Nuevo año, nuevo gobierno, nuevos ajustes. No es una situación de excepcionalidad argentina. El mundo está dando una nueva vuelta de tuerca hacia la profundización de la etapa neoliberal del capitalismo. Sus avances dependen de las luchas sostenidas en cada lugar y sector de la sociedad.
El campo de Salud Mental no es ajeno a esta situación. No es posible pensarlo por fuera del campo de Salud y de la sociedad. Por eso, desde estas páginas, insistimos en que sólo con la socialización de la Salud será posible avanzar definitivamente en las transformaciones necesarias del campo de Salud Mental.
Quisiera hacer un breve comentario sobre la memoria. Actualmente hay un cuestionamiento de la memoria en tanto ésta se encuentra atrapada por la subjetividad de quien la emite. Como si la historia se pudiera hacer sin la memoria. O, lo que es peor aún, como si en la historia y en la memoria no se jugara una lucha de poder.
Para rescatar la importancia de la memoria Paolo Montesperelli señala que en uno de los relatos de Voltaire, éste imagina una controversia entre Descartes y Locke. Para el primero la memoria es insignificante en el plano metafísico, porque todas las ideas se encuentran en el alma desde el nacimiento. Para Locke, por el contrario, la memoria es importante porque almacena las impresiones de los sentidos (Sociología de la memoria, editorial Claves, Buenos aires, 2003). Alrededor de estos dos protagonistas se dividen las opiniones hasta el presente. Sin embargo, para dirimir esta controversia intervienen las hijas de Mnemósine, diosa de la memoria; éstas deciden cancelar por unos días toda forma de memoria en los seres humanos. De esta manera arrojan a la humanidad a un caos donde la gente olvida las cosas más elementales y se pierde toda forma de inhibición. En definitiva, la propia supervivencia de la sociedad se ve en peligro. Una vez hecha la demostración restauran la memoria y todos -excepto, quizás Descartes- reconocen la importancia de la memoria.
El Génesis ubica a la luz, en la creación del mundo, en tercer lugar, después del cielo y la tierra, con el objetivo de separar la noche del día. A la humanidad le costó siglos llegar a apretar un botón y que “la luz se haga”. Fue un proceso que comenzó con el dominio del fuego, la lámpara de aceite, etc. hasta llegar a la luz eléctrica. Una vez dominada la electricidad fue tan potente como energía que, desde sus comienzos, volvió a implantar los sueños de los antiguos alquimistas que trataban de convertir lo inanimado en animado.1 Un ejemplo claro es el libro Frankensteino el Prometeomoderno que trata de una resurrección producida por la unión de la medicina y la electricidad.
Cualquiera que haya vivido en la Costa Oeste de América del Norte sabe perfectamente que, cada año, cientos de especies de pájaros migran hacia el norte y hacia el sur a lo largo de esa franja continental. Una de ellas es el gorrión de corona blanca. En el otoño, su ruta lo lleva desde Alaska hasta el norte de México y luego, en primavera, de regreso al norte. A diferencia de la mayoría de las otras aves, este tipo de gorrión tiene una capacidad muy inusual para permanecer despierto hasta al menos siete días durante la migración.
La última dictadura cívico-militar constituyó una cesura en la historia argentina, pues sentó las bases para el cambio en la distribución del poder al interior de la sociedad. La nueva época produjo el final violento del empate social, atravesado por una gran inestabilidad política y fuertes pujas económicas y abrió el tránsito hacia un nuevo período, caracterizado por La Gran Asimetría entre los grandes grupos económicos y los empobrecidos sectores medios y populares.
Como en otros países de América Latina, la dictadura cívico-militar argentina tuvo como objetivo llevar a cabo una política represiva, al tiempo que aspiraba a refundar las bases materiales de la sociedad. En consecuencia, el corte que ésta introdujo fue doble: por un lado, a través del terrorismo de Estado apuntó al exterminio y disciplinamiento de vastos sectores sociales movilizados; por otro lado, puso en marcha un programa de reestructuración económico-social que habría de producir hondas repercusiones en la estructura social y productiva.
Con la lupa sobre los discursos sociales, la industria alimentaria y la epidemiología relacionada con el mal comer, Ser y comer indaga en las razones por las que, en este mundo en el que hay tanta comida como nunca antes en la historia, comer de manera sana se ha vuelto prácticamente un ideal imposible de cumplir. Su autor Marcelo Rodríguez nació en 1971, adquirió desde niño el vicio de la escritura y vive en Buenos Aires. Es Licenciado en Periodismo por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y publica desde fines del siglo pasado en diarios, revistas y medios digitales sobre temas relacionados con salud, ciencia y tecnología; entre muchos otros, en La Nación (Buenos Aires), La Voz del Interior (Córdoba), la edición en español de The Washington Times y Futuro, el suplemento de ciencia del diario Página/12. También colaboró en Topía. Publicó la novela En la ciudad de Las Artes (Eco Ediciones, 2006) y los ensayos narrativos Historia de la salud. Relatos sobre el cuerpo, la medicina y la enfermedad en Occidente (Capital Intelectual, 2011), e Historia de la inteligencia. Las neuronas, las computadoras y el fin de la sabiduría (Capital Intelectual, 2013).
Lohana Berkins falleció el 5 de febrero de 2016 con apenas 50 años. Fue la dirigente travesti más reconocida de la Argentina y una referente internacional del activismo LGTBI. En 1994, Lohana fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) y en 2008, la Cooperativa de Trabajo para Travestis y Transexuales “Nadia Echazú”, que presidió hasta su fallecimiento. Fue impulsora de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y aprobada por la Legislatura porteña en 2009 e integró el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género que se conformó durante la lucha por la aprobación de dicha Ley en Argentina. En la actualidad era Directora de la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual del Observatorio de Género en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, cargo que ejercía desde 2013.
La recordamos publicando un texto de 2010 que constituye un capítulo del libro Un cuerpo: mil sexos. Intersexualidades, Raíces Montero, Jorge Horacio (comp.), Buenos Aires, Topía, 2010.
La división sexual del trabajo es la parte de las relaciones sociales que articula la producción y la reproducción. Se expresa en un proceso contradictorio entre las clases y los sexos. Forma parte de la división social del trabajo.
La sociedad patriarcal estableció los roles que deben asumir las mujeres en el seno de la familia y estas relaciones de género preexistentes son incorporadas y recompuestas en la relación capital-trabajo.
Los días en el centro es un trabajo documental llevado a cabo durante el 2014 en el Centro de Día de Salud Mental Capacidades Diferentes, en el barrio porteño de Barracas. El mismo nos invita a reflexionar sobre otras realidades y verdades, distintas a las que estamos habituados (o nos han habituados) a ver y considerar.
En esta tarea colectiva se incluye un registro fotográfico realizado por Darío Cavacini en diferentes momentos cotidianos de la institución donde el abanico de sentimientos y emociones se muestran sin veladuras, y en los que se observan las reminiscencias de pasados que se vuelven presente, y de un presente que quiere anhelar futuros.
Cada una de las imágenes contiene un pie de foto expresado por los propios concurrentes de la institución en el marco del taller de fotoperiodismo, coordinado por Cavacini. El eje del trabajo fue diferenciar las distintas vivencias que despierta una internación psiquiátrica, en contraposición con lo que significa asistir a un centro de de día.
Nuestra revista cumple 25 años. Además de celebrar este aniversario, queremos detenernos para ver el camino recorrido y relanzar propuestas.
Durante todos estos años, Topía es fruto de la producción de un colectivo de trabajo y un conjunto de lectores de distintos lugares del mundo. No solamente son 75 números, un sitio de internet y una editorial con más de 100 libros publicados. Esos son números fríos. Tampoco solamente los premios recibidos en todos estos años. Topía implica espacios que implican proyectos frente a una cultura del sometimiento. Es por ello que en algún momento la definimos como una “una revista de pensamiento crítico donde el psicoanálisis se encuentra con la actualidad de la cultura.” Y en este momento llamamos Territorio de Pensamiento Crítico.
Militante desde joven, pasó por las cárceles de la dictadura militar donde estuvo secuestrado durante seis días y finalmente liberado debido a la gran movilización nacional e internacional. Luego se exilió, donde siguió produciendo.
El 4 de octubre falleció Eduardo “Tato” Pavlovsky a los 81 años. Uno de los referentes más importantes de nuestra cultura. Fue médico, psicoanalista, psicodramatista, actor, escritor, dramaturgo. En estos ámbitos encontró su forma de expresión y creatividad que, como afirmaba, “siempre fueron un estímulo para seguir luchando contra la injusticia.”
Pavlovsky luego de recibirse de médico empezó su formación como psicoanalista en la APA. Casi al mismo tiempo comenzó su formación y práctica como grupalista y psicodramatista. Fue pionero en trabajos grupales con niños y adolescentes y creador del Psicodrama Psicoanalítico. A la vez comenzó su trayectoria como actor y autor de teatro. Estas dos pasiones se mantuvieron a lo largo de su vida. Su compromiso político llevó a que fuera parte del grupo Plataforma, que renunció a la APA en 1971. También a que fuera perseguido durante la última dictadura cívico militar, teniendo que exiliarse en España. Volvió a la Argentina a principios de los 80, donde prosiguió su vasta producción en distintos ámbitos.
En alguna parte Lukács afirma que es preferible un Balzac reaccionario a mil Zolas progresistas. En efecto: el realismo crítico del monárquico Balzac odia tanto a la burguesía triunfante que la pinta implacablemente, con todos los matices siniestros de su mezquindad y sus miserias; el naturalismo del socialista Zola, en cambio, describe -en lugar de narrar, para citar una dicotomía teorizada por el propio Lukács- una situación dada, “reificada”, que pareciera carecer de historia.1 Podríamos decir entonces que en Balzac opera, mucho mejor que en Zola, lo que Fredric Jameson ha llamado el inconsciente político de la literatura (o de la cultura en general).2 Pero esto requiere algunas consideraciones preliminares.
Si, como ya tempranamente describieron los fenomenólogos, el ser inevitablemente existe, se encarna, en-el-mundo, vale decir entonces, que los cambios en ese campo intersubjetivo e indeterminado que aglutinamos imperfectamente bajo el concepto “mundo”, necesariamente implican cambios en nuestros modos encarnados: experiencias sensorio-motrices, emociones y representaciones corporales.
Los Tres Chanchitos (1) es un cuento tradicional infantil. Comienza con los padres de los Chanchitos bregando para que sus hijos se independicen del hogar familiar. Como adultos responsables, consideran que la infancia ha concluido y que los jóvenes están en condiciones de emprender cada uno su camino. Para ello los impulsan a construir sus casas. Según el cuento, cada uno de los Chanchitos tenía características particulares: uno de ellos era vago, el otro glotón y el tercero serio y trabajador. Los dos primeros han quedado en la historia como irresponsables que salieron del hogar paterno sin la imprescindible madurez y sólo pensando en jugar. Al mismo tiempo se cantan loas sobre el hermano mayor que es serio y trabajador; por consiguiente, nunca juega y siempre tiene en cuenta la presencia inminente y devoradora del Lobo Feroz. Desde esta perspectiva es quien mejor opera sobre la realidad, se omite el rasgo sobreadaptado del personaje.
La operación de ver no es tan espontánea como parece. Ver lo que vemos es tan difícil como escuchar lo que oímos. Hagamos entonces alguna advertencia respecto a nuevos lugares que la imagen ocupa en la actualidad de la producción social y por lo tanto, en la actualidad de la vida psíquica. Si ya advertimos sobre los riesgos de una teoría psicoanalítica que sobrevaluaba la dimensión lingüística (el significante, la letra, la lógica, la escritura) mientras descuidaba otros aspectos constitutivos del psiquismo, ahora también debemos avisarnos de una cultura cuyo eslogan ya no es el libro, sino la globalidad (esferas sensitivas), que se encamina más bien a desechar lo que alguna vez le valió el calificativo de “letrada”, de histórica, aquello que hizo cima y finalizó en su culto intelectual al “texto”, hoy desvaído.
Entrevista con Silvia Federici. Silvia Federici es una pensadora y activista feminista italiana. Es referente intelectual por su análisis del capitalismo, el trabajo asalariado y reproductivo, siempre desde una perspectiva de género. Profesora en la Universidad de Hofstra de Nueva York, Federici fue una de las impulsoras de las campañas que en los años setenta comenzaron a reivindicar un salario para el empleo doméstico. Su último libro publicado en español es Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas, publicado por Traficantes de Sueños.
Esta entrevista, realizada en España, nos permite ver sus ideas sobre las luchas del feminismo en el contexto del capitalismo actual.
El jazz nació rebelde. Aquellos esclavos negros liberados tomaron los instrumentos dejados en los campos de batalla de la guerra de secesión en EEUU. Allí combinaron en su música el dolor, la protesta y la lucha por las condiciones de humillación en la que vivían. El jazz y su hermano, el blues, combinaron las raíces africanas con lo surgido allí. Se convirtió en una música que le gritaba en la cara las injusticias, como Billie Holiday cantaba la oscura “Strange Fruit”, donde retrataba los cuerpos de negros asesinados colgando de los árboles.
En junio se ha producido el desmantelamiento de las Residencias de Salud Mental de la CABA. De esta forma la Dirección de Salud Mental de la CABA las ha convertido en posgrados de especialidades separadas (psiquiatría y psicología). (Verwww.facebook.com/asambleasaludmental). Esta decisión ha sido tomada en conjunto con la Dirección de Capacitación de la CABA, los responsables del curso superior de especialista de psiquiatría la UBA y los Jefes de Servicio de los diferentes Hospitales de la ciudad.
Había transcurrido más de media hora de la entrevista y María seguía muy confusa. Lo único que aparecía con claridad era su motivo de consulta: “Tengo mucho miedo de tener hijos.” Estaba casada hacía 5 años. Sentía un gran amor por su marido, pero desde hacía 2 años, cuando decidieron que quedara embarazada, comenzó a evitar las relaciones sexuales. Aún más, las tenía durante el período en que no era posible el embarazo. Igual estaba con miedo de que ese recurso fallara. La sensación que trasmitía era de pánico.
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra