólo son accesibles mediante el dispositivo psicoanalítico. En el siguiente caso la cuestión es cómo a partir de un síntoma de época, el trabajo analítico avanza dando cuenta tanto del motivo de consulta como del despliegue de la historia que se da en la transferencia-contratransferencia.
El campo interdisciplinario de los Estudios de Género, se articula con las teorías y prácticas psicoanalíticas para generar percepciones e intervenciones alternativas en la tarea clínica.
Este frenesí en la teoría manifiesta en todo caso una resistencia del análisis al analista, respecto de la cual sólo puede aconsejarse a éste que la tenga en cuenta para determinar la parte de su propia resistencia en las manifestaciones de sus analizados.
Jacques Lacan. El Psicoanálisis y su enseñanza. Escritos I. Pág. 437
1. Resistencias del analista: extravíos y desbarrancamientos
La complejidad del trabajo clínico con toda la gama que implica el abuso sexual es un desafío actual. Las particularidades de los abordajes con pacientes abusados, con abusadores y la articulación con el poder judicial son cuestiones que atraviesan e implican la producción de dispositivos e intervenciones específicas. Pero esta temática lleva a discusiones, debates y polémicas. Por ello mismo, luego del relato clínico, hemos incluido las repercusiones de este material cuando se expuso en dos instituciones de Salud Mental.
La clínica hospitalaria con adolescentes nos enfrenta hoy con algunas consultas que hace años atrás no recibíamos. En el marco de una sociedad con enormes desigualdades y una cultura que ha criado y albergado en su seno multiplicidad de formas de sometimiento de la subjetividad al poder centralizador del mercado, han prosperado estas problemáticas. Este eje que el mercado ha instalado alrededor del consumo, que borra toda ética de solidaridad entre los sujetos, y que lleva a un individualismo a ultranza, ofrece una ilusión de pertinencia para los que tienen acceso al mayor consumo; y una experiencia de exclusión para quienes no pueden acceder al mismo. Hay así subjetividades que se constituyen bajo el modo de SER a partir de TENER cada vez más con el consiguiente miedo a ser despojadas; y otras subjetividades que se organizan a partir de haber sido despojadas y excluidas de TENER los objetos básicos que hacen a la dignidad de un sujeto, pero lejos de reclamar ese derecho, se inscriben en la lógica del poder asumiendo el sometimiento como un destino inapelable. Resulta interesante pensar las formaciones sintomáticas actuales a la luz de una cultura del sometimiento que florece en el capitalismo mundializado.
En el mes de febrero se conoció periodísticamente un fallo de la sala H de la Cámara Nacional en lo Civil en el que se condena a una psicóloga por mala praxis a causa de “no haber advertido en tiempo y forma el abuso sexual al que estaba siendo sometida una niña en tratamiento, por parte de su padre”; luego que el juez en primera instancia rechazara la demanda. Según la noticia, la profesional lo habría detectado luego de dos años de tratamiento.
Jueves. Febrero. Ingenuamente, suelo pensar que el verano trae menos complicaciones. Error: la galaxia no duerme nunca. Por ende, nosotros, tampoco.
Cada día me convenzo más que la guardia es un portal cósmico al que llegan habitantes de planetas remotos. La única diferencia es que nosotros no somos Jedis y en lugar de Yoda, lo tenemos a Vizzolini. O sea, estamos claramente peor.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra