Este se realizó en el III Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo en noviembre de 2004.
La primer clase es el encuentro fundante entre el psicoanálisis y la salud mental, mañana trabajaremos sobre los abordajes grupales y comunitarios, de Pichón Rivière a las comunidades terapéuticas, donde va a estar Armando Bauleo y Lucy Edelman, y el sábado, el psicoanálisis no institucionalizado, Plataforma y Documento, donde va a estar Fernando Ulloa y Juan Carlos Volnovich.
Experiencias de expresión colectiva en situación de encierro
Trabajo premiado en el Tercer Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos realizado por la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo
La palabra perversión no es psicoanalítica. Aunque introducida en la Psiquiatría en el siglo pasado y aún utilizada por Freud, considero que no es psicoanalítica porque incluye en si misma una categorización moral y porque alude a perversidad, a la maldad, es decir, al deseo de hacer el mal.
Ninguna otra palabra de la nosografía psicoanalítica involucra en una descalificación moral al observador, al que la emite y obviamente al propio sujeto.
Cuando hablo de perversión me refiero únicamente a la perversión sexual en tanto pienso que no existe otra.
En sentido riguroso el Psicoanálisis no tiene una teoría específica de la memoria, a pesar de que el concepto esta presente en todos los desarrollos de Freud, quien explícitamente señala que “Toda teoría psicológica digna de alguna consideración habrá de ofrecer una explicación de la “memoria”1. Tampoco estrictamente existe una consideración metapsicológica de la memoria, a pesar de que quizás sea justamente la memoria la que más se acerca para el psicoanálisis a una consideración del Ser.
Esta serie de autores olvidados del psicoanálisis incluye a un autor prácticamente desconocido por las nuevas generaciones. Tal como dice Guinsberg, el menos conocido de ese trío inicial de la izquierda freudiana formado por Reich, Fenichel y Bernfeld.
Sin embargo, la fertilidad de sus aportes se encuentran en tres niveles: el entrecruzamiento entre Marx y Freud; sus ideas sobre el psicoanálisis y la educación; y sus críticas sobre la formación en las instituciones psicoanalíticas. Todos temas que, por su actualidad, merecen ser recuperados y revisados críticamente a la luz de nuestros tiempos.
Freud, al componer la teoría psicoanalítica partiendo de las cuestiones levantadas en la clínica y en la vida real y utilizando lo saber médico de la epoca, tenía en la mente elucidar el proceso de constitución y desarrollo del psiquismo individual respeto a la égide del inconsciente, su principal descubrimiento. Pero, el interés por lo colectivo y su constante preocupación con los orígenes sociales de la individualización también se manifiestan a lo largo de su obra, y una parte significativa de lo que escribió se destina a reflejar sobre las consecuencias del descrubrimiento del inconsciente en la escena social.
La editorial Topía presentará en el mes de setiembre el primer tomo del libro Las huellas de la memoria. Psicoanálisis y Salud Mental en la Argentina de los ’60 y ’70. Primera parte (1957-1969), 410 páginas.
Para definir el espacio mental, Bion se vale de la definición geométrica de la noción de espacio, en tanto cualquier lugar en el que antes hubo algo. Es decir que para que se pueda crear espacio, algo que ocupe lugar, debe previamente salir.
Utilicemos un modelo de base kleiniana para poder entender mejor algunas implicancias de esto.
Que el ser humano cambia históricamente, que la representación de sí mismo y de su realidad no se mantiene estrictamente en los términos con los que fuera pensado por el psicoanálisis de los comienzos, no hay duda. Insisto, no tan en broma, que si a las histéricas del siglo XIX se les quedaba la pierna dura por el deseo inconfesable de caminar hacia el cuñado, nuestras histéricas de hoy padecen colapsos narcisistas cuando sus cuñados no les otorgan crédito sexual.
Herbert Marcuse no fue un psicoanalista que se dedicó a la práctica clínica. Sin embargo, la importancia de los aportes de este filósofo vuelve pertinente su inclusión en esta serie de autores olvidados del psicoanálisis. Alrededor de Mayo del 68 sus ideas transitaban los medios académicos y los medios de difusión. Posteriormente quedó prácticamente en el olvido.
“En Freud se trataría de explicar la estructura subjetiva como una organización racional del cuerpo pulsional por imperio de la forma social. Si cada uno de nosotros ha sido constituido por el sistema de producción histórico, es evidente que el aparato psíquico no hace sino reproducir y organizar ese ámbito individual, la propia corporeidad, como adecuado al sistema para poder vivir y ser dentro de él. Muchas de las explicaciones que desarrolla Freud se basan en modelos de las instituciones represivas sociales interiorizadas: la policía, los militares, la religión, la economía, la familia.
“Considerar la subjetividad desde el ángulo de su producción no implica ningún retorno a los tradicionales sistemas de determinación binaria, infraestructura material-superestructura ideológica. Los diferentes registros semióticos que concurren a engendrar subjetividad no mantienen relaciones jerárquicas obligadas, establecidas de una vez para siempre. Puede ocurrir, por ejemplo, que la semiotización económica se haga dependiente de factores psicológicos colectivos, según permite constatarlo la sensibilidad de los índices bursátiles a las fluctuaciones de la opinión.
En un trabajo anterior observamos que la poesía se leía muy poco pero su poder simbólico es tan alto que esa condición no mellaba su importancia esencial. Habiamos argumentado que igual que la enfermedad mental da sentido a la cordura, la poesía sostiene los ideales utópicos de una sociedad. Ambas se mantienen en el borde y en el centro porque fieles a aquella primer alarma de Platon en “La República” , cultura y sensatez se miran siempre en el espejo de poesía y enfermedad.
En la novela Cosmópolisis de Don DeLillo un joven y arrogante millonario norteamericano viaja a través de New York recorriendo desde una punta de la ciudad a la otra para cortarse el pelo.
Como tantos otros términos de uso muy frecuente, el de subjetividad tiene tal amplitud como escasa precisión, tal como lo demuestra una somera revisión a diccionarios en general y especializados de distintas disciplinas en particular.
Dijimos que Bion parte del estudio de los hechos para realizar abstracciones. Dicho de otra manera, podríamos decir que parte de una verdad absoluta, desconocida e incognoscible para transformarla en modelos.
Bion llama O a esta verdad última y la define, según el vértice o punto de vista, como Dios, cosa-en-sí o inconsciente.
Desde la dictadura militar del 76 se profundizó en la Argentina un modelo económico que provocó la acentuación de las diferencias sociales, con aumento de la miseria y gran pauperización de la clase media.
EDITORIAL: Un fin de época atravesado por claroscuros del que surgen monstruos. Enrique Carpintero
DOSSIER: EL FIN DE UNA ÉPOCA. Eduardo Grüner / Helmut Dahmer / Susana de la Sovera / Juan Carlos Volnovich / Josefina Martínez / Hernán Scorofitz / Ileana Celotto / Juan Duarte / César Hazaki / Alicia R. Levin
ÁREA CORPORAL:Caminar en paz. David Le Breton // El Cuerpo y el Mercado: el aplanamiento de los cuerpos. Carlos Trosman //
TOPÍA EN LA CLÍNICA: Alejandro Vainer / Ricardo Carlino / Susana Toporosi / María Casariego de Gainza / Carlos Barzani / Tom Máscolo
Carla Delladonna (compiladora), Rocío Uceda (compiladora), Paulina Bais, María Sol Berti, Susana Di Pato, Marta Fernández Boccardo, Romina Gangemi, Maiara García Dalurzo, Bárbara Mariscotti, Agustín Micheletti, María Laura Peretti, Malena Robledo, Georgina Ruso Sierra