Más que un Plan, son una serie de medidas. Cuando uno toma medidas que reforman un sistema, no significa que haya un plan, un plan es otra cosa. Requiere, primero un conocimiento básico, tecnológico de la situación, es un estudio muy complejo y por supuesto, las medidas que se plantean en un plan están articuladas de un modo coherente en función de lo que se quiere transformar, de los objetivos que se plantean.
Este artículo tiene la capacidad de decir las cosas por su nombre. Para aquellos que conocemos los manicomios no vamos a encontrar nada nuevo. Sin embargo describir sin eufemismos como se ejerce el disciplinamiento en la institución manicomial produce esa sensación que Freud nombraba como lo siniestro. Los responsables de mantener esta situación no es un poder abstracto. Son aquellos que por defender sus intereses se oponen a cualquier proyecto de transformación: la alianza entre el gobierno macrista de CABA, los grandes laboratorios, las instituciones de medicina privada, la burocracia sindical que manejan sus intereses en las obras sociales y las organizaciones médicas. El texto de V. Hollmann y J. P. Iribarne -el cual compartimos en su totalidad- reafirma la lucha de todos los sectores antimanicomiales por un tratamiento del padecimiento subjetivo basado en una perspectiva ética, racional y científica. Este el compromiso de nuestra revista.
Quinto día, llueve, pero por alguna razón la lluvia no se siente como en otros lugares…
Siguiendo la frase tan repetida por Franco Basaglia: “Vengan a ver”, estamos en la ciudad de Trieste, capital mundial de la psiquiatría sin manicomio.
Hemos producido experiencias, encuentros, que nos impulsan a escribir. ¿Escribir para qué? Para dar testimonio, testimonio de vivencias, sensaciones y pensamientos, pero sobre todo, testimonio de nuevas posibilidades…
A partir de 1990, durante el Gobierno Democrático que sucedió a la dictadura militar, el Ministerio de Salud de Chile, comienza a desarrollar acciones dirigidas a reformar el modelo de atención en Salud Mental de la población. Es de esta manera, como en el año 2000 se inicia el proceso de implementación del Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.
Vamos a describir algunas características del desarrollo del psicoanálisis en la Argentina durante la década del sesenta. Este período se caracterizó por los profundos cambios sociales y culturales y por la permanencia de una crisis en todos los ordenes: político, económico, social y cultural.
La crisis política y social había llevado a la realización de golpes militares que interrumpieron los gobiernos de Arturo Frondizi (1958-1962) y de Arturo Illia (1963-1966), los cuales habían ganado debido a la proscripción del peronismo1 Las huelgas y manifestaciones obreras y estudiantiles fueron una constante en la lucha por reivindicaciones políticas y sociales.
Mientras la sociedad empezaba a sentir los efectos de una política económica que disminuía su nivel de vida, la clase media se sentía desalojada de un espacio de ascenso social como era la Universidad. La idea “cientificista” - como se la denominaba en esa época- dejaba paso a un cuestionamiento de las teorías hegemónicas como el funcionalismo sociológico, el conductismo y el psicoanálisis kleiniano.
El psicoanálisis desde hace mucho tiempo es una pasión Argentina. Quizás, como el dulce de leche, el asado o decir que tenemos la avenida más larga y la más ancha. Esto es reflejado por todos aquellos que viven en otros países. En el diario "La Nación" del 23 de octubre un periodista refleja la visión de la Argentina que aparece en algunos diarios de EEUU.
Lo anecdótico cabe en cuatro renglones: en 1967 el doctor Franco Basaglia publica “La institución negada”- Informe de un hospital psiquiátrico, a partir de su labor como director en el Hospital Psiquiátrico de Gorizia, en el cual denuncia las condiciones alienantes de la vida en el manicomio.
Ese sería el primer paso para la puesta en marcha de un engranaje que culminaría con la experiencia de Trieste, una verdadera transformación en el campo de la salud mental y en donde la apertura del manicomio fue apenas el comienzo.
Me propongo revisar las bases y la continuidad de un proyecto que ya lleva treinta años de existencia y que demuestra que existe una vida posible más allá de los manicomios.
A fines de Noviembre de 2007 presenté, en el Centro de Estudios Canadá – Uruguay; mi postulación a la beca ofrecida por el “Programa de Enriquecimiento Académico” del International Council for Canadian Studies... Introducción: A fines de Noviembre de 2007 presenté, en el Centro de Estudios Canadá – Uruguay; mi postulación a la beca ofrecida por el “Programa de Enriquecimiento Académico” del International Council for Canadian Studies. Se me informa del resultado positivo de mi postulación a fines de Marzo de 2008.
El siguiente es un experimento epistemológico. Como tal, pretende reproducir mediante la narrativa de algunos artefactos de saber experiencias, hallazgos y concatenaciones provenientes de la experiencia clínica. Si tenemos éxito, llegaremos al mismo resultado, aunque es difícil saber si con ello habremos demostrado algo.
Un día de guardia ingresamos a un paciente, Jorge, que decía que tenía un microchip en el cerebro y que lo manejaban potencias mundiales. No es mi intención describir minuciosamente la entrevista, lo que quiero traerles, es una frase que todavía tengo bien presente: “no me mediquen, mejor convénzanme de que estoy equivocado”, más de uno me ha escuchado contarlo, pero lo elegí como comienzo de este escrito porque creo que puedo partir desde aquí aunque no sepa bien donde termine.
Capítulo del libro “Historia de la Psiquiatría en Europa”, compilado por la Sociedad Europea de Historia y Filosofía de la Psiquiatría. Ed. Frenia.Madrid, 2.002
Al finalizar la 2ª Guerra Mundial, Occidente se encontró frente a un horror hasta entonces desconocido, o que no había querido conocer (al extremo que, a medida que transcurren los años, se pone en duda que alguna vez haya sucedido). La reacción fue un creciente anhelo por la democracia y los derechos humanos que, en pocos años, dio lugar al Pacto Contra el Genocidio y a la Declaración Universal de Derechos Humanos. Tratado y Declaración que en muchos sentidos pueden parecer papel mojado, pero de los que no es conveniente burlarse porque han plasmado el sueño de una cosa, un ideal hasta entonces desconocido: igualdad de derechos para todos los seres humanos.
La utilización de psicofármacos en la población es un tema digno de investigación que se enmarca en el campo del empleo de medicamentos en general aunque tiene algunas particularidades que deben ser exploradas. Se constituye además en un punto crítico para el debate de todos aquellos que trabajan en el Sector Salud, con especial énfasis en un actor clave: el médico.
1) Cuando remite al panorama de la Salud Mental en la Ciudad de Buenos Aires, sólo hace mención al estado de situación en que se encuentran los Hospitales Borda y Moyano. No me detendré en su concepción de monovalentes de “puertas abiertas” (analizada por Emiliano Galende en sus apreciaciones). Sí corresponde decir que la Dra. Quiroga, tiene una visión muy acotada de la Salud Mental, ya que sólo se limita a incluir en su análisis al Borda y Moyano, y el destino de los 1.700 pacientes internados en ambas instituciones asilares.
EDITORIAL: La cólera neofascista y la trama corposubjetiva en la que se desarrolla el miedo. Enrique Carpintero
DOSSIER: LA POTENCIA DE LA ALEGRÍA EN TIEMPOS DE CÓLERA Cristián Sucksdorf, Tom Máscolo y César Hazaki Además escriben:Ariadna Eckerdt, Juan Duarte, Mabel Bellucci
Trotsky y el psicoanálisis. Helmut Dahmer
ÁREA CORPORAL: Signos de identidad. Tatuajes, piercings y otras marcas corporales. David Le Breton
TOPÍA EN LA CLÍNICA: EL PSICOANÁLISIS A DISTANCIA TRAS LA PANDEMIA. Eduardo Müller, Marina Calvo, Lucía Plans y Agostina García Serrano
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra