La cuestión de la compulsión a la repetición es un tema clásico en el psicoanálisis. Sin embargo los cambios en la subjetividad nos llevan a nuevos desafíos para sostener e intervenir en dichas situaciones. Las características de estos pacientes llevan al terapeuta a preguntarse una y otra vez por los instrumentos teóricos y clínicos. Esto es lo que pretendemos con cada Ateneo Clínico. “Producir inteligencia”, tal como nos enseñaba Fernando Ulloa. Para ello convocamos a tres psicoanalistas para que a partir de este apasionante relato clínico aporten sus visiones.
El presente trabajo surge a partir de las siguientes preguntas: ¿Cómo se construye un dispositivo apropiado para cada paciente?, ¿Cómo construir ciertas condiciones que hagan lugar y abarquen la situación clínica que cada problemática subjetiva nos plantea?
El número de publicaciones que hacen referencia al encuentro entre psicoanálisis y neurociencia ha crecido significativamente en los últimos años, lo que en principio impresiona como una señal auspiciosa de un posible enriquecimiento mutuo de estas disciplinas, con favorables repercusiones en el campo clínico. Entre otros, artículos como el de Pérez y el de Alonso del Campo y Bettini, dan cuenta de las posibilidades de crear un ámbito de intercambio. Sin embargo, buena parte de lo que se lee respecto de este tema está aún frecuentemente cargado de un fuerte prejuicio.
Si París en los 50, era una fiesta al decir de Hemingway, en los 60 los festejos no habían acabado. Los asistentes eran el marxismo, la fenomenología, el estructuralismo, el psicoanálisis, encarnados en miles de manifestantes que transformaban el espacio público y privado. Kristeva asistió y dejó huellas en esa confluencia.
2 AM suena el celular. Estaba dormida, soñándome en una playa con Harvey Keitel todo tatuado. Manoteo celular. Hablo.
- Sí…
- ¿Laurita?
- Sí…
- Perdoname, acá tengo una pacientita que no entiendo bien pero creo que se quiso tirar de la terraza.
- Voy.
La particularidad de las guardias pediátricas es que todo se refiere en términos de diminutivos: Laurita, pacientito, loquito, pastillitas… Es como estar en el País de las Maravillas pero sin chiste ni dobles sentidos.
El número anterior inauguramos esta nueva sección para profundizar lo que denominamos El giro del psicoanálisis. Este es producto de las transformaciones en la subjetividad y los nuevos paradigmas de nuestra cultura cuyas consecuencias no son solo nuevas manifestaciones sintomáticas sino también un escuchar diferente del sujeto en análisis. Esto conlleva también a replantear la formación y transmisión del psicoanálisis. En este sentido hoy no alcanza con el “trípode”: análisis didáctico, supervisión y seminarios.
El presente trabajo es un intento de pensar las intervenciones en clínica psicoanalítica con niños y adolescentes que muchas veces son traídos por sus padres pero no quieren venir, ni hablar, ni iniciar un tratamiento.
El presente trabajo es un intento de pensar las intervenciones en clínica psicoanalítica con niños y adolescentes que muchas veces son traídos por sus padres pero no quieren venir, ni hablar, ni iniciar un tratamiento.
Exposición realizada en la mesa redonda organizada por la revista Topía: “Una batalla cultural en el campo de la salud Mental. La psiquiatrización de la subjetividad.” Participaron Alicia Stolkiner, Beatriz Janin, Alberto Sava y Enrique Carpintero
Mediante el presente escrito, los profesionales e instituciones abajo firmantes, nos manifestamos a favor de criterios clínicos de diagnosis, y por lo tanto en contra de la imposición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales de la American Psychiatric Association como criterio único en la clínica de las sintomatologías psíquicas.
Recibo varios mensajes en el contestador pidiendo una hora. Al devolver el llamado, Daniel me dice que necesita hacer terapia. "No puedo vivir sin tomar un lexotanil de 3mg., probé ayer y estaba desesperado por la angustia y la ansiedad. No lo puedo superar. Es por una desilusión amorosa, me siento como la mujer de Atracción Fatal". Acordamos un horario para el día siguiente.
Llega puntual. Me impresiona su presentación, luego del llamado. Viene de traje, muy alineado. Se muestra cuidadoso en sus modales a pesar de su voz y cara angustiada.
Entrando al complejo de edificios, me llamó la atención la poca gente y el silencio que había. Me enteré que había ido inútilmente: el equipo de tratamiento (médicos, psicólogos, enfermeras y educadores) había salido en una excursión colectiva…y se habían olvidado de avisarme. Me fui frustrado a la cafetería, donde me encontré con el médico de guardia. Después de su explicación de porqué había ocurrido el malentendido, empezamos a hablar sobre la sobreocupación en la clínica y los casos de urgencia que había que recibir.
La terapia psicoanalítica de pareja: su utilidad y referencias teóricas
Las terapias psicoanalíticas de pareja se han consolidado como una alternativa terapéutica en nuestra disciplina y constituyen una herramienta de uso habitual. ¿Para qué sirven, cómo se trabaja en ellas, cuáles son sus principales referencias teóricas?
He conocido a dos pacientes Amalie y Roberto como material comunicado por sus respectivos analistas. Ambos pacientes pueden estar comprendidos en la franja que el psicoanalista-psiquiatra Cancrini llama “El océano borderline”, por la anchura de este campo en el que el Yo vacila por fijaciones narcisistas tempranas con las inconsistencias consiguientes del Yo de Realidad Definitivo.
¿Cómo trabajar en la clínica psicoanalítica el encierro narcisista? Ante esta pregunta abierta sobre una cuestión tan vasta, que ha promovido a su vez intervenciones de lo más diversas, trataremos de circunscribir algunas –pocas- generalidades que operen como referencias posibles con el objeto de establecer una comprensión conjunta sobre el asunto propuesto
La finalización del tratamiento en un grupo terapéutico (abierto) de uno de sus integrantes, nos remite inmediatamente a la elaboración de la separación/duelo no sólo de quien concluye -como sucede en los análisis individuales- sino de quienes continúan. Si bien el tema del duelo se va planteando y trabajando en ocasión de eventuales abandonos a lo largo del proceso, el alta de uno o varios integrantes permite un abordaje más sistemático.
He conocido a dos pacientes Amalie y Roberto como material comunicado por sus respectivos analistas. Ambos pacientes pueden estar comprendidos en la franja que el psicoanalista-psiquiatra Cancrini llama “El océano borderline”, por la anchura de este campo en el que el Yo vacila por fijaciones narcisistas tempranas con las inconsistencias consiguientes del Yo de Realidad Definitivo.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra