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Cuerpo

El imperialismo aplana los cuerpos para conquistar la subjetividad

ÁREA CORPORAL

El imperialismo aplana los cuerpos para conquistar la subjetividad, y esto no es algo que empieza hoy, con la emergencia social que vivimos, sino que lleva muchos años de desarrollo, y se acelera en los tiempos del auge tecnológico.

La sociedad basada en el mercado considera que el cuerpo es imperfecto y puede ser mejorado, o reemplazado por la tecnología y que los recursos naturales están para ser explotados sin medida porque son propiedad privada

El cuerpo y el mercado: el aplanamiento de los cuerpos

Con el devenir de la historia se ha acentuado el predominio de los intereses económicos por sobre la solidaridad y el desarrollo de la humanidad. Una concentración de cada vez más capital en grupos restringidos está produciendo un serio desequilibrio ecológico en la sociedad mundial, que tiene su correlato en el desequilibrio ecológico al que hemos llevado a nuestro planeta. Estos grupos de poder trascienden las fronteras, las políticas regionales y, sobre todo, los intereses de la humanidad relativos a la salud y al desarrollo humano.

Los teléfonos móviles se han transformado en prótesis imprescindibles para la “vida en sociedad”

Caminar en paz

El pensamiento flotante que surge al caminar se libera de las ataduras del razonamiento y de las cosas útiles, va y viene, enraizado en la sensorialidad, en el momento pasajero, en la ensoñación. Caminar es podar los pensamientos demasiado densos, que nos impiden vivir por el peso de la preocupación. Rousseau hablaba a menudo de cuánto añoraba la soledad de los caminos.

Un paseo se inscribe en los músculos, en la piel, es físico y nos devuelve a la condición corporal que es la condición humana

El cuerpo cosificado - el cuerpo relacional

Reflexiones críticas ¿De qué cuerpo estamos hablando?

Al hacer una revisión histórica sobre el cuerpo aparece un tema recurrente, el de la desconexión cuerpo/alma o cuerpo/psique, cuando en realidad son dos entidades que nunca han existido separadas.
La dualidad cuerpo/alma se originó hace más de 24 siglos. Vislumbrada por Platón, mantenida por Aristóteles y agudizada durante la Edad media bajo el poder y la represión acérrima del cristianismo en Europa (Bertrand Russel, 1993; Vigarelo et al., 205). Esta escisión cristalizó en la concepción Cartesiana “ego-cogito” inmaterial, cognitivo, separado de la “res extensa”, de la materia. En esta visión el cuerpo fue considerado como máquina.

El cuerpo mirado y tratado como objeto está desconectado de la mente, de la naturaleza, del mundo histórico y del contexto. Esta mirada no sólo desconecta el cuerpo de la mente, sino que también a ese cuerpo de otros cuerpos y a una mente de otras mentes

La resistencia es corporal

El desarrollo económico hace mucho tiempo que ha dejado de estar ligado al desarrollo humano, si bien es de suponer que éste haya sido su motor inicial. La industria alimenticia, por ejemplo, no tiene entre sus objetivos el de alimentar a la cada vez más creciente población humana, sino la acumulación de capital y poder, concentrado en grupos cada vez más reducidos

Es necesario reivindicar el cuerpo como potencia transformadora frente a la cultura de esta época que trata de silenciar los cuerpos equiparándolos con la virtualidad

Cómo (de) construir un cuerpo del sur

El cuerpo es la materia sensible del Yo y a la vez una construcción sociocultural en la que los saberes corporales van a mantener una relación dialéctica con el contexto al que pertenecen. Nuestra identidad, también corporal, se va hilvanando en el tiempo con la historia y la memoria, en una relación vincular con lxs otrxs, por lo que el contexto cultural, histórico, social y político va a incidir en los pensamientos, modos de ser, gestualidades y cuerpos.

Vivimos en un mundo que intenta homogeneizar las diferencias al ritmo del consumo, la mayor productividad, las políticas extractivistas y la optimización del tiempo y el espacio

Nuevos escenarios, nuevos paradigmas en la danza

En estos tiempos donde la existencia del ser humano pasa por la visibilidad de su vida, en redes sociales y otros medios virtuales, se desdibujan los límites de lo interno y lo externo, de lo privado y de lo público. Me pregunto: ¿dónde queda ubicado el cuerpo en este espacio donde ser “dependerá de la cantidad de ‘vistas y likes’” dentro de un perfil virtual? Asimismo, ¿quién dirige el tiempo de nuestras acciones cotidianas y corporales? Allí es donde aparece el mercado, que gobierna el tiempo y el espacio personal y social. Entonces, ¿qué pasa con nosotros en la búsqueda de hacer para mostrar, en lugar de hacer para ser?

¿Cuál es el camino para no quedar sometidos a la lógica del mercado y a la vez adecuar y ajustar los cambios que nos permitan hacer y evolucionar?

La vida en el cuerpo: de la planificación a la improvisación

Parafraseando a Giuseppe Verdi, quien dijo “Hay algo en la música que es más que melodía y mucho más que armonía: música”, me atrevería a decir que hay algo más en la vida que es mucho más que el ciclo de nacer y morir y las circunstancias del camino: vida. La vida es, en definitiva, lo que hacemos con nuestras circunstancias.

Sobre los diferentes ritmos que plantea el devenir, dibujamos la melodía de nuestras acciones, escribiendo una partitura que reinterpretaremos acorde con las nuevas circunstancias que surjan. Reinterpretaciones que también son improvisaciones, creaciones, a partir de una melodía dada (la memoria) que en el presente (ahora) es ejecutada a un ritmo y una tonalidad diferentes. Ritmo y tonalidad que parten del aquí y ahora como una posición interior diferente para conectarse con ese material. Posición que es apertura a un nuevo flujo emocional, que incidirá en toda la estructura de la obra, de la vida.

El cuerpo denuncia nuestros límites, el principio y el fin. En él anida nuestra conciencia de la muerte. También es nuestra conciencia de la vida

Transformar el riesgo en la materia prima de la invención de uno mismo

Prefacio a la Segunda Edición de Conductas de riesgo

Pasaron 20 años de la primera edición en francés del ya clásico Conductas de riesgo. De los juegos de la muerte a los juegos del vivir. Le Breton escribió especialmente para la Segunda Edición en español el siguiente prefacio, donde revisa y actualiza sus planteos generales del libro, cuya nueva edición publicará nuestra editorial.

Esta es la segunda edición de un libro que me es muy querido. Por supuesto, las cosas no han cambiado mucho desde la primera edición en Francia o esta segunda edición en Argentina. El deporte extremo, o sencillamente las actividades físicas y deportivas de riesgo, siguen siendo tan populares como siempre. En este prefacio, voy a retomar algunos puntos que son las claves de lo que se desarrolla en los diferentes capítulos, pero centrándome más bien en el malestar existencial de las nuevas generaciones. El término “conductas de riesgo” procede, por supuesto, del vocabulario de la salud pública. Para el joven, el peligro inherente a su forma de comportarse parece tener poco peso frente a su sensación de estar en desacuerdo con los demás, de sentirse mal consigo mismo y con su vida. Se deja llevar por la necesidad interior de reproducirlas y apenas se cuestiona sus consecuencias.

El riesgo es una materia prima para construirse a uno mismo, con la posibilidad de morir o ser herido

Biopolíticas de un arte que nos cura

Reflexiones e ideas en despliegue, en clave de un Bios ético estético, una clínica-arte de existencia y resistencia

Somos corporalidades encarnadas existencialmente, abiertas al mundo que se habita. Tal como propone Merleau Ponty en sus estudios sobre fenomenología, somos seres corpo-sensibles y constructores de sentidos. Habitamos en el mundo a través de sensaciones y realidades que se recrean a través del cuerpo. El Cogito tácito que para Merleau Ponty es cuerpo sensible fenoménico y existencial, un cuerpo que conoce y que es en el mundo. El cuerpo está dentro del espacio como el corazón está dentro del cuerpo. Para Deleuze un cuerpo sensible, con flujos, líneas vitales, rizomas. Tanto Deleuze como Merleau Ponty observan y destacan esta sensibilidad en la construcción del conocimiento que tenemos del mundo, y podemos agregar de nuestro self, de nuestro sí mismo. Enrique Carpintero considera el cuerpo en un múltiple registro, compenetrado por la cultura, y por la grupalidad como constituyentes subjetivos. No hay cuerpo-sujeto si no hay cultura, que lo sustenta como una malla, una apoyatura que implica una inmanencia de cuerpo social-grupal. A este atravesamiento múltiple Carpintero lo denomina corposubjetividad.

Los ritmos motores, sonoros, poéticos nos acunan desde niños y nos sostienen nos hamacan y nos vuelven humanos, devenires vitales de continuidad existencial

La sensorialidad en la vida fetal Esencial para el devenir humano

Bernard Golse dice que el cuerpo es la vía regia para la subjetivación y la simbolización. Han sido necesarios muchos años para que en el Psicoanálisis se pueda leer esta afirmación.

Gracias a los avances de la Neurociencia, la Pediatría, la Psicología evolutiva, las terapias corporales, el Arteterapia, etc. se fue descubriendo lo no verbal como un lenguaje con significado. Como los sueños, el dibujo o el juego.

La palabra “sentir” encierra un secreto: incluye el sentir desde la sensibilidad, pero también el sentir de los sentimientos

Los 5 sentidos y las emociones en la Medicina Tradicional China

El Modelo acerca de los fenómenos que explican la naturaleza de todos los sucesos basado en los Opuestos Complementarios (Yin-Yang) y la Teoría de las Cinco Actividades (o los Cinco Movimientos) es la base del pensamiento natural de las personas en Oriente. A diferencia de esta antigua filosofía china, en la antigua Grecia apareció entre los primeros maestros y filósofos un modelo teórico de comprensión de la naturaleza basado en cuatro elementos. Estos cuatro elementos eran para los griegos el Agua, el Fuego, el Aire y la Tierra.

Cuerpos en pandemia, apuntes de una vigilia

Los cuerpos bajo la acechanza de la peste, muchos confinados durante larguísimas semanas, durante algunos meses, muchos expuestos a lidiar de cerca con lo temido. ¿Qué marcas deja esta convivencia en el territorio corporal?

Ya sabemos: cuesta pensar a tiempo real. No hablamos de una experiencia pasada, hablamos imbuidos del movimiento de este desastre al que llamamos pandemia. Pensar en movimiento ha sido siempre un enorme desafío. Como en un vehículo veloz vemos pasar imágenes informes más cercanas a las sensaciones que a las representaciones.

Dados a vivir los andamios del día, la alteridad del virus desata otras narrativas perseguidor perseguido, denegaciones, espantos

Navegando la Pandemia

Cuando iniciaron los primeros casos de Covid-19 decidimos suspender los encuentros presenciales y comenzamos esta travesía con la valentía de los que se arrojan a acompañar sin un modelo previo. La experiencia que intento transmitir se da en un espacio de formación donde priorizamos la palabra, lo teórico y también el movimiento, lo expresivo con objetos y máscaras, las escenas, la danza, lo lúdico, la plástica y la escritura.

La modalidad virtual nos confrontó con percepciones recortadas, escenas en la bidimensionalidad, cuerpos del otro lado del vidrio sin olores, temperaturas, vibraciones

Salir al encuentro

Pensamos que tenemos todo bajo control. El acoso de la impermanencia, que se incrementa en las crisis, provoca muchas veces que nos atrincheremos en esta falacia para poder continuar con nuestras vidas y nuestros proyectos. Esto puede ser funcional y ayudarnos a salir adelante o superar un momento del entorno e incluso ayudar a una transición hacia otro punto de vista para interpretar el mundo y nuestra historia. Pero cuando se vuelve permanente o cuando intentamos volver permanente este estado de certeza, de fantaseado control voluntario sobre la realidad y las cosas, nos enfermamos de estancamiento, de egocentrismo, de egoísmo y olvidamos que dependemos de los demás para existir, que dependemos de las fuerzas de la naturaleza para vivir, que dependemos del ecosistema de la tierra y de un sinnúmero de factores del universo y del cosmos para subsistir. 

El capitalismo se ha comportado como un conquistador depredador tanto de los recursos humanos como ecológicos del planeta, sin un plan racional para no agotar estos recursos

Tensiones en el espesor corporal

La vida, social y política, forma parte de nuestra vida. Nos implica, nos atraviesa y en estos tiempos nos provoca sufrimiento.

Si tenemos y promovemos el consenso social, la explosión justa y el respeto por la herencia cultural y la igualdad de derechos, estamos exentos de ser atravesades por tensiones de intensidad diversas que se van visibilizando en el mundo.

Algunas nos dan la fuerza necesaria para levantar la voz y ponernos de pie. Otras nos llenan de angustia, dolor y rabia o nos paralizan ante tanta violencia e injusticia en el mundo del revés.

Espesor corporal es espacio escénico de una dramática subjetiva e intersubjetiva, social, vincular y política

Gimnasia Consciente y arte

Leandro Dibarboure era sociólogo y psicólogo social, además de triatlonista, profesor de natación y entrenador personal. Fue creador, junto a su madre, Irupé Pau, de la Escuela para Docentes de Gimnasia Consciente. También fue miembro del Consejo de Redacción de Topía. 
A continuación transcribimos este epílogo del libro Gimnasia Consciente. Método de Irupé Pau de Aline Dibarboure Pau, publicado hace pocos meses.

Inx Bayerthal, la fundadora de la Gimnasia Consciente, tenía por costumbre no revelar sus fuentes. El trabajo no habría sido posible con una estructura de escuela; ella tenía, por así decirlo, un grupo de iniciados. A partir de fragmentos de la historia que Inx relató a mi madre -la discípula que más tiempo estuvo con ella-, con materiales que recibimos, yo hice una investigación: de dónde salían esos materiales, cómo se unían, cuáles eran las concepciones y dentro de qué contexto se enmarcaban.

Lo que conocemos como educación física surge de la necesidad de enseñarles a los soldados a marchar, a portar, cargar y disparar un fusil

La incisión en la carne: marcas y dolores para existir

El Yo que funda la relación con el mundo nos parece asegurado, irrefutable, pero nada es más vulnerable, nada está más amenazado por la mirada de los otros o por los eventos de la historia personal. No estamos inmutablemente encerrados en nosotros mismos como dentro de una fortaleza sólidamente guardada. La identidad personal nunca es una entidad, no está encerrada, se trama siempre con lo inacabado. El mundo en nosotros y el mundo fuera de nosotros no existen más que a través de las significaciones que no cesamos de proyectar a su encuentro. El sentimiento de ser uno, único, sólido, con los pies sobre la tierra, no es más que una ficción personal que los demás deben sostener con más o menos buena voluntad. Ciertamente, si fuera demasiado flojo, inconsistente, la existencia será imposible. La identidad no es substancial sino relacional. Es un sentimiento. El Yo es el ensamble de los discursos virtuales que el individuo es susceptible de sostener acerca de sí mismo. Un instrumento que se esfuerza en poner conciencia en un teatro de sombras, que responde a la cuestión de la imagen de sí mismo, pero que a menudo es ciego para los caracteres que saltan a la vista de los demás.

El Yo es el ensamble de los discursos virtuales que el individuo es susceptible de sostener acerca de sí mismo. Un instrumento que se esfuerza en poner conciencia en un teatro de sombras

Poder: potencia potencial Defendamos el espacio vacío

La palabra “poder” viene del latín vulgar posere que deriva de “posse, potis”, que a su vez viene de una raíz indoeuropea poti (amo, dueño), que en griego dio posis, esposo. De poti derivan tanto las palabras latinas “posse, potis” (poder, potestad, déspota) como “Potens, potentis” (potente, potencia, potencial). En francés, pouvoir, no solamente es un sustantivo, sino también el verbo “ser capaz de”, lo mismo que en castellano. En inglés, la palabra “poder” se traduce como power, que también significa “potencia”, lo que indica una capacidad. En alemán, la palabra para designar “poder” es macht, cuya raíz es machen, que significa “hacer”.

En su libro Sobre el poder, el filósofo coreano Byung-Chul Han postula que “En relación con el concepto de ‘poder’ sigue reinando un caos teórico.” Y dice “El poder se asocia tanto con la libertad como con la coerción.” Y propone “Hay que hallar un concepto dinámico del poder.”

Michel Foucault ve al poder como “una compleja situación estratégica en una determinada sociedad.”1

Tomando al poder como potencia, es la acumulación de capacidades y habilidades lo que le da poder al sujeto

Dar en el blanco: Gimnasia Consciente. Método de Irupé Pau.

Aline Dibarboure Pau (Editorial Biblos, 2019. 183 páginas.)

En este libro, la autora, hija y discípula de Irupé Pau describe su método de trabajo fundado en sus conocimientos en medicina. Luego de formarse con Inge Bayerthal en sus clases de Gimnasia Consciente, desarrolló su método propio para el tratamiento de las hernias de disco, la escoliosis y otras patologías de la columna. Este texto es un primer acercamiento a su técnica donde a través de la concientización y comprensión del propio cuerpo, del estudio de la postura corporal y del buen movimiento, los dolores van desapareciendo. A continuación transcribimos el prólogo de una de sus discípulas.

 

Dice Inge Bayerthal, la creadora de la Gimnasia Consciente: “¿Por qué poética corporal? Porque nuestro trabajo se define por una vocación de conocimiento vivido, objetivo, de la esencia de lo humano, que asimilamos a lo poético, por la vivencia, en la acción de un juego profundo.”

Desde esta perspectiva Irupé Pau, la madre de la autora de esta obra, fue construyendo su propia poética, en una evolución constante a través de los años, incorporando otros saberes sin perder la esencia de la Gimnasia Consciente. Este libro da cuenta de ese proceso. Aline Dibarboure ha plasmado en esta obra lo aprendido y vivenciado junto a su madre y otras discípulas.

 

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